Aunque reconocemos que, en ocasiones, podemos estar en contra de la DGT por algunas de sus medidas, no será este el caso. La Dirección General de Tráfico lanza una nueva campaña de sensibilización mediante dos spots que, pese a ser un tanto dura, llegará hasta el alma más insensible. El lema es claro: ¿Vivo o muerto?
Mediante estos dos vídeos de apenas un minuto cada uno, la DGT toca los tres apartados que más víctimas mortales por accidente de tráfico crean en nuestro país; que son el exceso de velocidad, el consumo de alcohol y el uso del móvil. La campaña se centra en si, tras provocar un grave accidente con víctimas por alguna de estas razones, prefieres seguir vivo o, directamente, morir.
Vivir tras provocar un accidente mortal por ser irresponsables
El instinto nos dice que, ante todo, siempre preferimos vivir. En este caso no tratan de convencernos de la dureza de que quedemos con secuelas físicas de por vida, sino un paso más allá. Horas después del accidente, en el hospital nos visita la policía judicial, informándonos de que hemos matado a nuestro mejor amigo y a un niño que viajaba en otro coche, por lo que quedaremos traumatizados de por vida.
Además de los obvios problemas psicológicos que sufriremos, ingresaremos en prisión por homicidio imprudente. Sí, nos veremos en la cárcel durante unos años, un lugar en el que probablemente nunca pensaríamos acabar. Por supuesto, perderemos nuestro trabajo y, posteriormente, nos será complicado volver a encontrar otro… Nada volverá a su ser.
Morir tras provocar un accidente
Tan duro como el primer spot, en este caso nos cuentan lo que ocurriría en nuestro entorno si somos nosotros quienes fallecemos. Nos meterán en una bolsa de plástico y habrá pruebas que determinarán que nosotros éramos los culpables por ir rápido, haber bebido o chateando con el móvil. Algún desconocido llamará a nuestra casa y dará la noticia a nuestros padres, que nunca serán capaces de recuperarse porque nadie nace preparado para perder a un hijo.
Nuestra pareja intentará rehacer su vida. No volveremos a jugar con nuestros hijos, ni siquiera les volveremos a tocar. Nuestros amigos, tarde o temprano, volverán a reír. Mientras tanto, nosotros pasaremos de ser una persona a una estadística…
Sin duda, es una campaña muy dura, de las más duras que se recuerdan en los últimos años. Tal vez reciba críticas, pero lo cierto es que son este tipo de campañas, las que realmente llegan a nuestro punto más sensible, las que realmente son efectivas. Estos dos spots serán emitidos en televisión y en redes sociales.
Ojalá la DGT continúe haciendo uso de estas agresivas, duras y reales campañas de sensibilización, llevándolas además a los institutos y universidades para que los más jóvenes vean que, aunque se trate de un anuncio, es algo que se da habitualmente. Eso sí, creo que siempre deben ir acompañadas de jornadas de educación vial.