El Nissan Qashqai es un superventas. La marcaha vendido más de un millón de unidades del Qashqai (desde 2007) y el Qashqai+2 (desde 2008). En España Nissan ha vendido más unidades del Qashqai que del resto de la gama juntos, estando siempre en las primeras posiciones de ventas absolutas. Tal es el éxito del Nissan Qashqai que la marca ya no comercializa un compacto (normalmente el segmento que más ventas acapara) tras dejar de fabricar el Nissan Tiida, aunque seguramente vuelva al segmento en breve.
El Nissan Qashqai que hoy probamos es el modelo que salió a la venta a mediados del 2010 pero con el nuevo motor 1.5 dCi de 110 CV que sustituye al anterior de 1.5 dCi de 106 CV. El acabado es el intermedio Acenta pero aun así es suficientemente agradable y trae el equipamiento necesario como para que sea una buena opción de compra.
Diseño exterior
La línea del Nissan Qashqai ya es suficientemente conocida como para extenderse en hablar de ella. Es la imagen típica de un SUV moderno, es decir, un compacto con una carrocería algo más alta, musculada y con una altura libre al suelo mayor de lo habitual. Es un diseño que gusta y atrae compradores porque aparenta ser más coche de lo que es, transmite una mayor sensación de seguridad (aunque no tenga que ser necesariamente así) y su puesto de conducción sobreelevado ofrece confianza al conductor.
Diseño y espacio interior
El Nissan Qashqai tiene unas plazas interiores amplias aunque no destaca por su anchura. En ese sentido es más estrecho que algunos compactos aunque de cualquier manera cuatro personas viajarán cómodamente y con sensación de amplitud. La principal ventaja es la altura libre al techo, acentuada por la banqueta trasera sobreelevada. Personas muy altas se sentarán a gusto en el Qashqai, tanto en las plazas delanteras como en las traseras. El acceso al coche es bueno, aunque el hueco que queda al abrir las puertas traseras es algo pequeño.
Los asientos tienen un mullido muy blando, pero curiosamente no se muestran incómodos con el paso de los kilómetros. Lo he conducido varias horas seguidas y no he tenido esa sensación de “hundirme” en el asiento como suele ocurrir cuando el mullido es blando. Al contrario, da sensación de ofrecer un apoyo firme y una buena sujeción lateral. El asiento cuenta con reglaje en altura, longitudinal, del respaldo, apoyo lumbar y de reposacabezas (de tipo activo). El volante tiene regulación en longitud y altura. Combinando todo esto, es fácil conseguir una buena postura al volante.
Ya que hablamos de volante (multifunción), tiene un tacto bueno aunque el aro es algo fino para mi gusto. En la parte central tiene un recubrimiento en plástico símil aluminio que no me acaba de gustar y que tiene pinta de envejecer muy mal (el tiempo dirá si tengo razón o no). Todos los mandos están situados correctamente y en posición muy lógica salvo el mando de los retrovisores eléctricos que está ubicado justo delante de la rodilla derecha. Aparte de ser incómodo y no muy fácil de manipular, no es lógico situar un mando directamente en la zona de impacto de alguna parte del cuerpo en caso de accidente.
El salpicadero tiene un tacto bueno con materiales acolchados en gran parte del mismo. El diseño en general es agradable aunque los colores son un poco “tristones”. El mando del climatizador es fácil de usar y tiene buen aspecto. Por el contrario, el radio CD-mp3 con Bluetooth parece haber sido fabricado en la década anterior con una pantalla poco integrada con el conjunto del coche.
El coche cuenta con varios huecos distribuidos por puertas, reposabrazos, etc. y la guantera tiene un tamaño normal. El maletero con 400 litros está dentro de lo normal para un coche así y su acceso es parecido. El borde del maletero queda algo alto y existe escalón entre el borde y el fondo, pero hay pocos coches de este estilo que logren evitar esos problemas. Por ejemplo el Nissan Qashqai +2 de siete plazas tiene el maletero enrasado con la puerta, sin escalón. En el Qashqai de nuestra prueba, al abatir los asientos traseros tampoco queda una superficie enrasada con el suelo del maletero.
Conducción y comportamiento
El motor 1.5 dCi de 110 CV es el más bajo de la gama Diésel. Existen tres motores Diésel (1.5 dCi 110CV, 1.6 dCi 130CV y 2.0 dCi 150CV) y dos gasolina 1.6 de 117CV y 2.0 de 140CV).
Este motor Diésel de 110CV puede resultar suficiente para la mayoría de los compradores ya que mueve el coche con relativa soltura y gasta poco gasoil. Además, es asombrosamente silencioso en conducción normal y no vibra ni es perezoso en ciudad. En gran parte de la prueba íbamos cuatro ocupantes con poco maletero manteniendo en autovía cruceros de 120-140 km/h de marcador sin esfuerzo. En carretera secundaria la aceleración se resiente y es imprescindible reducir marchas y exprimir el motor para adelantar con seguridad. El desarrollo del cambio es corto y el motor gira siempre alto de vueltas para ayudar, pero ni los consumos ni la sonoridad salen muy perjudicados. En general el motor cumple y sólo echaremos de menos más potencia si vamos a llevar carga a menudo o conducimos frecuentemente por carreteras secundarias donde necesitemos adelantar.
La conducción del Nissan Qashqai no plantea problemas. Es muy cómodo y de reacciones bastante seguras aunque no puede disimular su condición de SUV, con los problemas dinámicos que ello conlleva. Desde el 2010 el Qashqai lleva una suspensión más blanda que antes, con lo que los balanceos y cabeceos son más acusados (hace tanto que conduje el anterior Qashqai que no lo recuerdo). El coche se mueve bien, pero no podemos esperar la agilidad y seguridad de pisada de un Ford Focus o un Renault Megane, por ejemplo. Este coche no es un compacto, tanto para bien como para mal.
Conduciendo rápido los grandes neumáticos de serie (215/60/R17) se agarran bien al suelo y transmite confianza. En maniobras rápidas de zigzag o frenadas bruscas puedes sentir como la trasera del coche hace algo más que “insinuarse”. Rápidamente el ESP actúa, con más suavidad y moderación que en otros coches. Se puede conducir ágil, incluso más que con otros SUV, pero no hay que olvidar que los umbrales del “susto” están más cerca que con un compacto.
Continuará…
- Maletero suficentemente grande, aunque el acceso podría ser mejor
- El interior luce sobrio pero con buen tacto