Comparativa: ruedas convencionales vs neumáticos de invierno en pista deslizante y nieve

Neumáticos de invierno en nieve

En las últimas semanas hemos tenido jornadas de intensas nevadas por buena parte la Península Ibérica; especialmente en estos últimos días y, recordemos, a finales de la pasada Navidad, durante la festividad del Día de Reyes. Muchos conductores quedaron atrapados en las carreteras, bien fuera por falta información o por una mala conducta de quienes se aventuraron con sus vehículos ante un temporal sin tomar las medidas necesarias.

Recientemente hemos asistido a un evento de la campaña “Cambia de hábitos, cambia de neumáticos” promovida por la Comisión de Fabricantes de Neumáticos. El lugar escogido para las pruebas de neumáticos, comparando ruedas de invierno con neumáticos convencionales, fue el centro comercial de Xanadú, en Madrid, realizando los test tanto en una pista de superficie deslizante como en la propia SnowZone del centro comercial; es decir, en una pista de nieve. Dicho lo anterior, vamos a contaros nuestras sensaciones.

Tras una rueda de prensa en la que José Luis Rodríguez, director del Consorcio Nacional de Industriales del Caucho, nos representó las ventajas y diferencias en materia de comportamiento de neumáticos convencionales, allseason y ruedas de invierno llegaba el momento de ponernos al volante. Nuestro turno empezaría por la pista deslizante ubicada en el parking del citado centro comercial, donde nos esperaban unos Volkswagen Golf idénticos entre sí salvo por contar con neumáticos de invierno en unos casos y ruedas “normales” en otros.

Neumáticos de invierno VS neumáticos convencionales

Pruebas neumáticos de invierno

Primero realizaríamos una fuerte aceleración, de unos 15 metros para comprobar la motricidad de los coches con los diferentes tipos de neumáticos. En esta prueba los coches, de tracción delantera, tenían idéntica motorización y cambio de doble embrague, dejando activados los controles electrónicos. Para comparar de la forma más igualitaria posible, pusimos el cambio en modo deportivo y acelerábamos a fondo sin llegar a pulsar el botón kick-down.

Pese a que la diferencia de velocidad con la que salíamos de la zona resbaladiza no era muy grande, aproximadamente 28 km/h con ruedas de invierno y 25 km/h con las convencionales, las sensaciones eran muy diferentes. Con los neumáticos de invierno las ayudas electrónicas de tracción entraban en funcionamiento, pero muy puntualmente y sin apenas notarlas; mientras que con las ruedas “de verano” prácticamente no dejaban de actuar, notándose claramente por los ruidos que generan y, por supuesto, por el testigo de aviso en el cuadro de instrumentos.

Frenada de emergencia en superficie resbaladiza

De ahí pasábamos a la zona de frenado, realizando una frenada de emergencia a 50 km/h, igualmente sobre superficie deslizante. La diferencia entre ambos vehículos -equipados con neumáticos de distinto tipo, a la misma velocidad y frenando en el mismo punto- era de entre tres y cuatro metros. Distancia que se elevaría notablemente según incrementáramos la velocidad en el punto de inicio de la frenada

4 metros puede parecer poca diferencia, pero tened en cuenta que cuatro metros es lo que mide un coche del segmento B, tipo Renault Clio. Por lo que podemos pasar de llevarnos un leve susto a tener que reemplazar buena parte de nuestro frontal en caso de choque por alcance. En caso de atropello el disgusto sería mucho mayor. Además, si intentamos corregir la trayectoria en plena frenada, el neumático de invierno obedece mejor ante nuestras órdenes sobre el volante.

Ruedas de invierno en nieve

Pruebas neumáticos de invierno

Tocaba volver a entrar a la SnowZone del centro comercial de Xanadú. La organización había realizado un breve y simple trazado ascendente y descendente con algunas curvas para que, a los mandos de un Nissan X-Trail diésel 4×4 y cambio manual, pudiéramos apreciar el agarre de las ruedas de invierno. En este caso, no probaríamos neumáticos normales. Sinceramente, no creo que hubiéramos podido completarlo.

Una primera vuelta con la tracción 4×4 activada y el todo camino asciende y traza las curvas sin problemas si somos relativamente suaves con el gas. En caso de acelerar bruscamente, como es lógico, aparecen algunas perdidas de tracción y las ayudas entran en acción, pero mantenemos la sensación de control en todo momento. En el descenso, sorteamos el slalom de conos a una velocidad prudente y sin derivas.

Pruebas neumáticos de invierno

La segunda vuelta al trazado de nieve la hacemos sólo con tracción delantera, sin activar la tracción 4×4. Las pérdidas de adherencia del tren delantero son mayores, algo que era muy de esperar, pero seguimos avanzando con seguridad. Esta vez, en el descenso con slalom de conos, decidimos exigir un poco más y realizar fuertes frenadas con el coche girando. El ABS entra en acción rápidamente y, como es lógico, la adherencia es muy inferior de como lo sería en suelo seco, pero aun así nos sorprende para bien, guiando de forma correcta.

¿Qué diferencias hay entre un neumático de invierno y otro de “verano”?

Muchas. A simple vista, el dibujo de uno y otro nos hará distinguirlos fácilmente. Todos sabemos cómo son las ruedas normales; pero tal vez no todos hayáis visto unos neumáticos de invierno. En primer lugar, la altura del taco es algo mayor para las ruedas de invierno, cuyo objetivo es evacuar el máximo agua (o nieve o barro). También veremos que aparecen unos pequeñas ranuras o laminillas en los tacos, lo que aporta mayor adherencia en aceleración y frenada con suelo helado o nevado. Por último, los compuestos utilizados y fórmulas de cocción son diferentes, siendo notablemente más blandos los neumáticos de invierno.

