Honda es una de esas marcas que, por unas cosas u otras, no tienen un fuerte tirón comercial en nuestro país. Sin embargo, la marca japonesa no deja de ser una alternativa interesante. Hoy probamos el Honda HR-V, un crossover que presume de un diseño diferenciado respecto a su competencia y de un habitáculo muy espacioso. Lo probamos en el nivel de acabado Executive y con el único motor diésel disponible, el 1.6 i-DTEC de 120 CV.
Aunque durante la primera mitad de 2018 solo ha matriculado 1.300 unidades en nuestro país, lo cierto es que se posiciona como una alternativa a tener en cuenta por su buen rodar, respuesta más que suficiente y amplitud tanto para los pasajeros como en el maletero. Con una longitud de 4,29 metros, se sitúa “a caballo” entre los segmentos B-SUV y C-SUV.
No tiene un diseño revolucionario, pero sí diferenciado
Aunque el Honda HR-V no tiene un diseño revolucionario, su estética tiene un claro sello japonés, un sello propio de Honda. En este caso no es tan arriesgado como el Civic o como uno de sus rivales principales, el Nissan Juke, pero no podemos tildarlo de falta de personalidad. Como es habitual, echemos un vistazo a su estética empezando por el frontal.
En este caso la H de la marca nipona se ubica sobre un plástico negro brillante atravesado por una fina lama cromada. A sus extremos nacen las ópticas de luces, que cuentan con LED para cortas y luz diurna, utilizando una bombilla halógena para largas. El paragolpes se ve muy voluminoso en los extremos y muy estrecho en el centro, dando paso a una pequeña entrada de aire inferior y espacio para las luces de antiniebla.
Como en todo crossover, y desplazándonos para conseguir una vista lateral, no faltan protecciones oscuras en los bajos y en los pasos de rueda, como tampoco unas llantas estilizadas. Llamarán la atención las manillas de apertura en las puertas traseras, que en este caso se encuentran “ocultas” en la parte final de las ventanillas.
Ya en su retaguardia encontramos unos pilotos de LED bastante grandes, divididos entre las aletas y el propio portón. Y hablando del portón, tiene una gran superficie, lo que permite dejar una boca de carga casi enrasada con el piso del maletero para mejorar su acceso, aunque debemos tener cuidado si queremos abrirlo en un aparcamiento estrecho. Por último, en la parte alta nace un tímido spoiler que le otorga algo de deportividad estética.
Las dimensiones exteriores del Honda HR-V son 4,29 metros de largo, 1,77 de ancho y 1,60 de alto. Por su parte, la distancia entre ejes es de 2,61 metros.
Calidad en materiales, pero elementos algo anticuados visualmente
Pasamos al interior, donde encontramos una mayor diferenciación respecto a los modelos europeos. No hay ni rastro de simetría en el salpicadero, buscando una mayor orientación hacia el conductor y, dicho sea de paso, practicidad a la hora de manejar la pantalla principal o los mandos del climatizador. Personalmente, reconozco que esa lógica me gusta.
Lo que no me gusta tanto es, por ejemplo, que el climatizador se controle mediante una pantalla táctil. Es cierto que es independiente y no está integrada en la principal, pero al no tener botones físicos nos obliga a desviar la mirada. Tampoco soy nada fan del uso del famoso negro brillante, el cual aparece al inicio de la consola central, en los alrededores de la palanca de cambios, pues atrapan suciedad prácticamente con mirarlos. Espero que esta moda pase rápido.
La pantalla principal, destinada para el sistema de infoentretenimiento del vehículo es táctil y de 7 pulgadas. Permite sincronizarlo con nuestro smartphone, pero no resulta muy intuitiva ni rápida a la hora de manejarse. En este sentido se nota que el Honda HR-V ya lleva unos años en el mercado, como ocurre en el cuadro de instrumentos, que aunque se visualiza de forma correcta y nos da suficientes informaciones, tiene un diseño algo anticuado.
Por lo demás, las calidades percibidas en el habitáculo del Toyota HR-V, al tocar y forzar algunos materiales, son bastante buenas, y eso que no recurre a muchos materiales mullidos. El volante, a mi gusto, tiene un tacto, grosor y diámetro muy acertado, aunque también es cierto que peca de llevar bastantes botones, lo que conlleva un periodo de adaptación.
