Mercedes-Benz avanza un paso más en su estrategia eléctrica global con el ELF (Experimental-Lade-Fahrzeug), una furgoneta laboratorio basada en la actual Clase V que sirve como un banco de pruebas de nuevas formas de carga. Este vehículo experimental concentra en un único chasis tecnologías de carga ultrarrápida, bidireccional, inductiva y conductiva para validar todas las soluciones en las que trabaja la marca y que, si encajan, llegarán a los productos y a la infraestructura pública.
La propuesta no se limita a acortar tiempos en el poste. El proyecto integra el vehículo, hogar y red en un ecosistema energético coordinado. Con ello, Mercedes-Benz persigue una experiencia de recarga más ágil, eficiente y manejable, apoyada en servicios digitales y en estándares que ya están madurando en la industria. Te contamos todo lo que sabemos de esta ingeniosa idea que si les sale bien, podría suponer un nuevo punto de inflexión para la electrificación masiva del sector del automóvil.
Carga ultrarrápida: CCS de 900 kW y pruebas con MCS…
El Mercedes ELF combina dos vías de alta potencia. Por un lado el estándar CCS, habitual en los turismos, y el MCS (Megawatt Charging System), creado para los vehículos pesados. Con el CCS, el prototipo ensaya componentes y piezas casi de serie (cables, conectores, refrigeración y control) y alcanza picos de hasta 900 kW, equivalentes a añadir alrededor de 100 kWh en unos 10 minutos con corrientes de hasta 1.000 A.
En paralelo, el puerto MCS permite explorar cargas en el rango del megavatio, sometiendo a las baterías de alto voltaje a escenarios exigentes para medir sus límites térmicos y eléctricos. Parte de estas lecciones se ha trasladado a desarrollos recientes: la marca cita validaciones que han permitido alcanzar 1.041 kW de potencia de carga en pruebas de un concept de altas prestaciones en Nardò.
El trabajo en torno a la carga se apoya en hitos previos como Plug & Charge (2021) y el servicio MB Charge y apunta a la próxima entrega de cargadores públicos de alto rendimiento, con el objetivo de multiplicar la flexibilidad en viajes largos y en áreas urbanas.
Carga bidireccional y servicios energéticos…
Otra pata clave del proyecto es la carga bidireccional, que permite que el coche actúe como batería móvil y devuelva energía al hogar (V2H), a la red (V2G) o a dispositivos (V2L). El ELF ensaya la función tanto en corriente alterna (AC) mediante wallbox bidireccional como en corriente continua (DC) para inyección directa, ampliando el abanico de usos según el escenario.
En la práctica, una batería de alto voltaje típica puede abastecer una vivienda de dos a cuatro días y optimizar el consumo cuando la electricidad es más cara. La gestión inteligente promete ahorros anuales cercanos a los 500 euros, además de beneficios ambientales por reducción de picos de demanda y emisiones asociadas.
Mercedes-Benz prevé estrenar en 2026 sus primeros servicios bidireccionales en Alemania, Francia y Reino Unido bajo el paraguas MB Charge Home. El paquete contemplará vehículo, wallbox bidireccional, tarifa verde y acceso al mercado energético, con el refuerzo de una “cuenta energética virtual” que acumule créditos por excedentes solares domésticos para usarlos después en puntos de carga públicos de la marca.
Carga sin cables y automatizada…
El prototipo también prueba carga inductiva inalámbrica basada en resonancia magnética, con una potencia de 11 kW en AC. Esta solución, que busca adaptarse a distintos despejes y posiciones del vehículo, está pensada para simplificar el uso diario y reducir la manipulación de cables en garajes y flotas. Junto a ella, el ELF experimenta con carga conductiva automatizada mediante placas en el suelo que se comunican con el vehículo y establecen una conexión física directa.
Actualmente trabaja con 11 kW en AC y proporciona una guía precisa para estacionar y conectar sin intervención manual. Para escenarios de muy alta potencia, la marca investiga soluciones robotizadas que conecten el vehículo con seguridad y precisión cuando las corrientes y el calibre del cable complican el manejo humano, un enfoque clave para operadores y uso intensivo.
Energía solar y metas de desarrollo a futuro…
El Mercedes ELF también sirve para integrar aportes de energía fotovoltaica a bordo, con un techo solar que, en condiciones favorables, puede sumar autonomía diaria adicional. Esta generación se coordina con la mencionada cuenta energética virtual, habilitando un uso más eficiente de los excedentes domésticos en distintos entornos de carga. La ambición a medio plazo es que la recarga se acerque a los tiempos de un repostaje convencional.
En su hoja de ruta, Mercedes-Benz contempla que con la evolución del sistema MCS y de las baterías de nueva iteración, sea viable acortar drásticamente los minutos necesarios para recuperar grandes niveles de energía antes de finalizar la década. Con su laboratorio sobre ruedas, la compañía alinea tecnología, infraestructura y servicios para construir un ecosistema de recarga más rápido, conectado y práctico; todo ello con una aproximación sobria a la eficiencia y a la integración del vehículo eléctrico en el sistema energético.
Fuente – Mercedes-Benz
Imágenes | Mercedes-Benz