El Ford Focus siempre ha sido una institución dentro de la marca del óvalo. El compacto lleva dando guerra desde 1998 y desde entonces ha sido un éxito en ventas. Llegaba para suceder a otro modelo mítico como fue el Ford Escort y desde el principio ha habido variantes deportivas. Para encontrarnos por primera vez con el Ford Focus ST nos tenemos que desplazar hasta el año 2002, cuando la denominación ‘Sport Technologies llegaba para quedarse .
Por aquel entonces el Focus ST de primera generación montaba un motor de gasolina Zetec de 2.0 litros que alcanzaba 170 CV de potencia. También quedaba por debajo de un RS como pasa actualmente. Con el paso a la segunda generación las cosas cambiaron en este deportivo. Se pasó a utilizar un gasolina 2.5 de cinco cilindros que desarrollaba 225 CV, mucho más prestacional y tragón. La tercera y actual generación volverá a los cuatro cilindros con el 2.0 EcoBoost de 250 CV que probamos.
El Ford Focus ST como ya sabemos se ofrece con la carrocería compacta de 5 puertas y con la carrocería familiar SportBreak. Pero una de las principales novedades que trae el actual modelo es la introducción por primera vez de una mecánica diésel. El 2.0 TDCi se une a la gama ST con sus 185 CV de potencia y la ventaja de tener unos consumos contenidos con unas prestaciones notables. Tanto es así que se espera que se vendan más o menos por igual el motor gasolina y el diésel. Aunque nosotros para esta prueba nos quedamos con los 250 CV del gasolina.
Muy muy llamativo
Si queremos empezar hablando del Ford Focus ST tenemos que decir que dentro de él será imposible pasar desapercibido. Si bien es cierto no soy un gran admirador del Focus normal, hay que reconocer que esta versión se ha desmarcado y mucho de él. Huye de los convencionalismos, cumpliendo algo que echábamos un poco en falta en el Peugeot 308 GTi. Y ya si se escoge el color Amarillo Sport para la carrocería, como el que lleva nuestra unidad y que es opcional por 1.250 euros, convertiremos al ST en un imán de miradas.
Los cambios del ST frente al Focus convencional son muy evidentes. El paragolpes delantero es específico, más ancho y atractivo que el de serie. Destaca por su parrilla hexagonal de nido de abeja que integra las siglas ST en un lateral y que desplaza la insignia del óvalo a la parte superior, lindando con el capó. Un capó que tendrá unas marcadas nervaduras que resaltan su carácter. No podemos dejar de mencionar los nuevos faros delanteros, que son más estrechos y estilizados.
Si seguimos avanzando por el lateral, nuestros ojos se centrarán sobre las llamativas llantas de 19 pulgadas (18 pulgadas de serie). Con su color negro brillante contrastarán a la perfección con el tono ‘amarillo-anaranjado’ de la carrocería. Por no hablar de sus pinzas de freno en color rojo. Para seguir con la deportividad del conjunto se han instalado unos prominentes faldones laterales y se han tintado los cristales.
Pasamos a la zaga, una de las zonas donde más nos debemos centrar en el Ford Focus ST. Comenzamos por arriba, ya que del techo parte un alerón trasero que integra la luz de freno. La luneta trasera tiene unas dimensiones bastante contenidas, mientras que los pilotos se mantienen intactos. El paragolpes si que es diferente en esta versión deportiva, más ancho y llamativo. Aunque sin lugar a dudas lo que más destaca es su escape, una salida doble situada en el centro y con una curiosa forma poligonal.
Calidad y deportividad para el interior
Cuando pasamos al habitáculo del Ford Focus ST, al momento sabremos que no estamos en un Focus cualquiera. Lo decimos sobre todo por sus asientos deportivos firmados por Recaro, que van en cuero negro con las siglas ST bordadas y con las costuras en blanco haciendo contraste. Esta configuración y la firma de Recaro se extienden también en las plazas traseras. Unos asientos notables, contando con la ventajas de que en nuestra unidad las plazas delanteras son calefactables y regulables eléctricamente.
