Toyota Motor Corporation es el mayor fabricante de coches del mundo. Su estrategia para alcanzar tal posición no ha sido tan revolucionaria como la de otros rivales, pero sí más constante. Entre los pilares a destacar tenemos la democratización de la tecnología híbrida o la apuesta por la pila de hidrógeno. Sin embargo, hay un pero: esforzarse tanto en ambos objetivos la distrajeron de otra misión: crear modelos muy deportivos.
Esta misión estuvo reservada, casi en exclusiva, a su firma premium, Lexus. La prueba la tenemos en la familia F que conocimos en los modelos IS o GS. El problema es que con el paso de los años y la exigencia de las normativas de emisiones sus motores más potentes fueron decayendo. Hasta ahora, que gracias a su departamento de ingeniería ya tendrían la solución. Nos referimos a la patente que han solicitado para un nuevo bloque gasolina muy potente.
Este nuevo V8 Biturbo de Toyota podría entregar más de 600 CV de potencia
La primera vez que hubo constancia de este proyecto fue el 3 de septiembre del pasado año 2020. Hasta ahora ha estado en estudio, quedando oficialmente aprobada hace un par de días. Y os preguntaréis ¿Qué tiene de bueno este nuevo motor gasolina? Pues ni más ni menos que el número de cilindros y turbos que lo conforman. Si echas un vistazo a la documentación comprobarás que estamos ante un V8 de doble turbo en la parte superior.
Como curiosidad, decir que la patente también registra las posibles variantes que puede presentar esta motorización. En primer lugar, que perdiendo dos cilindros puede convertirse en un V6. Pero podría ir más allá, ya que la marca indica que también podría adoptar la forma de un cuatro o seis cilindros en línea. Además, puede dejar de ser un Biturbo, para montar un único turbocompresor, aunque en este caso la disposición varía ligeramente.
Teniendo en cuenta el elevado número de posibilidades que ofrece, Toyota podría emplearlo en un sin fin de modelos. De hecho, estaría pensado para dar relevo al bloque 5.0 litros V8 de aspiración atmosférica que actualmente emplea el Lexus IS F. No en vano, habrá dos diferencias básicas. La primera en su cilindrada, pues se espera que sea un 4.0 DOHC y la segunda en el rendimiento bruto, ya que estaría por encima de los 600 CV.
Habrá que esperar a que Toyota de un paso más y anuncie sobre qué modelo estrenará esta nueva mecánica. Los rumores ya están indicando que lo montará el nuevo Lexus LS F y que también llegará a la próxima generación del Land Cruiser. Esperemos que se cumplan los pronósticos, porque aunque la ecología es necesaria, está de moda y vende, los coches y motores pasionales jamás pasarán de moda. No os parece…
Fuente – United States Patent and Trademark Office (USPTO)