Como hemos visto, los sensores de desaceleración tienen una misión muy importante a la hora del funcionamiento de las bolsas de aire en caso de accidente, habiendo diversas formas de instalación y uso de acuerdo al tipo de sensor que se esté utilizando.
En primer lugar, nos encontramos con sensores mecánicos, que emplean un rodillo giratorio controlado por un resorte, el cual en caso de choque frontal se desplazará hacia delante cerrando un interruptor conectado a masa.
Es la masa misma la que indicará a la unidad de control el procedimiento inicial para el inflado del globo, por lo que en la instalación generalmente es indicada la dirección del sensor con una flecha estampada en el mismo.
También estan solos sensores electrónicos, que cuentan con 4 resistencias en forma de puente de Wheatstone, que registran la deformación de la plaqueta donde están instaladas, a veces causada por una masa metálica adosada en un extremo.
Por ultimo, el sensor electromagnético cuenta con un imán fijo y otro móvil, que generan un campo electromagnético capaz de desplazar el imán móvil en casos de desaceleración repentina, el cual comprime un resorte y cierra un contacto.
Este cierre informa a la unidad de control de la desaceleración, y esta a su vez retransmite ello al microprocesador.