Vamos a seguir hablando de detalles específicos que solo encontraremos en este Focus ST. Tenemos que resaltar el volante multifunción de tres radios, que va forrado en cuero y que en la parte inferior recibe una moldura con las siglas ST. El tacto será sobresaliente, al igual que el de sus pedales deportivos de aleación. La palanca de cambios tiene un aspecto metálico y el número de la marca va pintado en rojo. Sobre el salpicadero encontramos tres relojes que indican la temperatura y presión del aceite, además de presión de soplado del turbo.
Cuando abrimos las puertas, encontramos un detalle curioso que se extiende en la gama Focus. Opcionalmente se instalan unas protecciones plásticas que cubren el marco de la puerta justo al momento de abrirla. En situaciones normales están escondidas y solo se despliegan con la apertura, evitando que la carrocería se raye con los típicos golpes cuando aparcamos demasiado cerca de una pared. Además si miramos hacia abajo alcanzamos a ver en los umbrales puertas un gráfico con las siglas del modelo que se ilumina por la noche.
Por lo demás encontraremos lo mismo que en cualquier Focus, con la virtud de tener un equipamiento muy completo. Nuestro Ford Focus ST se presentaba con el sistema multimedia SYNC 2 que viene ligado a una pantalla táctil de 8 pulgadas. su funcionamiento es muy intuitivo y cuenta con la ventaja de poder dividir la pantalla en cuatro partes pudiendo ver distintos tipos de información. También hay mucha tecnología, con sistemas de ayuda a la conducción tales como lector de señales, control del cambio involuntario de carril o asistente de frenada de emergencia.
Espacio suficiente
Que el Ford Focus ST sea un compacto deportivo no quiere decir que no sea utilizable para el día a día. En la mayoría de aspectos tendrá la misma habitabilidad que un Focus normal, pero también habrá una serie de diferencias. Comenzamos por los asientos deportivos que encontramos en las plazas delanteras. Sus condiciones son perfectas para una carretera de montaña, ya que ni la más revirada de las curvas conseguirá que te muevas. Esto tiene una desventaja: son tan estrechos que pueden ser algo molestos en viajes largos.
Pasando a la segunda fila de asientos, en nuestra unidad también viene firmada por Recaro. Tiene una clara disposición para dos ocupantes, por lo que la plaza central será más estrecha. Si viajamos en los laterales la comodidad estará servida, pero como decimos el quinto pasajero estará más incómodo debido a las formas y rigidez de la plaza del medio. El espacio para las rodillas y para la cabeza está bastante bien, en la línea de otros modelos de este segmento.
El maletero del Ford Focus ST no será uno de los puntos más fuertes. Cubica 363 litros, lo que significa que está un poco por debajo de la media del segmento. Le superan algunos modelos como el Peugeot 308 GTi, SEAT León Cupra o Volkswagen Golf GTI. Cuenta con la ventaja de tener unas formas aprovechables y de alcanzar los 1.148 litros con los asientos traseros abatidos. Debajo del piso encontramos un subwoofer además de la rueda de repuesto. Pertenece al sistema de sonido Sony opcional, con diez altavoces.
2.0 EcoBoost 250 CV
La mecánica que encontramos bajo el capó de nuestro Ford Focus ST es el gasolina 2.0 EcoBoost 250 CV. Este bloque de 2.0 litros, turboalimentado y de cuatro cilindros en línea será la opción más potente en la gama Focus por detrás del recién lanzado RS. Desarrolla 250 CV a 5.500 rpm y 360 Nm de par entre las 2.000 y las 4.500 rpm. Es la mecánica más prestacional del Focus ST, pero habrá otra opción. Por primera vez se ofrece un diésel, el 2.0 TDCi con una potencia de 185 CV y 400 Nm. Nuestra unidad es la de gasolina y la verdad es que lo preferimos.
Ambas motorizaciones solo estarán disponibles con la tracción delantera. La tracción total quedará de momento relegada únicamente al Focus RS. Nuestro 2.0 EcoBoost solamente puede ser estar ligado a un cambio manual de seis velocidades. En el caso del 2.0 TDCi, además de esta caja manual también habrá una automática Powershift de seis marchas. A lo mejor es mucho pedir, pero no le haríamos ascos a la opción de una transmisión automática con levas al volante en el gasolina.
