La llamada a revisión por la NHTSA del Volkswagen ID.4 por un posible fallo en la batería vuelve a situar al SUV eléctrico de la marca alemana en el centro del debate sobre la seguridad de los coches eléctricos. Aunque la campaña se ha iniciado en los Estados Unidos, las implicaciones del caso y la atención de los reguladores internacionales hacen que muchos conductores europeos sigan el asunto de cerca, pendientes de posibles movimientos similares en el mercado de la Unión Europea y en España.
Este nuevo episodio se suma a una trayectoria con varias luces y sombras para el ID.4. Un modelo clave en la estrategia eléctrica de Volkswagen que ya había pasado por varias campañas de revisión relacionadas con el sistema de carga y la batería. La actual investigación, impulsada tras varios incendios en vehículos estacionados o en proceso de recarga, centra el foco en un defecto de fabricación muy concreto en determinadas celdas de alto voltaje.
Origen del problema: incendios y sospechas sobre la batería…

Desde principios de 2024 se registraron diversos incendios en unidades del VW ID.4 aparcadas o mientras se cargaban en Estados Unidos. Los incidentes, repartidos en varios estados, llamaron rápidamente la atención de la Administración Nacional de Seguridad Vial de EE. UU. (NHTSA, por sus siglas en inglés) y de la propia Volkswagen, que abrieron una investigación conjunta para determinar el origen exacto del fallo.
La NHTSA atribuyó el problema a un defecto interno en la batería de alto voltaje: un “electrodo desalineado en la célula de la batería HV”. Esa desalineación puede generar puntos calientes, daños internos y, en el peor de los casos, un incendio. El proveedor de estos módulos de batería para el ID.4 en el mercado estadounidense es el fabricante coreano SK On, una de las grandes referencias mundiales en celdas para vehículos eléctricos.
Los cuatro incendios que desencadenaron la alerta se produjeron a lo largo de 2024: uno en Illinois, dos en California y otro en Utah. Todos tuvieron en común que el vehículo estaba estacionado o en fase de carga cuando se originó el fuego, lo que reforzó desde el principio la hipótesis de un fallo en la batería o en el proceso de carga más que en otros sistemas del vehículo.
Investigación técnica y detección de las celdas defectuosas…

Las primeras investigaciones de Volkswagen y SK On señalaron la batería de alto voltaje como origen probable de los incendios, aunque el estado de las celdas dificultaba identificar la causa concreta. Los incidentes no seguían un patrón uniforme y cada unidad afectada presentaba particularidades. Tras meses de análisis y múltiples pruebas de laboratorio, se fueron eliminando hipótesis alternativas. El proceso exigió estudiar con detalle el comportamiento térmico y eléctrico de la batería. Al fin, se encontró un defecto de producción como elemento común.
El avance definitivo llegó con un incidente ocurrido en Colorado, donde se localizaron módulos con electrodos desplazados. Esto motivó un desmontaje sistemático de baterías dañadas para localizar irregularidades similares. El estudio realizado a finales de septiembre de 2025 confirmó anomalías repetidas en celdas fabricadas en el mismo periodo. La consistencia de los hallazgos permitió delimitar el intervalo temporal del defecto. Los ingenieros pudieron así centrar el análisis en una franja muy concreta de producción. La investigación reforzó la hipótesis de un fallo de alineación durante el ensamblaje.
Para confirmar estas conclusiones, SK On empleó tomografías computarizadas que permiten examinar el interior sin dañar la celda. Las imágenes revelaron desplazamientos claros en los electrodos, lo que validó la teoría inicial. Con estos datos, se identificaron con precisión los lotes afectados. La NHTSA estimó que el problema compromete a 311 unidades de los ID.4 fabricados en 2023 y 2024. Aunque la cifra es muy limitada, el riesgo potencial de incendio llevó a extremar la cautela. La detección temprana permitió activar protocolos estrictos de seguridad.
Alcance de la llamada a revisión y medidas para los propietarios…

