Al igual que en el Range Rover Sport, Land Rover ha hecho cambios en la gama Discovery 4 para que siga siendo un modelo competitivo. Muchas de las mejoras son compartidas con el Range Rover Sport y además incluye otras muchas que se limitan, basicamente, a temas de equipamiento y confort.
Las modificaciones mecánicas no varian con el Range Rover Sport, el 3.0 V6 de 211CV y 520Nm ve rebajadas sus emisiones de CO2 desde 243 a 224 g/km. Por otro lado, el motor de 245 CV ve aumentada su potencia a 255 CV a 4.000 rpm con un par máximo de 600 Nm a 2.000 rpm y además de esas mayores prestaciones es un pelín más respetuoso con el medio ambiente por bajar sus emisiones de Co2 de 243 a 230 g/km. Ambos motores son common-rail y utilizan inyectores piezoeléctricos. Están equipados con filtro DPF como marcan las normativas anticontaminantes vigentes y un avanzado sistema EGR en pro de reducir los niveles de NOx. Hasta aquí todo igual que en el Range.
Este modelo también se beneficia de la nueva caja de cambios automática de ocho velocidades que ayuda a una optimización en el uso de los recursos. Esta caja es lo que podríamos denominar una caja de cambios inteligente. Hay levas en el volante, algo que en los automáticos es gloria bendita por su practicidad y comodidad El sistema CommanShift actual ha sido sustituido por un selector giratorio de los modos de aparcamiento, marcha atrás, punto muerto, conducción o deportivo.
Hasta ahora nada nuevo, porque además también incopora los sistemas dearranque en cuesta y de aceleración en pendiente de su hermano grandote. Las mayores diferencias las vemos en los packs de equipamiento opcionales, que hay tres.