A bordo del Ford Focus ST las sensaciones serán bastante intensas. La marca del óvalo nos promete un 0-100 km/h en 6,5 segundos y una velocidad máxima de 248 km/h. Unas prestaciones algo por debajo del 308 GTi que pasó por nuestras manos, pero que nos dejarán un buen sabor de boca. También es algo más pesado aunque se mantiene en forma y arroja sobre la balanza 1.362 kg. Lleva de serie el sistema Start-Stop y esto hace que consiga un consumo medio homologado de 6,8 l/100km, aunque será una cifra bastante optimista.
Perfecto para divertirse
Llega el momento de ver lo que nos ofrece el Ford Focus ST. Encajamos la espalda en sus ceñidos asientos, pulsamos el botón que da vida al motor y empezamos a recibir sensaciones. No hay que recorrer muchos kilómetros para darnos cuenta de que tenemos entre manos algo ‘bastante gordo’. Aunque el sonido está demasiado simulado y echamos en falta algo más de ‘mala leche’. Este fallo queda solventado por la flexibilidad que nos da su mecánica EcoBoost, en la que encontramos potencia en todos los regímenes.
Además la entrega es muy lineal desde abajo, no hay que olvidar que el par máximo está presente entre las 2.000 y las 4.500 rpm. La aguja del cuentarevoluciones sube rápidamente y cuando nos queremos dar cuenta está rozando las 6.500 rpm al mismo tiempo que se dibuja una sonrisa traviesa en nuestra cara. De esta forma nos damos cuenta que los adelantamientos y otras maniobras son pan comido para el Focus ST debido a unas recuperaciones sobresalientes.
Destaca por una agilidad envidiable que lo convierte en un coche divertido. Su carácter nos lleva directamente a las carreteras más reviradas para comprobar de qué es capaz. Lo cierto es que el paso por curva del Focus ST es bastante rápido y estable tanto en giros cerrados como en otros más abiertos. Si lo forzamos podremos comprobar que es un vehículo ligeramente subvirador, con una tendencia a moverse de atrás, aunque nada preocupante. Nos gustan las emociones fuertes.
Algo que echamos en falta en el compacto deportivo y que llevan algunos de sus rivales son los modos de conducción. Aquí no tendremos varias opciones para modificar algunos parámetros dependiendo de la situación. Lo que sí podremos hacer será poner el control de estabilidad en modo Sport, que consigue que haya una menor intervención de la electrónica, que entrará en juego más tarde. También se nos permite desconectar totalmente las ayudas, algo que no es del todo recomendable en carretera abierta.
Notable en el apartado dinámico
Mecánica potente y flexible, chasis equilibrado y que permite diversión, ¿qué más encontramos en el Ford Focus ST? Hay que hablar de un sistema llamado Electronic Torque Vectoring Control, que hará las funciones de un autoblocante. Esto significa que en curvas llegará mas par a la rueda exterior que a la interior, mejorando considerablemente la tracción. Además de esta ayuda electrónica, también tendremos más tradicional. Los neumáticos Michelin Sport Pilot 3 con medidas 235/35 R19 ayudan a que se pegue al suelo con firmeza.
El tarado de la suspensión en este modelo también será bastante más firme en que en un Focus normal. Recibe nuevos amortiguadores para asegurar su deportividad y sin embargo no nos parece incómoda para el día a día. Puede que suframos un poco más en los enormes badenes que pueblan muchas de nuestras carreteras, pero luego sacaremos partido a su dureza. De los frenos tenemos que destacar su efectividad, con una potencia notable y fáciles de dosificar.
Si hay un punto que no nos termina de convencer en el Ford Focus ST probablemente sea su dirección. La marca americana presume de lo directa que es, con solo 1,8 vueltas entre los topes. Sin embargo, no termina de transmitirnos lo que demandamos en un coche de estas características. Se nos antoja demasiado asistida por la electrónica y esto nos aleja un poco de lo que pasa entre las ruedas y el asfalto. La parte positiva será la facilidad que tendremos para maniobrar en ciudad, así como para aparcar.
