Ayer comenzábamos una prueba bastante especial. Se cumplen 30 años desde la aparición del SEAT Ibiza, y nosotros lo probamos ahora en su cuarta generación. Lo hacemos con carrocería SC de tres puertas y acabado ITech, uno de los más interesantes en cuanto a calidad precio.
Por otro lado, y como protagonista de hoy, contábamos con el motor 1.2 TSI de 85 caballos y cambio manual, una opción muy austera en consumo como alternativa a los diésel de acceso. Hoy toca comprobar si verdaderamente son suficientes esos 85 caballos y si la diferencia de consumo entre éste y la gama baja diésel es notable.
1.2 TSI 85 CV, refinamiento y austeridad
Los motores gasolina cada vez son más eficientes, y la diferencia de consumo frente a un diésel equivalente es cada vez menos lejana. Aun existiendo una diferencia notable, el refinamiento es casi incomparable, ganando esta vez los motores de gasolina por vibraciones y consumo. Este 1.2 TSI puede ser una alternativa precisamente por esos argumentos.
El SEAT Ibiza, como buen urbanita, se moverá por entornos urbanos en los que la potencia no es un detalle tan determinante. Con este motor de 85 caballos, la urbe será un espacio más que adecuado para el coche gracias a una respuesta interesante a bajo y medio régimen.
A partir de 1.500 vueltas ya será un bloque aprovechable, aunque no será hasta cerca de 2.000 cuando descubramos todas sus bondades. Por debajo de esas cifras tendremos que ser algo pacientes. A esto hay que sumarle un refinamiento bastante logrado. Las vibraciones son prácticamente inexistentes y el sonido será inapreciable a menos que juguemos con la parte alta del cuentavueltas.
Fuera de la ciudad, en carreteras, la respuesta de este motor también se hace agradable y suficiente para el que no conduce con prisas. La presencia del turbo se hace notable en la respuesta frente al 1.2 atmosférico, por lo que en esta situaciones, como incorporaciones o adelantamientos, daremos las gracias a este elemento con un motor bastante lleno en todo su rango de revoluciones.
Además, aunque la caja de cambios sólo cuente con 5 relaciones, éstas se encuentran bastante bien escalonadas y la quinta marcha a cruceros de 120 km/h mantendrá el propulsor entre 2.500 y 3.000 revoluciones, lo que no perjudica tan directamente al consumo.
Y hablando de consumos, otro de sus objetivos. En nuestra prueba, el ordenador de a bordo de nuestro SEAT Ibiza 1.2 TSI 85 CV arrojó una media total de 5,8 l/100 km, una cifra bastante interesante para su potencia y condición. En ciudad será difícil bajar de 8 l/100 km de media, mientras que en carretera veremos el contador muy cerca de los 5 l/100 km. Sorprende la ausencia de Start/Stop, con el que hubiéramos bajado alguna décima más en ciudad.
Ágil en ciudad, agradable en carretera
El SEAT Ibiza es un coche de ciudad, elemento en el que se mueve realmente bien gracias a su reducido tamaño y, como hemos visto, a su voluntarioso motor a bajo y medio régimen. Sin embargo, también se atreve con la carretera, y es que a pesar de su pequeño tamaño, su comportamiento a alta velocidad es bastante neutro.
La ciudad es, sin duda, su lugar. Tanto por tamaño como por agilidad, callejear será fácil, gracias a una dirección bastante suave y a una suspensión tirando a blanda que filtrará bastante bien las zonas rotas o badenes. En nuestra unidad echamos en falta alguna ayuda al estacionamiento aunque por dimensiones, con un mínimo de pericia, no supondrá mayor problema.
En carretera también consigue moverse bien, aunque no es su territorio favorito. La respuesta es suficiente, pero echaremos de menos algún caballo más a la hora de adelantar en carreteras de doble sentido. Aparte de esto, ese ajuste blando de suspensión lo harán realmente cómodo en terreno bacheado u ondulado.
Sin embargo, esa ventaja se diluye algo cuando llegan curvas más cerradas, donde la carrocería balanceará un poco de más y los asientos, que sujetan sólo lo suficiente, aumentarán algo la sensación. De todos modos, no es algo tan reprochable, pues su comportamiento bastante neutro no nos hará perder confianza en este terreno. Además, los que busquen un comportamiento más deportivo sólo tienen que decantarse por el paquete FR o directamente acercarse a ver el Ibiza Cupra.
La dirección blanda y agradable en ciudad, a mayor velocidad no transmite demasiado ni es muy directa pero tampoco creo que sea su condición. Lo mismo ocurre con el tacto del freno, es agradable aunque no excesivamente preciso, aunque para ciudad sí me parece perfectamente dosificable.
Por lo tanto, tenemos un coche ágil con propensión a moverse por la ciudad. Por comportamiento y respuesta también en válido para aventurarse por carretera aunque, tal vez, para este menester nos encontremos más a gusto apostando por el mismo 1.2 TSI de 105 caballos.
Frente al diésel, acabaremos con un consumo sensiblemente mayor. El Ibiza con motor 1.6 TDI de 90 caballos homologa un menor consumo pero las prestaciones son ligeramente mejores en el caso del 1.2 TSI de 85 caballos que probamos nosotros. A cambio, también tenemos un mayor refinamiento y un menor precio de venta. El 1.2 atmosférico en cualquiera de sus potencias (60 y 70 CV) consume más y corre menos., mientras que el 1.2 TDI de 75 caballos también será algo más caro, menos refinado y más lento frente a un consumo menor.
Mañana tocará despedir definitivamente la prueba del SEAT Ibiza SC ITech 1.2 TSI 85 CV con un repaso a la gama, al equipamiento y, finalmente, arrojar conclusiones y realizar una valoración final sobre el coche.
Más información – Prueba SEAT Ibiza SC ITech 1.2 TSI 85 CV, diseño exterior e interior