En el último Gran Premio, pudimos ver dos espectaculares accidentes, del que afortunadamente pudieron salir ilesos sus pilotos. Uno de ellos, el de Felipe Massa y su F138, en la curva de Santa Devota, y el otro en Tabac, cuando Pastor Maldonado acabó volando literalmente por los aires, al estrellarse su Williams FW35 contra las protecciones del circuito, arrancándolas de sus anclajes y teniendo que ser suspendida momentáneamente la carrera.
En estos dos accidentes pudimos comprobar como los sistemas de seguridad pasiva que hay actualmente en la Fórmula 1, funcionan muy bien, a tenor de los resultados, puesto que los pilotos salieron ilesos, aunque eso sí un poco magullados. Hay que hablar de dos de esos elementos, como son los cables que sujetan la rueda al chasis del monoplaza, para que no salgan despedidas, en caso de accidente, y de las nuevas barreras de protección, que sustituyen a las ruedas, que antiguamente poblaban las escapatorias.
En el vídeo desde la cámara on board, se ve que Felipe Massa, cuando pierde el control y choca contra las protecciones, la rueda delantera izquierda, sale despedida, y va en dirección a la cabeza del piloto, pero afortunadamente, los cables de sujeción, hicieron su función e impidieron que el neumático se desprendiese del monoplaza, por lo que todo quedó en tan solo un susto y algo de chatarra abollada.
Este elemento, se comenzó a utilizar a partir del año 1999, y partir de esta fecha ha tenido que ser perfeccionado hasta llegar a la actualidad. El problema venía de que cuando las ruedas se desprendían del monoplaza, salían disparadas, y si en su camino alcanzaban algún piloto. o en su defecto algún comisario de pista, evidentemente ese objeto con un elevado peso, y a una gran velocidad, producía víctimas mortales, hechos que sucedieron en el GP Italia 2000, o en Australia en el 2001.
Pero al principio de utilizar este sistema, los cables seguían rompiéndose, aún sin ser el choque a grandes velocidades. Entonces a partir del año 2005, aumentó la carga que debían soportar estos elementos hasta las seis toneladas, y además a partir de la temporada 2011, en un intento por mejorar todavía más, son dos los cables que sujetan las ruedas de los monoplazas. Actualmente estos ingenios de seguridad , se fabrican en España, y los hace una empresa que se llama Future Fibres y se utilizan en distintas competiciones internacionales, tanto en la F1 como en América.
Con las actuales medidas de protección, en cualquier coche de carreras, el accidente más grave, no es el volcar el vehículo, sino chocar de frente contra un objeto parado, bien sea un árbol, o una casa ( como suceda en algún rallye ), o contra el muro, caso de la Fórmula 1. El cuerpo del piloto quizá no sufra grandes daños, pero sin embargo la desaceleración súbita que se produce al pasar de altas velocidades a cero, es lo que el cuerpo humano es incapaz de soportar.
Normalmente en los circuitos se colocaban varias barreras de neumáticos que protegían al piloto cuando tenían un accidente, tras pasar por la escapatoria y la gravilla. Pero en algunos accidentes se observó que los monoplazas de Fórmula 1, atravesaban dicha barrera de neumáticos hasta llegar al muro, por lo que no siempre actuaban correctamente. Sirva como ejemplo, el que tuvo Michael Schumacher en el GP Gran Bretaña 1999, en el tras atravesar el muro como si fuera una bala, terminó chocando contra el muro y fracturándose el tobillo.
Fue entonces, cuando se dieron cuenta de que había que poner algún remedio, para aumentar la seguridad. Los técnicos de una empresa francesa llamada Tec Pro idearon unas nuevas barreras, que eran bloques de polietileno flexible e irrompible. Estos están rellenos de espuma inyectada de alta absorción y densidad flexible, con una plancha metálica que refuerza su estructura. Las pruebas realizadas en estas estructuras, dieron como resultado un 40% más de efectividad a cualquier velocidad, y una reducción de las desaceleraciones de fuerzas g a niveles tolerables por el cuerpo humano.
Su eficacia ha sido puesta de manifiesto en accidentes como el que se produjo en la última cita en Mónaco, con el venezolano Pastor Maldonado como protagonista, o el año 2001, también en el mismo circuito urbano, con el mexicano Sergio Pérez. Afortunadamente cada vez hay mas gente que trabaja porque la seguridad, tanto dentro como fuera de los monoplazas, aumente para que podamos ver una gran espectáculo minimizando los daños, pero aún así, la Fórmula 1 es un deporte de riesgo, y eso no hay que olvidarlo nunca.
Fuente – The F1.com
Foto – Motorsport