Pruebas neumáticos de invierno

¿Cómo es el marcaje específico de las ruedas de invierno?

Con el objetivo de facilitar aún más la distinción de unos y otros, entre las siglas y numeraciones que aparecen en los perfiles de los neumáticos, podremos ver las inscripciones de “Mud and Snow” (Barro y Nieve) con las siglas MS, M+S o M&S. En este caso, son ruedas para invierno homologadas pero que no han sido sometidas a prueba en condiciones invernales.

El marcaje “3PMSF”, con un pictograma en el que se aprecia una montaña de tres picos y un copo de nieve en su interior, nos indica que ese modelo de neumático en concreto sí ha sido sometido a unas pruebas específicas invernales y que, además, las ha superado según el método de certificación ETRTO (European Ture Run Technical Organization).

¿Cuándo es recomendable instalar los neumáticos de invierno?

Pruebas neumáticos de invierno

Hay que tener en cuenta que todo depende del clima y la meteorología en que nos movamos normalmente. Si vivimos en Tenerife, por ejemplo, prácticamente podemos descartar su adquisición. Sin embargo, en la mayoría de la península las temperaturas son muy frías durante cuatro o cinco meses del año, con nevadas habituales en ciertas zonas y alturas respectos al nivel del mar.

Según expertos, el neumático de invierno ofrece un mejor agarre sobre asfalto seco cuando la temperatura ambiental, tomada como referencia (pues podemos tener un asfalto muy frío y temperatura ambiental más elevada), de 7 grados centígrados. Ni que decir tiene, que si por la zona geográfica por donde nos movemos nieva, llueve o hiela con frecuencia, las ruedas de invierno serán un gran aliado.

De este modo, sería aconsejable tener dos juegos de neumáticos, unos de invierno y otros de verano; instalando los de invierno aproximadamente en la temporada que va desde noviembre a marzo, volviendo a montar el juego de verano para el resto de temporada. En cualquier caso, esto es algo orientativo, pues, como decíamos, depende mucho de las zonas por las que circulemos.

Neumáticos de invierno en verano

Pruebas neumáticos de invierno

Muchos podréis tener la duda de qué pasa si utilizo unos neumáticos de invierno durante el verano. Antes de nada, decir que es algo totalmente legal, por lo que en lugares donde las temperaturas no son muy altas en verano, es incluso factible montar única y exclusivamente neumáticos de invierno.

En cualquier caso, en la mayoría de la península durante el verano se llega a temperaturas bastante altas. Decíamos anteriormente que los neumáticos de invierno aportan mayor agarre por debajo de los 7 grados respecto a las ruedas convencionales. Por encima de esos 7 grados la adherencia es algo inferior y su desgaste, al ser compuestos más blandos y por contar con tacos más agresivos, más rápido. Es por ello que se recomiende tener dos juegos de neumáticos, para aprovechar mejor las capacidades y durabilidad de cada uno de ellos.

¿Ruedas de invierno solo en el eje de tracción?

Pruebas neumáticos de invierno

Ya sabéis que las cadenas se instalan solo en el eje motriz, es decir, en el eje que envía la energía del motor al asfalto. En el caso de las ruedas de invierno, es más recomendable instalarlas en las cuatro ruedas. Si por cualquier razón solo podemos instalar un par, lo haremos en el eje de tracción, pero enseguida entenderéis el porqué de la recomendación de las cuatro ruedas de invierno.

En el caso de las cadenas, solo es necesario su uso en el eje motriz porque se reservan para un uso muy puntual en el que nos interesa un plus de adherencia para avanzar. A los neumáticos de invierno se les exige mucho más, tanto en seco como en superficies de baja adherencia, por lo que si solo llevamos estas ruedas en un eje iremos algo descompensados. En este caso, un coche de tracción delantera sería más propenso a trompear, mientras que uno de propulsión tendría un comportamiento más subvirador.

¿Con ruedas de invierno hacen falta cadenas?

Pruebas neumáticos de invierno

No, no hay que utilizar cadenas con neumáticos de invierno. Los neumáticos de invierno son sustitutos a las cadenas y, a decir verdad, notablemente más prácticos, cómodos y eficaces. Las cadenas de invierno solo sirven para avanzar cuando la capa de hielo o nieve es importante, debiendo desinstalarlas cuando toquemos asfalto limpio para evitar daños; mientras que las ruedas de invierno garantizan una buena adherencia tanto en esas condiciones complicadas como con suelo seco y asfalto muy frío, es decir, en todo momento.

Ventajas de los neumáticos de invierno respecto a los de verano en temporada invernal

  • Mayor capacidad de tracción en prácticamente cualquier situación.
  • Reducción del riesgo de aquaplaning.
  • Reducción de la distancia de frenado.
  • Posibilidad de circular sobre nieve con garantías y sin utilizar cadenas.

Ventajas de ruedas de invierno respecto al uso de cadenas

  • Podemos utilizarlos sobre cualquier superficie.
  • Es más seguro y mucho más cómodo al no tener que parar a montarlo y desmontarlo constantemente.
  • Algunas cadenas no son compatibles con todo tipo de coches o neumáticos.
  • Los neumáticos de invierno se pueden montar en los dos ejes de ruedas, compensando el comportamiento del vehículo. Las cadenas solo van en el tren motriz.

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