En el sector del automóvil japonĆ©s se mueve ficha. Nissan estudia con Honda un proyecto conjunto en Estados Unidos para desarrollar vehĆculos y sistemas de propulsión. Esta información ha sido trasladada desde la dirección de Nissan en una entrevista con el medio económico Nikkei. La iniciativa, de prosperar, apuntarĆa a compartir tecnologĆa y capacidad industrial en un mercado decisivo para ambos fabricantes.
La compaƱĆa ha sido tajante en un punto. No hay conversaciones activas para una fusión ni para una alianza de capital. Esta posible cooperación tĆ©cnica llega tras unos contactos de integración que comenzaron en diciembre y que se desactivaron en el mes de febrero por discrepancias, en especial sobre el reparto de poder y el modelo de gobernanza. Te contamos todo lo que pasa y cómo podrĆan avanzar las conversacionesā¦
QuĆ© se estarĆa poniendo sobre la mesa en la colaboración entre Nissan y Hondaā¦

Fuentes del sector señalan que en Nissan y Honda analizan el codesarrollo de modelos y trenes motrices, ademÔs de posibles sinergias de producto en segmentos donde una cubre el hueco de la otra. Entre las opciones, se estudia que Nissan fabrique para Honda determinadas pick up en plantas estadounidenses con baja utilización para ganar eficiencia.
Este movimiento serĆa del estilo del acuerdo entre Volkswagen y Ford. La propia Nissan ha matizado que mantiene conversaciones de amplio espectro con Honda sobre complementariedad de gama y oportunidades industriales, aunque insiste en que, por ahora, no hay anuncios concretos ni calendarios definidos.
Por quĆ© EEUU es clave para ambosā¦

Estados Unidos es, por volumen, el mayor mercado para las dos marcas. Nissan acusa allĆ la falta de hĆbridos competitivos, un terreno en el que Honda se ha movido con mĆ”s soltura, como muestran casos de colaboración entre marcas. Una colaboración podrĆa acelerar lanzamientos y cerrar brechas tecnológicas sin duplicar inversiones. AdemĆ”s del frente comercial, sobrevuela la cuestión arancelaria.
Compartir producción en suelo estadounidense ayudarĆa a amortiguar el impacto de los aranceles a los vehĆculos importados desde Japón y a estabilizar costes logĆsticos, una preocupación recurrente para los fabricantes nipones. En EEUU, Nissan reportó un avance cercano al 7% en ventas trimestrales, apoyado en una estrategia comercial mĆ”s enfocada y mayor peso del canal minorista frente a flotas.
El impulso ofrece algo de aire para financiar desarrollos y mejoras de mix. El contexto para Honda aún es mÔs complejo. Bajó su previsión de beneficio operativo anual, afectada en parte por la escasez de chips de Nexperia, y recortó su objetivo de ventas en Norteamérica en unas 110.000 unidades para este ejercicio, lo que refuerza el interés por alianzas tÔcticas.
Reorganización interna en Nissan y antecedentes en las conversacionesā¦

Tras asumir el cargo en abril, la cúpula de Nissan ha puesto en marcha una reestructuración que prevé recortar alrededor del 15% de la plantilla y pasar de 17 a 10 plantas a escala global, con el objetivo de simplificar operaciones y reducir costes. Ese ajuste de capacidad encaja con la idea de llenar fÔbricas infrautilizadas con nuevos contratos.
Los intentos de integración entre ambos grupos se enfriaron a comienzos de este aƱo. Las diferencias sobre una gobernanza unificada y el equilibrio accionario pesaron mĆ”s que las posibles ventajas potenciales, segĆŗn admitieron directivos de ambas compaƱĆas. Incluso se llegó a deslizar la opción de un āholdingā con mĆ”s actores del sector, posibilidad hoy aparcada.
QuĆ© puede implicar para Europa y EspaƱaā¦

Aunque el foco del proyecto estĆ” en EEUU, un entendimiento tĆ©cnico suele tener recorrido global. Compartir plataformas, motores o software podrĆa acelerar la llegada de nuevos hĆbridos y electrificados a Europa, donde la presión regulatoria es alta. Para EspaƱa y la UE, cualquier movimiento que abarate costes y estabilice cadenas de suministro puede traducirse en precios mĆ”s contenidos y en una oferta mĆ”s amplia en segmentos clave.
Lo que falta por resolver para que sea una realidadā¦

Quedan por despejar la estructura exacta de la colaboración, el reparto de las inversiones y la compatibilidad de estÔndares en cuanto a técnica e industria. También serÔ relevante el encaje regulatorio y laboral si hubiera reasignación de producción entre plantas estadounidenses.
A dĆa de hoy, las dos compaƱĆas mantienen abiertas las vĆas de diĆ”logo tĆ©cnico, mientras dejan fuera del tablero una integración societaria. Si cristaliza, la cooperación en EEUU buscarĆ” combinar fortalezas (hĆbridos, capacidad fabril y costes) para reforzar su posición en el mayor mercado del mundo, con potenciales efectos colaterales positivos para los conductores europeos.
Fuente ā Nikkei Asia
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