Mitsubishi y Foxconn han dado un paso clave en la transición eléctrica al firmar un memorando de entendimiento para el desarrollo conjunto de un automóvil eléctrico que podría redefinir la presencia de ambas compañías en el mercado internacional. Este acuerdo, aunque por ahora no es vinculante, establece las bases para el lanzamiento de un nuevo vehículo eléctrico que a partir de 2026 estará disponible, en primer lugar, en mercados como Australia y Nueva Zelanda.
La alianza surge en un contexto de intensos cambios para el sector del automóvil japonés, donde Mitsubishi busca alternativas técnicas más allá de los acuerdos tradicionales mantenidos con Renault y Nissan. Foxconn, conocida globalmente por ensamblar dispositivos electrónicos como el iPhone, lleva tiempo intentando abrirse paso en el sector de los coches eléctricos. Y parece que con este proyecto conjunto con Mitsubishi consolidará definitivamente sus aspiraciones en la automoción.
Un desarrollo global: producción, tecnología y comercialización…
El desarrollo del vehículo eléctrico correrá a cargo de Foxtron, la división de vehículos eléctricos de Foxconn, y tendrá la colaboración estratégica del fabricante taiwanés Yulon Motor para la producción, que tendrá lugar en Tailandia. Ambas firmas ya han confirmado que el coche se comercializará bajo la marca Mitsubishi, manteniendo íntegramente la distribución y el control comercial por parte de la firma japonesa, especialmente en Oceanía.
Por el momento, no se han desvelado demasiados detalles técnicos acerca del modelo, aunque varias fuentes apuntan a que estará basado en la plataforma MIH de Foxtron. No se han especificado los datos referentes a tamaño, potencia exacta de batería ni configuración definitiva, pero se especula que el punto de partida será el Model B de Foxtron, un compacto eléctrico que, en su versión conceptual, prometía cerca de 430 kilómetros de autonomía y unos 170 kW de potencia.
Ventajas estratégicas para ambas partes…
El acuerdo supone para Mitsubishi una oportunidad para reducir costes en el desarrollo de nuevos modelos y aprovechar la experiencia electrónica y de fabricación eficiente de Foxconn. A su vez Foxconn usará el proyecto como escaparate de todas y cada una de sus capacidades en el sector del automóvil, con vistas a conseguir más contratos similares en el futuro.
Además, Mitsubishi refuerza así su compromiso con la electrificación, manteniendo como objetivo que toda su gama de vehículos sea eléctrica o híbrida en la próxima década. Se prevé que, paralelamente a este lanzamiento de Oceanía, la marca nipona continúe ampliando su oferta eléctrica en otros mercados, como Norteamérica y Europa, probablemente en colaboración con otros socios tecnológicos tradicionales.
Un futuro abierto y en evolución para la alianza…
Por ahora, el acuerdo de Foxconn y Mitsubishi no incluye detalles financieros ni compromisos de producción definitivos, ya que se trata de una carta de intenciones que deberá concretarse en los próximos meses tras nuevas negociaciones. La noticia ya evidencia el creciente interés de los fabricantes asiáticos de tecnología por entrar de lleno en el sector de los coches eléctricos y por sumar fuerzas con marcas automovilísticas con presencia global.
El contexto de la industria sugiere que Mitsubishi y el resto de fabricantes japoneses intensificarán su apuesta eléctrica para hacer frente a la presión de rivales chinos y a la exigencia de los mercados globales, que cada vez demandan una gama más amplia de vehículos sostenibles. Foxconn, por su parte, continúa diversificando su portfolio y posicionándose como un actor relevante más allá de la electrónica de consumo.
A la vista de este acuerdo, se puede anticipar que la irrupción de Foxconn en el sector del automóvil va a ser decisiva para acelerar los plazos de electrificación y que Mitsubishi ganará flexibilidad tecnológica para afrontar los próximos desafíos del sector.
Fuente – Mitsubishi
Imágenes | Mitsubishi