Lo primero, felicitar el año a todos los lectores, ya que he estado unos días sin postear durante las vacaciones navideñas. Lo segundo, despedirme del que fué mi primer todoterreno, mortalmente enfermo durante estas fiestas.
El 4×4 de la foto es mi querido Niva. Estas navidades me dijo adiós tras más de dos años dando guerra conmigo; la rotura de un tensor de la cadena de la distribución provocó la «jubilación forzosa» del motor, justo ahora, en invierno, cuando más divertidas son las salidas a la montaña.
Ahora, en plena cuesta de enero me planteo si cambiar de vehículo (y decantarme por el típico Toyota o similar ) o buscar un donante de corazón para trasplantar. Posiblemente la segunda opción sea la más viable…ya veremos.
Sea a los mandos del Niva, con otro todoterreno, simplemente en el asiento del acompañante o sin salir del asfalto, el 2010 comienza y volvemos con más pruebas, reportajes y por supuesto, toda la actualidad del motor. Gracias por seguir ahí.