Para nadie, a día de hoy, es una sorpresa que Bentley es una de las firmas de vehículos premium más únicos y exclusivos del mundo. De hecho, está junto a su otrora hermana Rolls Royce en una especie de pedestal que la eleva por encima de todas las que osan robarle su espacio. Esto es las premium alemanas y las yanquis como Mercedes-Benz, Audi, BMW o Cadillac. Y para dar a sus modelos una pátina aún más exclusiva su división ultra-mega-exclusiva Mulliner se ha sacado de la manga Ombre by Mulliner.
¿No sabes qué es Ombre by Mulliner? Tranquilo porque te vamos a contar todos y cada uno de los secretos de la nueva vuelta de tuerca al concepto de manufactura a mano. En el caso estamos ante un acabado de pintura con efecto degradado aplicado a mano que lleva la personalización a un nivel poco habitual incluso en el segmento del lujo. La propuesta se ha mostrado públicamente en Monterey, donde la división Mulliner ha enseñado cómo fusiona dos tonos a lo largo de la carrocería con precisión artesanal.
Cómo es el nuevo acabado Ombre by Mulliner de Bentley Motors…
Este enfoque busca un equilibrio entre técnica y artesanía. Dos especialistas trabajan durante unas 56 horas para conseguir una transición suave entre colores sin saltos visuales. El resultado es un acabado exclusivo que, por su propia naturaleza manual, convierte a cada unidad en una pieza única. El efecto Ombre consiste en una transición gradual entre tonalidades, una idea común en moda y decoración que aquí se traslada a la carrocería de un gran turismo.
En el coche, la dificultad radica en lograr un degradado uniforme sobre superficies complejas con curvaturas y aristas. Para ello, Mulliner recurre a métodos de mezcla tradicionales adaptados al entorno automotriz y a pinturas cuidadosamente seleccionadas. Cada color reacciona de forma distinta, de modo que el técnico debe ajustar la aplicación en tiempo real para mantener la continuidad del degradado.
Proceso de pintura: paso a paso… Colores y combinaciones posibles…
El procedimiento arranca con la aplicación de las capas base en los extremos del vehículo. Un tono en la parte delantera y otro en la trasera. A partir de ahí comienza la fusión controlada que va difuminando la frontera entre ambos colores. Dos maestros pintores trabajan coordinados durante unas 56 horas para construir el efecto por etapas, modulando la densidad de la pintura, el ángulo y la distancia de aplicación.
Este equilibrio es lo que permite una transición limpia y progresiva a lo largo de todo el coche. El proceso se lleva a cabo en la Dream Factory de Crewe, donde se combinan cabinas de última generación con técnicas manuales. La supervisión constante ayuda a garantizar que el resultado final mantenga la continuidad del degradado sin perder el carácter artesanal.
Para mostrar su trabajo Mulliner ha curado tres combinaciones cromáticas específicamente elegidas por su compatibilidad al degradar. La selección mostrada se ha hecho para asegurar transiciones suaves y controladas, minimizando comportamientos imprevisibles de los pigmentos durante la fusión.
Ejemplo presentado en Monterey…
La primera unidad pública con este acabado ha sido un Continental GT Speed presentado en The Quail, A Motorsports Gathering. En este caso, el coche degrada desde Topaz en el frontal hasta Windsor Blue en la zaga, siguiendo las líneas de la carrocería para reforzar el efecto visual. El conjunto se completa con llantas de 22 pulgadas y diez radios coordinadas con el esquema cromático: el eje delantero en Topaz y el trasero en Windsor Blue. La coherencia entre carrocería y ruedas refuerza la lectura del degradado de un vistazo.
Interior coordinado y detalles muy exclusivos…
De puertas adentro, el enfoque es igualmente riguroso. La parte delantera del habitáculo se viste de cuero bespoke en tono Topaz en asientos, volante y tablero, mientras que la transición hacia atrás conduce al Beluga más oscuro para los asientos posteriores. El acento del conjunto está en las costuras y ribetes en tono Dragonfly además de chapas pintadas en Beluga satinado en la consola central, el panel de instrumentos y los umbrales. Completa el ambiente la especificación interior Dark Chrome y el equipo de sonido Naim for Bentley Pinnacle.
Artesanía, control y unicidad estética…
La marca inglesa reconoce que, al trabajar con pintura real y manos expertas, cada coche presenta ligeras variaciones. Estas microdiferencias se convierten en rasgos de autenticidad, siempre dentro de los criterios estrictos de calidad para mantener la apariencia perfecta a simple vista. El control del degradado depende del ojo y la experiencia del técnico pintor, que reajusta continuamente mezcla, presión y solape de capas. Así se obtiene un acabado que combina precisión e identidad pieza a pieza.
Disponibilidad comercial y pedidos a clientes…
Ombre by Mulliner está ya disponible para solicitud a través de la red global de concesionarios de Bentley. Los clientes pueden trabajar con Mulliner para crear su unidad dentro de las combinaciones aprobadas y alinear el interior con el esquema exterior. Un ejercicio de personalización que equilibra técnica, artesanía y control sin perder el carácter exclusivo de cada unidad.
Fuente – Bentley
Imágenes | Bentley