Cuenta con varios huecos para dejar objetos, pero no me termina de convencer el espacio oculto bajo la consola, pues queda algo lejos y, al no quedar fácilmente al alcance de la vista, es fácil que nos dejemos algo sin querer. En él, además, tenemos dos tomas USB, una HDMI y un punto de corriente a 12 voltios, por tanto, ya podrás imaginar que conectar el cable no siempre se logra a la primera.
Gran espacio, tanto para los ocupantes como en el maltero
Como decía al inicio, el Honda HR-V es un B-SUV de los más grandes de la categoría, quedando muy cerca del segmento superior. Esto, junto a un estudiado aprovechamiento del habitáculo le otorga un interior muy amplio; siendo uno de los coches más espaciosos del mercado. En las plazas delanteras, como es habitual, no hay problemas para dos adultos, pero veamos qué hay de la segunda fila.
Las plazas traseras destacan especialmente por el generoso espacio para rodillas y pies. Un ocupante de 1,90 no rozaría con sus rodillas en el respaldo delantero. En altura la distancia no es mala, pero sería todavía mucho mejor si nuestra unidad no contara con techo solar, que siempre reduce unos centímetros esta cota. Su punto débil -o menos fuerte- es la anchura, pues tres adultos irán muy apretados. Destacar que estas plazas traseras cuentan con regulación en inclinación del respaldo y que, además, el túnel de transmisión es muy poco intrusivo.
La otra gran ventaja del Honda HR-V es la capacidad del maletero. Abrimos el portón y, como hemos citado más arriba, la boca de carga es muy amplia y se encuentra prácticamente a ras del piso. En total cubica 470 litros, que es una cifra muy alta para un coche de esta categoría, contando con el gran doble fondo del suelo en el que podemos “esconder” sin problemas varias bolsas o mochilas de contenido tamaño.
Si abatimos los asientos posteriores obtenemos una capacidad de carga de hasta 1.533 litros, pero me gustaría citar especialmente los asientos Magic Seat de este Honda HR-V, pues también es una de sus características más llamativas. Y es que podemos levantar de forma muy sencilla la base de los asientos traseros, pivotando desde delante, y tumbar los respaldos, quedando un espacio muy aprovechable.
Gama mecánica y motor 1.6 i-DTEC
La variedad mecánica del Honda HR-V es escasa. Solo podemos escoger entre tres configuraciones diferentes, no habiendo posibilidad en nuestro país de contar con tracción total. En cualquier caso, los ángulos inferiores de la carrocería tampoco invitan a ello. De este modo, tenemos un motor 1.5 i-VTEC de gasolina con 130 CV, que puede ser manual o automático (con caja CVT), y un diésel 1.6 i-DTEC de 120 CV manual.
Nuestra unidad viene equipada con este último, el diésel. Este 1.6 de 16 válvulas, que se asocia obligatoriamente a un cambio manual de seis marchas, desarrolla 120 CV a 4.000 vueltas y 300 Nm desde 2.000. Las prestaciones homologadas son una velocidad máxima de 192 km/h y un 0 a 100 en 10 segundos, declarando un consumo mixto en ciclo NEDC de 4,1 litros cada 100 kilómetros.
Comportamiento del Honda HR-V
Ya hemos visto toda la teoría, pero ahora llega el momento de ver qué tal se comporta y qué sensaciones transmite al conductor. Y desde ya te adelanto que las impresiones a los mandos de este Honda HR-V han sido muy buenas en casi todas las circunstancias.
Empezando con el motor, destacar que ha sido uno de los SUV en los que hemos obtenido cifras de consumo más bajas. Durante los 900 kilómetros de prueba que hemos recorrido con este crossover, el cuadro de instrumentos casi nunca ha informado de valores superiores a los 5 litros, obteniendo un consumo final de 4,8 litros. La conducción ha sido normal, por todo tipo de vías, sin buscar ahorro de combustible en ningún caso y practicando una conducción “alegre” en muchos momentos. En ese sentido, un 10 para el propulsor diésel.
En cuanto al funcionamiento, desde ralentí y hasta las 1.700 rpm aproximadamente, su entrega de energía es baja y el “lag” algo acusado, pero a partir de ahí ofrece una patada importante y contundente. Parece un potente motor diésel de hace unos años en ese sentido. En cuanto a ruidos, es cierto que, especialmente en aceleraciones intensas, deja notar su condición de diésel, pero manteniendo ritmos estables no se percibe.
