Un Seat 600 clásico se convierte en todo un Abarth TCR

Hoy os traemos toda una rareza digna de ver. Un Seat 600 convertido en un bólido de las carreras TCR. Su propietario lo ha modificado completamente con piezas originales de la casa Abarth, con las que este pequeño utilitario ha sido potenciado y preparado para competir en circuito.

Este Seat 600 proviene la época en la que todavía quedaba mucho para que Volkswagen adquiriese el 51% de las acciones de Seat en 1986. Este coche fue fabricado en los años en los que Seat compartía tecnologías con la marca italiana Fiat, por lo que en realidad se trata de una versión española del Fiat 600.

Origen del Seat 600 clásico convertido en TCR

La aparición de este pequeño deportivo clásico no ha podido llegar en mejor momento, porque 2017 es la fecha en la que el Seat 600 cumple 60 años. Aunque hay una gran diferencia de los modelos de serie de aquella época. A parte de las modificaciones de seguridad para competición como los buckets, arneses y jaula antivuelco, su motor, escape y carburador han sido modificados para rendir un total de 69 CV.

¿Seguro que es poca potencia?

Esta cifra de potencia que no es muy impresionante pero hay que tener en cuenta que proviene del motor original de 0.6 litros de cilindrada que entregaba 21,5 CV en la versión de 1957. Además, el peso del coche está en torno a los 600 kg, así que ya le gustaría a muchos utilitarios actuales moverse con la soltura que lo hace este clásico.

Las modificaciones en este Seat 600 clásico fueron hechas en 2003, y sus días de competición ya acabaron. Según su propietario el coche está en perfectas condiciones y solo tiene 7.740 km, así que está prácticamente nuevo. Y por si te interesa su precio de venta es de 17.900 euros. Toda una joya sobre ruedas para los amantes de los clásicos. No te pierdas la galería, porque no tiene desperdicio.

La historia del Seat 600

El SEAT 600, fue un coche muy popular del regimen franquista, todo un logro para motorizar a más población con un coche asequible y atractivo. Algo similar al Volkswagen escarabajo alemán, diseñado para ser el «coche del pueblo», que es el significado de volks wagen en alemán. En España, el 600 fue conocido por muchos nombres coloquiales, como el Seiscientos, Ombligo, Pelotilla, Seílla o Seíta, etc.

Es un vehículo de turismo del segmento A fabricado por la empresa española SEAT entre los años 1957 y 1973. Este automóvil se basó en el diseño original del Fiat 600, creado por el italiano Dante Giacosa, y fue producido bajo licencia de Fiat. La presentación oficial del Fiat 600 original tuvo lugar en el Salón del Automóvil de Ginebra en 1955.

En sus inicios, se importaron algunas unidades del modelo Fiat 600 original a España, pero pronto SEAT comenzó a fabricar su propia versión del vehículo en colaboración con Fiat, desbancando del mercado al italiano, para reinar en muchas de las carreteras de todo el país, y convirtiéndose en un coche mítico, incluso apareciendo en multitud de películas, series, e incluso siendo todo un fenómeno para coleccionistas en la actualidad.

El primer ejemplar del SEAT 600 salió de la fábrica de la Zona Franca de Barcelona el 27 de junio de 1957, con el número de bastidor 100-106-400.001. Sin embargo, su matriculación no ocurrió hasta el 5 de diciembre de 1957, con la placa M-184.018. La primera unidad matriculada fue la que tenía el número de bastidor 100.106-400.071, registrada en la provincia de Barcelona el 8 de junio de 1957 con la matrícula B-141.141. Todo un logro para aquel momento…

Además, hay que destacar que a lo largo de su historia, se produjeron diversas versiones del SEAT 600, incluyendo el 600, 600 D, 600 E y 600 L Especial, además de variantes comerciales, descapotables y la Formichetta, entre otras. E incluso se llegaron a preparar algunas unidades como el que alrededor de 1955, cuando se hizo la presentación del modelo de competición en el Salón del Automóvil de Ginebra, Carlo Abarth no pensaba que se convertiría en el coche más exitoso de su trayectoria, e incluso la marca italiana Abarth empezó a usarlo como parte de sus proyectos.

Por otro lado, el carrocero catalán Costa diseñó una versión con una batalla 30 cm más larga que añadía cuatro puertas laterales, conocida como SEAT 800, la cual tuvo cierto éxito y representó una contribución española a los diseños originales.

Coleccionistas y precios

Este modelo se convirtió en una elección popular entre la clase media española que no tenía acceso a automóviles de gama alta. En 1957, el SEAT 600 se lanzó al mercado español con un precio de aproximadamente 19.000 euros en términos de 2018 (equivalente a 65.000 pesetas de esa época), es decir, en el precio en pesetas de la época pasados a euros actuales sería de unos 500€. Muy por debajo de otros modelos de otras marcas de gama alta.

Actualmente quedan menos unidades, y pocos son los afortunados de tener uno de estos 600, y los que lo conservan los tienen como auténticas piezas de coleccionista, cuidando sus carrocerías, interiores y motores con mimo. Además, estos coches siguen siendo muy ágiles para conducir por ciudad por su reducido tamaño, además de tener motores que consumen poco. No obstante, no se adecúan a las normas actuales de serie…

De las más de 700.000 unidades fabricadas en España, ahora quedan unos pocos, y sus precios en el mercado cuestan en torno al 94% más que en el momento del lanzamiento. Es decir, puedes comprar unidades Seat 600 clásico de varios miles de euros.

Sobre el Abarth TCR

Tanto el Fiat Abarth 850 TC como el 1000 TCR se basan en el propio Seat 600 D estándar español, manteniendo sus características básicas. Pero, para conocer mejor estas unidades de competición, vamos a remontarnos a los orígenes de su creador… Carlo Abarth, nacido en 1908 cerca de Viena, fue una figura controvertida, pero consiguiendo numerosos éxitos. Fue campeón de Sidecar en Austria durante 5 años, y durante la II Guerra Mundial emigró a Yugoslavia y luego a Italia, donde colaboraría con Porsche.

Trabajó en el proyecto del Cisitalia de Piero Dusio y posteriormente diseñaron un monoplaza de Fórmula-1 con tracción en las cuatro ruedas. Sin embargo, los costosos estudios de este automóvil de Gran Premio llevaron a la empresa a problemas económicos, lo que llevó a Abarth a abandonar el proyecto en 1948 y mudarse a Gran Bretaña para establecer una agencia Porsche. Finalmente, eligió Turín como su residencia permanente y se centró en mejorar el rendimiento de los motores de automóviles de producción en serie. Abarth continuó adaptándolo para una amplia gama de vehículos, entre ellos también el Seat cuando tenía licencia Fiat.