Prueba Citroën C1 1.2 PureTech 82 CV, urbanita con músculo (vídeo)

Prueba Citroën C1 1.2 Puretech 82 CV

Los coches pequeños están de moda. Prácticamente cualquier fabricante tiene su pequeño segmento A, se están reduciendo los tamaños de prácticamente cualquier segmento e, incluso, los SUV atacan nichos cada vez de menor tamaño. Pero para la ciudad hay reyes, combatientes de la jungla de asfalto donde el Citroën C1 que ponemos a prueba esta semana tiene mucho que decir.

Es, como sabes, una nueva generación que aterriza con dos hermanos. Los mismos dos hermanos. Junto al Toyota Aygo y al Peugeot 108, el C1 complemente el trío franco-japonés, un trío en el que el diseño, la personalización y en menor medida la tecnología, suben un peldaño. Lo probamos con músculo, con el motor más potente, un 1.2 PureTech de 82 caballos y cambio manual de 5 relaciones.

Mirada extraña

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¿Alguna vez te ha mirado alguien con una mirada extrañada? ¿Te has fijado que sus cejas dicen mucho más de lo que otros creen? Pues así te mira el Citroën C1, porque tiene cejas. Se acerca al nuevo diseño de la marca, donde los faros principales en el frontal quedan bajos y unas cejas en la parte superior mantienen otras funciones. Sorprende, no en vano, que las cejas del C1 no cumplen las funciones de luz diurna, sino las de intermitentes y luces de posición.

Las luces diurnas quedan abajo, en vertical, muy parecidas a las del DS 3, y es el único elemento que tira de tecnología LED. El pequeñísimo morro nos lleva hasta un pilar A donde encontramos otro de sus detalles de estilo, el techo flotante. El problema es que no es más que un vinilo que, si no nos fijamos demasiado pasa desapercibido, pero si lo hacemos veremos que no hay demasiada fluidez entre el corte del vinilo y la forma de las puertas. Pero bueno, al fin y al cabo es un coche asequible.

Prueba Citroën C1 1.2 Puretech 82 CV

Atrás cae completamente plano, con un portón completamente de cristal. La parte inferior es completamente negra y no deja ver lo que hay en el interior del maletero, para llegar a un paragolpes trasero sin apenas florituras. Los pilotos son grandes, mucho, y comparten formas con los del Peugeot, pero la firma lumínica es completamente distinta.

El Citroën C1 se ofrece con carrocerías de 3 y 5 puertas, siendo este último objeto de nuestra prueba. Y puede que la más interesante sabiendo que su enfoque es práctico. Adicionalmente podemos escoger un techo metálico o un techo de lona descapotable, sólo en la parte superior, y que responde al nombre de C1 Airscape. Mide 3,46 metros de largo, 1,61 metros de ancho y 1,46 metros de alto.

Interior funcional

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En el interior del Citroën C1 es donde nos damos cuenta de por qué te digo que los 108 y Aygo son dos coches gemelos al C1. El interior es calcado, y destaca por ser más funcional que estético. No hay demasiada floritura, y en el caso de nuestro coche de prueba, tampoco una variedad cromática especialmente distinguida. Cierto es que parte de la chapa de las puertas queda al descubierto e introduce color al interior con combinaciones llamativas como el rojo.

No hay demasiada fluidez de líneas, todo parece salir de cualquier parte. Así, la parte central del salpicadero se enmarca en una protuberancia con un panel en negro brillante en el frontal. La pantalla para el sistema multimedia de 7 pulgadas queda arriba del todo, en una buena posición, y lo cierto es que es bastante fácil de utilizar. La respuesta táctil es buena y, como pegas hablaría de demasiados reflejos con la incidencia del sol, y de la ausencia de un botón Home. En realidad lo hay, pulsando el botón inferior derecho, pero no va indicado.

Prueba Citroën C1 1.2 Puretech 82 CV

El cuadro de mandos sigue las mismas directrices, sale de la columna de dirección, de hecho se mueve con ella, y ofrece información básica. La prioridad se la lleva el velocímetro, mientras que en un apéndice a la izquierda está el tacómetro. Resulta de agradecer que esté presente, pero al ir en vertical puede resultar poco intuitivo de leer. A la derecha aparecen algunos testigos, mientras que en el pequeño y básico display central visualizaremos el ordenador de a bordo.

Si de calidad hablamos, te recuerdo que es un pequeño segmento A. No hay un solo plástico blando o mullido en todo el interior, ni en la parte superior del salpicadero. De hecho, el propio salpicadero parece formarse como un sólido bloque, en el que no hay crujidos ni grillos. El tacto de los botones podría ser mejorable, al igual que los mandos de la climatización más intuitivos, pero en general no es un interior desagradable.

Hueco para 4

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En un coche tan pequeño, como seguro habrás ya adivinado, difícilmente entran cómodamente 5 personas. Por eso el Citroën C1 se ha dejado de números y ha limitado a cuatro las plazas disponibles. Cierto es que algún apaño no podrás hacer, pero con esta configuración los pasajeros de la fila trasera van más holgados.

