El Grupo Volkswagen ha encajado un trimestre complicado. El conglomerado alemán entró en números rojos a nivel operativo por el golpe de los aranceles de EEUU. Pero esta no ha sido la única situación porque también les ha afectado el cambio en los planes estratégicos de su filial Porsche que ha revisado sus planes para sus coches eléctricos. El resultado total ha sido una pérdida operativa de 1.300 millones de euros y varios cargos extraordinarios que han deteriorado el margen.
La empresa reconoce un paquete relevante de costes, con 4.700 millones de euros en cargos ligados al cambio estratégico de Porsche y un impacto arancelario que podría elevarse hasta 5.000 millones de euros este año. En palabras del área financiera, se impondrá una disciplina férrea. Programas de eficiencia, control del gasto y nuevas vías para proteger la rentabilidad. Te contamos la situación del Grupo Volkswagen y cómo ya trabajan en ello para solucionar este imprevisto…
Grupo Volkswagen: un tercer trimestre en rojo…

El resultado operativo del grupo cayó desde un beneficio de 2.800 millones un año antes a una pérdida de 1.300 millones de euros en el tercer trimestre, si bien fue menos adversa de lo estimado por el consorcio. A nivel neto trimestral, el grupo también registró pérdidas (482 millones de euros) frente al beneficio del mismo periodo del ejercicio previo.
En los nueve primeros meses del año, los ingresos apenas avanzaron, hasta unos 238.669 millones de euros, mientras que el beneficio neto se redujo con fuerza, un 61,4% menos (3.405 millones), y el operativo retrocedió un 57,8% (5.408 millones). Excluyendo los cargos extraordinarios, el grupo cifra el margen operativo en el 5,4%.
Aranceles de EEUU: coste y respuestas…

El efecto de las tarifas comerciales se ha desdoblado entre costes directos (al menos 4.000 millones) y pérdida de margen por medidas compensatorias. Entre enero y septiembre, el consorcio abonó 2.100 millones de euros en aranceles, y trabaja con la hipótesis de que el impacto total anual pueda alcanzar los 5.000 millones.
Para aliviar la presión la dirección estudia varias palancas. Recortes selectivos de gasto, optimización del mix de producto y, donde tenga sentido, trasladar producción a EEUU. Incluso se evalúa la posible implantación de nuevas capacidades industriales vinculadas al grupo en ese mercado, decisión que se calibrará con prudencia por su impacto en la cadena de valor europea.
Porsche y el replanteamiento eléctrico…

Porsche, participada en un 75,4% por Volkswagen, ha pospuesto lanzamientos de eléctricos para reforzar la oferta híbrida y de combustión, una reorientación que explica la mayor parte de los cargos. La marca deportiva también entró en pérdidas en el trimestre, reflejando el coste de transición del portfolio.
En el plano corporativo, el presidente del Consejo de Administración de Volkswagen, Oliver Blume, dejará sus funciones ejecutivas en Porsche a finales de año para concentrarse en la matriz, después de que algunos inversores cuestionaran la conveniencia del doble rol en un momento de múltiples frentes abiertos.
Impacto en España y Europa…

El marco regulatorio y comercial europeo también pesa en las cuentas. El grupo afrontó 500 millones de euros por normativa de CO2 en Europa hasta septiembre. Además Seat y Cupra se ven afectadas por aranceles de la UE en modelos importados de China como el Cupra Tavascan, lo que complica los márgenes de Seat Cupra pese al avance de las ventas.
En términos de liquidez, la división de Automoción cerró el trimestre con 31.000 millones de euros, pero el flujo de caja libre se resintió por el mayor esfuerzo en circulante e inversión. De cara al medio plazo, el plan de inversiones y desarrollo ronda los 165.000 millones en cinco años, con el foco puesto en electrificación, software y cadenas de suministro más resilientes en Europa.
Perspectivas: objetivos y prioridades…

Las entregas globales crecieron un 1,2% hasta 6,6 millones de unidades entre enero y septiembre, con Europa como sostén (gracias al impulso de modelos electrificados y de combustión) y China mostrando mayor debilidad competitiva. El grupo prioriza mix y pricing para defender rentabilidad en un contexto de costes elevados y descuentos selectivos.
Volkswagen trabaja con la expectativa de que los ingresos de 2025 se mantengan en línea con el ejercicio previo y que el margen operativo sobre ventas del grupo se sitúe entre el 2% y el 3%. La hoja de ruta pasa por acelerar eficiencias, explotar la escala y sinergias internas y reforzar la resiliencia industrial ante riesgos de aranceles, suministros y regulación.
El balance que deja el trimestre es claro. Aranceles, transición tecnológica y ajustes en Porsche han tensado los números, pero el grupo intenta equilibrar la balanza con ahorros, relocación industrial selectiva y disciplina de capital. Si el frente comercial se estabiliza, la mejora de margen y caja debería ir abriéndose paso a lo largo del ciclo. Ya veremos…
Fuente – Volkswagen
Imágenes | Volkswagen