Volkswagen Group of America notificó a los propietarios de los ID.4 afectados, con comunicaciones previstas para finales de enero. Mientras esperan la inspección, se pidió a los clientes seguir medidas preventivas para minimizar riesgos. Estas recomendaciones buscan mantener la batería en condiciones controladas y evitar cargas en entornos desfavorables. La marca insiste en cumplirlas rigurosamente para reducir cualquier posibilidad de incidente. El objetivo es garantizar un uso seguro hasta la reparación definitiva.
Entre las indicaciones destacan aparcar siempre en exteriores tras la carga, evitar garajes cerrados y limitar el nivel máximo de carga al 80%. También se sugiere no utilizar carga rápida de corriente continua. Además, se recomienda no dejar el vehículo cargando sin supervisión durante largos periodos en interiores. Estas pautas pretenden reducir el estrés térmico y eléctrico. La estrategia se centra en mantener la batería dentro de parámetros seguros mientras se completa la revisión.
En los concesionarios oficiales, los técnicos inspeccionarán la batería de alto voltaje siguiendo protocolos específicos. Si se confirma la presencia de celdas defectuosas, se sustituirán sin coste para el propietario. Tanto Volkswagen como la NHTSA consideran que este enfoque conservador es el más adecuado en estas circunstancias. Los usuarios deben estar atentos a comportamientos anómalos del vehículo. Ante cualquier indicio de fallo, la recomendación es acudir de inmediato al servicio técnico.
Revisión del ID.4 y contexto de fiabilidad…

Este episodio se suma a otros problemas que han afectado la percepción de fiabilidad del ID.4 desde su lanzamiento. Informes como los de Consumer Reports han situado al modelo en posiciones bajas debido a dudas sobre la batería y el sistema de carga. Estos elementos, esenciales en un coche eléctrico, influyen directamente en la confianza del consumidor. Las puntuaciones obtenidas reflejan la preocupación en torno a la durabilidad del conjunto eléctrico. Volkswagen ha debido reforzar su comunicación y sus procesos de control.
Entre 2021 y 2024 se han lanzado varias campañas de revisión para corregir fallos en módulos, cableado y sensores. La NHTSA también ha registrado alertas adicionales relacionadas con el equipo de carga que afectan a unas 14.000 unidades. Este historial ha generado cierta cautela entre compradores en Estados Unidos y Europa. Sin embargo, el modelo ha mantenido cifras de ventas notables en ambos mercados. La marca ha trabajado para mejorar su fiabilidad y reducir el impacto de estas incidencias.
Pese a estos antecedentes, el ID.4 actualizado ha recibido valoraciones positivas en autonomía, confort y relación calidad-precio. Sus prestaciones se acercan a las del ID.3 y lo convierten en un competidor sólido en su segmento. Muchos usuarios destacan su equilibrio entre eficiencia y espacio interior. Aun así, cada nueva campaña de revisión reabre el debate sobre su consistencia técnica. La reconstrucción de la confianza depende en gran medida de la capacidad de respuesta de Volkswagen.
Impacto potencial en Europa y en el mercado español…

Aunque el defecto ha sido descrito con detalle en Estados Unidos, su impacto en Europa sigue sin definirse con claridad. Las cadenas de suministro varían entre regiones y no todas las unidades comparten los mismos proveedores. La producción localizada, como la planta de Sagunto, introduce diferencias adicionales en los componentes utilizados. Por ello, no es posible asumir un riesgo equivalente en la Unión Europea. Aun así, los reguladores europeos suelen investigar cualquier aviso relevante.
Si se detectaran patrones similares en vehículos vendidos en España, se activarían campañas equivalentes. Este tipo de actuaciones ya se ha producido en otras ocasiones con otros fabricantes. Los propietarios deberían revisar periódicamente si su vehículo figura en alguna campaña mediante el número VIN. También resulta prudente seguir las comunicaciones oficiales de Volkswagen y de las autoridades de consumo. La prevención es clave para mantener la seguridad del usuario.
El caso del ID.4 demuestra la importancia de una gestión transparente de los problemas técnicos en plena transición al vehículo eléctrico. Los consumidores dependen de información clara y rápida para mantener la confianza en estas tecnologías. Las llamadas a revisión deben comunicarse con rigor y resolverse con agilidad. Cada incidencia influye en la percepción general del mercado eléctrico. Tanto en Europa como en Estados Unidos, los usuarios continuarán observando de cerca la evolución del modelo.
Fuente – National Highway Traffic Safety Administration (NHTSA)
Imágenes | Volkswagen