Tras el incendio de un Tesla Model S ayer en las inmediaciones de Seattle hoy conocemos más detalles del percance y Tesla habla. Sabíamos que el tesla tuvo un percance con una pieza metálica de gran envergadura y que tras el golpe el coche empezó a funcionar de forma errónea.
El conductor intentó apartarse de la circulación hasta que fue el propio coche el que le recomendó alejarse del vehículo por seguridad. Los bomberos, avisados por el propio conductor, se acercaron a la zona e intentaron apagar las llamas con agua, aunque al no mejorar la situación utilizaron un producto químico para acabar con las llamas. Al desaparecer la mayor parte del humo los operarios advirtieron que bajo el suelo algo seguía ardiendo, las baterías.
Para poder acceder a las baterías fue preciso levantar el coche con unos gatos y practicar unos orificios para rociar agua a las celdas de la batería que estaban ardiendo.
Este incidente ha servido para demostrar que las baterías están bien protegidas contra el fuego, con celdas aisladas entre sí que dificultan que el fuego se propague rápidamente, por lo que solo ardieron algunas celdas de la parte frontal, cuando de otra forma podría haber combustionado entera. Las baterías ocupan el suelo completo del Tesla Model S. Elon Musk, CEO de Tesla ha insistido en la seguridad de las baterías y en que ningún momento el fuego llegó al habitáculo.
Es la primera vez que sucede algo similar con un Tesla Model S y sinceramente, no hay por qué hacer una montaña de esto. Más de una y de dos veces han ardido coches con motores de combustión y no han sido noticia.
Fuente: Leftlanenews