Me ha gustado mucho el tacto del cambio. El pomo es estrecho, los recorridos cortos y las inserciones transmiten cierto tacto deportivo (sin ser duras), por lo que no resulta incómodo utilizar la caja de cambios cuando es necesario. Por lo tanto, al menos a mí, me ha resultado gratificante.
La suspensión del Honda HR-V tiene un tarado ligeramente duro, lo que permite realizar una conducción ágil por carreteras de curvas sin que aparezcan claros signos de balanceos. Además, el agarre lateral es elevado y la dirección es suficientemente precisa y directa por lo que otorga bastante confianza en carreteras sinuosas.
Pese a esa configuración ligeramente dura, no resulta un coche incómodo a la hora de conducir por ciudad o al recorrer largos trayectos por autopista. Es cierto que algunos baches o irregularidades bruscas se dejan notar, pero lo cierto es que suele filtrar bastante bien y no fatiga al conductor y ocupantes. A alta velocidad se muestra muy aplomado, con buena pisada.
Concluyendo
En resumen, el Honda HR-V es un coche que nos ha resultado bastante satisfactorio. Es muy amplio en su habitáculo y maletero, ofrece una buena respuesta dinámica y gasta poco combustible. También tiene cosas a mejorar, como el sistema de infoentretenimiento o el diseño del cuadro de instrumentos, pero entendemos que es bastante más importante todo lo anterior.
Dentro del segmento B-SUV es de los más grandes, por lo que es rival directo (por tamaño y espacio) del Dacia Duster y de algunos modelos pequeños de la categoría C-SUV. El precio de partida del Honda HR-V, según el configurador de la marca, es de 22.350 euros, elevándose hasta los 29.050 euros en nuestra unidad que, recordemos, es la más equipada y cara de todas.
Equipamiento Honda HR-V
Comfort
- Control de crucero adaptativo
- Bluetooth manos libres
- Asientos delanteros calefactables
- Frenada de emergencia automática en ciudad
- Sensor de luces
- Honda Magic Seats
- Sistema Idle Stop
- Tiradores exteriores puertas traseras integrados
- Retrovisores con ajuste eléctrico
Elegance (añade a comfort)
- Reconocimiento de señales de tráfico
- Aviso de cambio involuntario de carril
- Sensores de aparcamiento
- Control de crucero adaptativo
- Sensor de lluvia
- Honda Connect
- Aviso de colisión frontal
- Antinieblas delanteros
Executive (añade a Elegance)
- Honda Connect Navi
- Cámara de marcha atrás
- Techo solar panorámico
- Apertura y arranque sin llave
- Faros de LED
Precios Honda HR-V
Motor | Cambio | Acabado | Precio |
---|---|---|---|
Motor | Cambio | Acabado | Precio |
1.5 i-VTEC 130 CV | Manual 6v | Comfort | 22.350 € |
1.5 i-VTEC 130 CV | Automático CVT | Comfort | 24.300 € |
1.6 i-DTEC 120 CV | Manual 6v | Comfort | 24.150 € |
1.5 i-VTEC 130 CV | Manual 6v | Elegance | 24.300 € |
1.5 i-VTEC 130 CV | Automático CVT | Elegance | 25.300 € |
1.6 i-DTEC 120 CV | Manual 6v | Elegance | 26.100 € |
1.5 i-VTEC 130 CV | Manual 6v | Executive | 27.250 € |
1.5 i-VTEC 130 CV | Automático CVT | Executive | 28.250 € |
1.6 i-DTEC 120 CV | Manual 6v | Executive | 29.050 € |
Opinión del editor
- Valoración del editor
- Puntuación 4.5 estrellas
- Excepcional
- Honda HR-V 1.6 i-DTEC 120 CV Executive
- Reseña de: Diego Ávila
- Publicado el:
- Última modificación:
- Diseño exterior
- Diseño habitáculo
- Plazas delanteras
- Plazas traseras
- Maletero
- Mecánica
- Consumos
- Confort
- Precio
Pros
- Habitabilidad interior y gran maletero
- Comportamiento dinámico excelente
- Consumo muy ajustado
Contras
- Detalles interiores algo anticuados
- Precio
- Escasa variedad mecánica