Actualmente encontramos varias formas de impulsar nuestros vehículos. Los combustibles más conocidos son el gasóleo y la gasolina, pero poco a poco encontramos alternativas viables como el GLP o el gas natural. Sin dejar de lado las variantes híbridas y eléctricas, existe otra forma de movernos, las células de hídrógeno.
El Mercedes GLC F-Cell es la variante con hidrógeno rival del BMX X3 y Audi Q5, que actualmente han confirmado su producción. El SUV de la marca de Stuttgar se ha presentado en el actual Salón del Automóvil de Frankfurt.
A pesar de que no es el primer coche de la marca en contar con tecnología de células de hidrógeno, si que muestra como Mercedes apuesta por combustibles alternativos y nuevas formas de mover nuestros coches. Con respecto al anterior vehículo de la marca en contar con esta tecnología, el Clase B F-Cell, cuenta con un 40% más de eficiencia.
El nuevo GLC F-Cell cuenta con un par de tanques de hidrógeno de 4,4 kilogramos cada uno en el suelo del SUV alemán, cubiertos por fibra de carbono a una presión de 700 bares. El repostaje se realiza de forma similar a la de un vehículo convencional, y tan solo nos llevará 3 minutos en completar el proceso.
La célula proporciona 147 kW, lo que se traduce en 197 caballos de potencia, y 350 Nm de par motor. Su velocidad máxima no es muy alta, ya que se sitúa en 160 kilómetros por hora limitados electrónicamente. Su autonomía se sitúa en 437 kilómetros, aunque dependerá del modo en el que circulemos.
Debido a la ubicación de los tanques de hidrógeno, la habitabilidad es menor que en un GLC convencional, y será este aspecto, junto con unas llantas de aluminio y unos detalles en azul, lo que hará que podamos diferenciarlos unos de otros. Aunque todavía Mercedes no ha afirmado la comercialización de esta variante del GLC, se espera que será a lo largo del año 2018.