Las dos plazas son individuales y no hay ni reposabrazos ni demasiados lujos, sólo un posavasos en la consola central. Las ventanillas abren en formato compás, y sorprende que no haya tampoco altavoces en las puertas traseras. En cuanto a espacio, lo cierto es que se desenvuelve bastante bien. El espacio para las piernas es suficiente para su tamaño, y las cabezas van bien aojada sal haber centrado los asientos. La anchura no es problema por mucho que vayamos al gimnasio.

Prueba Citroën C1 1.2 Puretech 82 CV

En las plazas delanteras nos sentamos en dos asientos con reposacabezas integrados, bastante atractivos, aunque quita visión y luz a las plazas traseras. Son cómodos y la postura de conducción es bastante asequible de conseguir. La pena es que el volante tiene ajuste vertical pero no horizontal, para hacerlo todo aún más sencillo. Los huecos portaobjetos no sobran, pero en la consola central hay un hueco bastante grande donde dejar el móvil, la cartera o las llaves rápidamente. Si queremos tapar algo hay que ir a la guantera.

Maletero de 196 litros

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El Citroën C1 tiene un maletero de 197 litros de capacidad. Es una escasa cifra en números, pero las medidas del coche permiten poco más. No hay doble fondo, y de hecho, hay un acusado escalón entre el piso del maletero y la boca de carga. Esta última tampoco es demasiado baja respecto al suelo.

Ampliando maletero, podemos abatir los asientos traseros en dos parte simétricas. Con ello conseguiremos una capacidad máxima de 780 litros para nuestro maletero. Ahora bien, el suelo no es plano. Por otro lado, la parte trasera de los asientos traseros no va forrada. Puede resultar útil porque los objetos deslizan mejor, pero puede provocar algunos rasguños poco maquillables.

Pequeña bala

Prueba Citroën C1 1.2 Puretech 82 CV

De acuerdo, si atendemos al nombre y al segmento del coche, si atendemos a la potencia y si atendemos a un 0-100 km/h en unos discretos 10,9 segundos probablemente me tomarás por loco cuando te digo que el Citroën C1 1.2 PureTech 82 CV es un pequeño misil. Pero la realidad es que se mueve mejor, mucho mejor de lo que puedas pensar.

El motor 1.2 atmosférico de 3 cilindros es de la nueva familia PureTech de PSA. En esta ocasión ofrece 82 caballos de potencia a 5.750 vueltas y 118 Nm de par 2.750 vueltas. Son cifras que no sorprenden, pero si lo unimos a un escaso peso de 940 kilos entonces empieza a tener sentido. No voy a engañarte, cogí este C1 justo tras dejar un coche de 313 caballos, y me sorprendió lo bien que se movía.

Cuando arrancas te deja con un sonido añejo y unas cuantas vibraciones, en ese sentido no es una opción demasiado refinada, pero lo cierto es que le da carácter a un coche que para muchos no será más que un medio de transporte. El motor responde de forma bastante enérgica a las órdenes del acelerador y no hay modos ECO ni nada que interfiera en la respuesta propia del coche.

Prueba Citroën C1 1.2 Puretech 82 CV

Sube bien de vueltas, con una parte baja algo perezosa hasta aproximadamente 2.000 vueltas, pero a partir de ahí tenemos una zona media llena. La parte alta no es demasiado aprovechable, aunque llegaremos enseguida, pues las marchas no son especialmente largas. La caja de cambios peca de un tacto bastante esponjoso, pero lo cierto es que si sumamos todo lo anterior a una palanca de cambios larga y elevada, nos traslada a otra época con una sonrisa.

Lo mejor de todo es que todo esto no repercute en un consumo que es ciertamente reducido. Tras cerca de 500 kilómetros de prueba el ordenador de a bordo marcaba una media de consumo de 5,2 l/100 km, algo alejada de los 4,3 l/100 km que promete la homologación. En ciudad rondaremos los 6,5 l/100 km, a pesar de no contar con un sistema Stop/Start, y en carretera los 4,5 l/100 km están asegurados sin demasiado problema.

Ágil

Ya te he contado que es un coche que se mueve muy bien, de forma rápida, pero además es un coche ágil. Lógico por otra parte, pues su escaso tamaño le permite realizar movimientos rápidos y certeros. Que no deportivos, ojo. No busca en ningún momento un comportamiento dinámico o deportivo. Ni es su objetivo ni su mercado. Ni lo será.

Es cómodo por parte de las suspensiones, blandas, pero perfectas para su uso cotidiano en ciudad. No hay golpes secos de ningún tipo, algo a agradecer cuando circulamos por zonas rotas o badenes. Una vez en carretera abierta el balanceo es más acusado, pero en realidad es algo a lo que no vamos a dar importancia. Adicionalmente, los asientos de los que dispone sujetan francamente bien, a pesar de que los pétalos son bastante blandos.

