Recientemente durante unas vacaciones he alquilado por primera vez una autocaravana. Vivir en una casa móvil durante 10 días es una experiencia, pero conducirla también. Os relataré mis impresiones y unos pequeños consejos para conducir una autocaravana sin percances.
La estética no es de lo mejor, pero la funcionalidad es máxima
Ningún concesionario de Autocaravanas se atreve a asesorarte sobre como conducir un bicho que supera ampliamente los 3.500 kg (aunque en la ficha pone que no, cuando va cargada, con líquidos y siete personas a bordo pesa lo suyo), mide unos 7 metros de largo, 3 de alto y 2 de ancho. La verdad es que conduciendo con precaución, tampoco requiere más que unas nociones básicas.
El puesto de mano no es muy diferente de un monovolumen grande…
La altura, principal limitación
No estamos acostumbrados a llevar por encima de nuestras cabezas otro metro y medio de carrocería. Además, queda fuera de nuestro campo de visión por lo que muchas veces ignoramos que existe…hasta que suena un golpe contra una rama, señal o balcón. Mucho ojo en los giros, ya que en cruces es fácil cepillarse alguna señal que sobresalga más de la cuenta o llevarse algún balcón o tejado, sobre todo en zonas estrechas
Hasta para hacer la foto acabé tocando las ramas sin querer
Voladizo trasero
Luego está el voladizo trasero: por detrás del eje posterior llevamos un voladizo de 1,65 metros que hay que tener en cuenta en los giros cerrados a baja velocidad, ya que podemos “barrer” literalmente una acera o algún coche aparcado. Cuanto más cerrado sea el giro, más sobresaldrá el culo de la autocaravana, invadiendo otros carriles o la acera.
El peso
Pese a la gran masa que supone la autocaravana cargada, no me ha parecido especialmente peligroso, ya que aún con todo mantiene un centro de gravedad bajo. En nuestra caravana había una advertencia de que con todos los ocupantes a bordo y todos los depósitos llenos, la caravana no puede legalmente circular ya que sobrepasa los 3.500 Kg. Evidentemente no dejamos a nadie en tierra ni vaciamos el agua cada vez que nos movemos, así que llevamos mucho peso a bordo…
Los asientos delanteros son de lo mejor, con múltiples reglajes
Subiendo
Las subidas por los Pirineos las superó sin problemas esta autocaravana con motor Fiat 2,5 litros y 130 CV. En caso de sobrecalentamiento, poner la calefacción a tope ayudará a refrigerar el motor.
¡Ojo! Nuestra Autocaravana Fiat Ducato es de tracción delantera y en ocasiones pierde tracción, sobre todo en subidas de terrenos sin asfaltar. Aún con todo, prefiero este pequeño inconveniente que tener que lidiar con una tracción trasera en carreteras nevadas o muy resbaladizas. La Autocaravana construída sobre el chasis de la Iveco Daily es tracción trasera.
Bajando
En bajadas, es conveniente utilizar el freno motor al máximo para descargar los frenos, que sufren de lo lindo (es decir, lo típico de un vehículo pesado). Las bajadas en tercera a 3.500 RPM eran el pan nuestro de cada día, apoyados en el freno cuando era menester. Si que se percibía que el pedal ganaba recorrido y se volvía ligeramente blando, pero seguía manteniendo una buena potencia de frenado. Si se respetan unas buenas distancias de seguridad, las bajadas no deberían ser un problema con una autocaravana
La conducción normal por carretera
La anticipación será nuestra mejor aliada para llegar a buen puerto con la Autocaravana. Las distancias de frenado se alargan, los adelantamientos se eternizan (casi mejor olvidarse) y las curvas han de abordarse de forma moderada. Realmente no es muy diferente que conducir una furgoneta grande, salvo porque es más sensible a las turbulencias provocadas por camiones y parapetos.
Es imprescindible asegurar todos los objetos y bloquear todas las puertas y armarios (las autocaravanas van preparadas para ello), ya que todo puede convertirse en improvisados misiles en caso de frenazo (imaginemos viajar en mitad de nuestra “cocina”, con cacerolas, cuchillos, platos, etc a nuestro alrededor)
Resumiendo, sin duda una gran experiencia para cualquier aficionado a conducir y probar cosas nuevas.
Siéntate en el butacón, prueba los múltiples reglajes del asiento (es casi imposible no sentarse agusto), ajusta los descomunales espejos, conciénciate de lo que vas a conducir y adelante!