Como ya habéis podido comprobar a estas alturas, el Ford Focus ST es un deportivo nato y por lo tanto no destacará en cuanto a consumos. Incluso en viajes por autopista a velocidades legales será difícil rondar los 7 litros e imposible llegar a las cifras de homologación. Nuestra prueba termina con un consumo medio de 8,9 l/100km. También hay que decir que no hemos buscado en ningún momento una conducción eficiente. El Ford Focus ST es un coche para disfrutar y sus dueños acostumbrarán a gastar bastante más de lo citado.
Para terminar
El resumen es que el Ford Focus ST 2.0 EcoBoost 250 CV es un vehículo muy a tener en cuenta si buscamos un compacto deportivo. Si queremos diferenciarnos del resto será una opción perfecta debido a su estética atrevida con la que es imposible pasar desapercibido. Las llantas, alerón o doble salida del escape no dejarán a nadie indiferente, También se encuentra exclusividad y calidad en su interior, plagado de elementos específicos. La deportividad la pondrán sus asientos Recaro que abrazan con fuerza cualquier cuerpo.
El bloque de gasolina es muy aprovechable y contundente. Reacciona a cualquier insinuación de nuestro pie derecho y se combina a la perfección con un chasis notable. El Focus ST es muy divertido de conducir y aporta sensaciones muy positivas cuando estamos al volante. Además cuenta con la ventaja de tener un precio bastante atractivo. Parte de 25.705 euros y esto lo coloca por debajo de la mayoría de sus rivales directos.
Equipamiento Ford Focus ST
Ford Focus ST
- Llantas de aleación de 18 pulgadas
- Faldón frontal, laterales y difusor trasero con doble salida del escape central
- Asientos delanteros deportivos Recaro en cuero parcial
- Radio/CD MP3 con pantalla de 3,5 pulgadas, puerto USB y seis altavoces
- Climatizador automático bizona
- Exclusivo panel de instrumentos ST
- Sensor de luces y de lluvia
- Retrovisor interior autocrómico
- Consola central premium con reposabrazos
- Elevalunas eléctricos delanteros y traseros
- Pomo de la palanca de cambios en cuero diseño exclusivo ST
- Embellecedor umbrales de puerta con logotipo ST
- Alfombrillas exclusivas ST delanteras y traseras
- Airbags frontales, laterales y de cortina
- Frenos antibloqueo ABS
Ford Focus ST+
- Equipamiento ST
- Faros Bi-Xenón HID
- Luces diurnas delanteras y traseras LED
- Asientos delanteros deportivos Recaro con tapicería en cuero y calefactables
- Asientos de conductor y pasajero con ajuste eléctrico en 8 posiciones
- Asientos traseros individuales Recaro
Precio Ford Focus ST en España
Motor | Cambio | Acabado | Precio 5p | Precio SportBreak |
---|---|---|---|---|
Motor | Cambio | Acabado | Precio 5p | Precio SportBreak |
2.0 EcoBoost 250 CV | Manual 6v | ST | 25.705 € | 26.655 € |
2.0 EcoBoost 250 CV | Manual 6v | ST+ | 28.205 € | 29.155 € |
2.0 TDCi 185 CV | Manual 6v | ST | 26.155 € | 27.105 € |
2.0 TDCi 185 CV | Manual 6v | ST+ | 28.655 € | 29.605 € |
2.0 TDCi 185 CV | Auto 6v | ST | 27.955 € | 28.905 € |
2.0 TDCi 185 CV | Auto 6v | ST+ | 30.455 € | 31.405 € |
Opinión del editor
- Valoración del editor
- Puntuación 4 estrellas
- Excelente
- Ford Focus ST 2.0 EcoBoost 250 CV
- Reseña de: Mario Nogales
- Publicado el:
- Última modificación:
- Diseño exterior
- Diseño habitáculo
- Plazas delanteras
- Plazas traseras
- Maletero
- Mecánica
- Consumos
- Confort
- Precio
Pros
- Atractivo estéticamente
- Buenas prestaciones y comportamiento
- Precio competente
Contras
- Tacto de la dirección
- Consumos algo elevados
- Si tienes dinero irás a por el Focus RS
Me encanta este coche
Vaya viaje bueno nos pegamos con el ST
buena prueba….ya tenia ganas de que alguien lo probara……en este color es el que mas me gusta…superlativo; ¿ cual se agarra mas este st ó el idolatrizado golf gti?