Prueba Citroën C1 1.2 Puretech 82 CV

Una cosa que me ha sorprendido es la dirección. Y no todo por ventajas. Es una dirección bastante directa que, junto al escaso tamaño del coche, permite unos movimientos rápidos. Incluso la resistencia es agradable. El problema es que pocas veces he cogido un volante que transmitiera tan poca información a las manos. Entiendo que por usabilidad no planteará problemas en ciudad, pero en carreteras reviradas sufre de una gran falta de precisión.

En definitiva, es un coche que se mueve francamente bien, incluso sería capaz de decirte que si no vamos a sacarlo de ciudad podríamos conformarnos plenamente con el motor menos potente. El PureTech de 82 caballos es una opción de lo más interesante para un todo uso. Mueve mejor el coche con 4 persona a bordo, pero también si salimos a carretera con él. Sorprende cómo es capaz de acelerar y de mantener las velocidades. Es incluso divertido, por la forma en la que trabaja.

Conclusiones

Prueba Citroën C1 1.2 Puretech 82 CV

Citroën, junto con Toyota y Peugeot, ha lanzado una nueva generación de su segmento A. Una nueva generación que no supone una revolución. Es más vistoso, aún con un toque peculiar y personal, pero manteniendo las claves de un buen urbanita. Es muy pequeño, ligero y ágil, detalles a tener en cuenta en un coche de este tipo.

No destaca por calidad, ni tal vez tampoco por equipamiento, pero hay que abonarlo todo al precio. Ofrece todo lo que necesitamos, y su aspecto interior no es desagradable pese a la ausencia de plásticos de mayor calidad. El espacio es bastante correcto para su tamaño y el nuevo sistema multimedia será suficiente para los que verdaderamente necesiten seguir conectados en el coche. Cuenta, por cierto, con sistema Mirror Link, al que no conseguí conectarme con un Samsung Galaxy S5. Si de niveles de equipamiento hablamos, el nivel intermedio Feel ya resulta interesante. El Live básico es extremadamente básico.

Prueba Citroën C1 1.2 Puretech 82 CV

El motor a elegir es el PureTech 82 CV. Mueve el coche con extrema soltura, y no por ello peca de unos consumos elevados, al contrario. Puede que si buscamos precio el motor inferior de 68 caballos sea suficiente, el único motor por cierto que podemos asociar al cambio automático ETG. No es el summum del refinamiento, pero a veces no hay que hurgar tanto en ese apartado, porque el C1 es verdaderamente fácil y divertido de conducir, algo que no todos pueden decir.

Equipamiento Citroën C1

Live

Citroën C1 Live

  • Ayuda al arranque en pendiente
  • Luz diurna LED
  • Asiento trasero abatible

Feel

Citroën C1 Feel

  • Limitador de velocidad
  • Aire acondicionado
  • Cierre centralizado
  • Elevalunas eléctricos
  • Asiento trasero abatible 50/50
  • Radio MP3

Shine

Citroën C1 Shine

  • Tacómetro
  • Retrovisores de ajuste eléctrico y térmicos
  • Marcos de ventanillas cromados
  • Volante en cuero
  • Tiradores de puertas en color carrocería
  • Pantalla de 7 pulgadas con Mirror Link
  • Bluetooth
  • Llantas de aleación de 15 pulgadas

Precios Citroën C1

Prueba Citroën C1 1.2 Puretech 82 CV

Modelo Motor Cambio Acabado Precio 3p Precio 5p
C1 VTi 68 CV Manual 5v Live 10.250 euros 10.550 euros
C1 PureTech 82 CV Manual 5v Feel 12.100 euros
C1 VTi 68 CV ETG 5v Feel 12.800 euros
C1 PureTech 82 CV Manual 5v Shine 13.150 euros
C1 Airscape PureTech 82 CV Manual 5v Shine 13.850 euros 14.150 euros
C1 Airscape VTi 68 CV ETG 5v Feel 13.950 euros

Opinión del editor

Citroën C1 1.2 Puretech 82 CV
  • Valoración del editor
  • Puntuación 3.5 estrellas
10.250 a 14.150
  • 60%

  • Citroën C1 1.2 Puretech 82 CV
  • Reseña de:
  • Publicado el:
  • Última modificación:
  • Diseño exterior
    Editor: 70%
  • Diseño habitáculo
    Editor: 55%
  • Plazas delanteras
    Editor: 80%
  • Plazas traseras
    Editor: 70%
  • Maletero
    Editor: 60%
  • Mecánica
    Editor: 90%
  • Consumos
    Editor: 85%
  • Confort
    Editor: 75%
  • Precio
    Editor: 80%

Pros

  • Diseño fresco y desenfadado
  • Respuesta del motor
  • Consumo

Contras

  • Detalles de acabado
  • Tacto de la dirección
  • Volante sin ajuste horizontal

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