La caĆda de beneficios de Porsche vuelve a marcar el pulso de todo el sector del automóvil en Europa. Y lo hace con un trimestre de nĆŗmeros rojos que obliga a acelerar decisiones muy difĆciles y a priorizar la rentabilidad por delante del crecimiento. En un contexto de demanda mĆ”s frĆa para los vehĆculos elĆ©ctricos, la marca alemana encaja el golpe mientras reordena su estrategia.
En el tercer trimestre el fabricante con sede en Stuttgart registró una pérdida operativa de 966 millones de euros, frente a los beneficios del mismo periodo del año anterior. A la par, las ventas retrocedieron un 6% hasta las 212.509 unidades. Por su parte en cuanto a facturación de enero a septiembre cayó a 26.860 millones (-6%), con un margen operativo que se redujo hasta el 0,2%.
QuĆ© estĆ” presionando las cuentas de Porscheā¦

SegĆŗn la compaƱĆa, el deterioro refleja el efecto combinado de la ralentización en la transición elĆ©ctrica, la guerra de precios en China y los aranceles de importación en EEUU. Solo los Ćŗltimos suponen este aƱo 2025 un impacto cercano a 700 millones de euros, un lastre que la firma planea repercutir en parte al cliente estadounidense vĆa precios. A lo anterior se suman costes extra de aproximadamente 2.700 millones vinculados al abandono de algunos proyectos de producción de elĆ©ctricos.
TambiĆ©n tenemos la renuncia a fabricar baterĆas internas, dentro de un impacto anual estimado de 3.100 millones por la revisión de su estrategia de electrificación. Con todo, la magnitud del bache superó las previsiones iniciales. Los analistas esperaban que los resultados de Porsche recogieran una pĆ©rdida operativa de unosĀ 611 millones de euros entre julio y septiembre. Claramente por debajo de lo finalmente reportado.
Ajustes internos y empleoā¦

En paralelo al recorte de costes, Porsche activó un plan de reestructuración que contempla la reducción de hasta 1.900 puestos de trabajo en los próximos años y la salida de unos 2.000 trabajadores temporales este año. La dirección negocia un segundo paquete centrado, sobre todo, en niveles salariales y beneficios adicionales, con el objetivo de evitar nuevas salidas.
Para amortiguar los aranceles, la empresa prevé subidas de precios en Estados Unidos en los próximos meses. En cuanto a la retribución al accionista, la propuesta de dividendo para 2025 serÔ sensiblemente inferior a los 2,31 euros por acción preferente abonados el año previo.
Previsiones y geografĆa del negocioā¦

La compaƱĆa sitĆŗa 2025 como el punto mĆnimo del ciclo y anticipa una mejora notable en 2026, cuando el margen sobre ventas apuntarĆa a un dĆgito alto. Para el ejercicio en curso, el retorno sobre las ventas se moverĆa hasta el 2% y los ingresos anuales entre 37.000 y 38.000 millones, de acuerdo con la guĆa actualizada.
Por regiones, la dirección admite que China seguirĆ” dĆ©bil previsiblemente hasta 2026. En contraste, Estados Unidos y algunos mercados emergentes muestran mayor tracción, y el flujo de caja mejoró hasta el entorno de 1.300 millones de euros, lo que aporta algo de oxĆgeno en medio del ajuste.
Cambios en la dirección y hoja de ruta de productoā¦

En la cĆŗpula, Oliver Blume cederĆ” la jefatura ejecutiva de Porsche a Michael Leiters a comienzos del aƱo 2026, en respuesta a las crĆticas de gobernanza por la doble responsabilidad de Blume tambiĆ©n al frente del grupo matriz. El nuevo responsable aterriza con el encargo de reforzar la disciplina operativa y estabilizar los mĆ”rgenes.
En producto, la casa prepara el debut de un 911 con tren motriz hĆbrido, un lanzamiento de alto simbolismo que busca conciliar prestaciones y eficiencia sin perder el pulso deportivo de la firma, al tiempo que se racionaliza la inversión en proyectos elĆ©ctricos.
Reacción del mercado europeoā¦

Pese al golpe contable, la acogida en Bolsa fue constructiva. Los tĆtulos subieron un 3,6% al cierre en FrĆ”ncfort, hasta 47,16 euros, tras la publicación de resultados y la confirmación de las guĆas. SeƱal de que el mercado descuenta el grueso de los extraordinarios y valora la hoja de ruta para 2026.
La fotografĆa de este ciclo es la de un fabricante europeo lidiando con vientos en contra externos y costes de transición internos, que opta por proteger la rentabilidad, ajustar capacidad y priorizar proyectos de retorno claro. Con mĆ”s presión comercial en China, aranceles en EEUU y un calendario de inversión mĆ”s selectivo, el foco vuelve a ser la ejecución. Menos volumen, mĆ”s margen y una electrificación muy medida.
Fuente ā Porsche
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