Dicen que «el tiempo pone a todo el mundo en su sitio». Este dicho puede aplicarse, con mucho tino, al Volkswagen Golf. El compacto alemán es el espejo donde se miran todas las firmas que aspiran a liderar el segmento compacto. Sin embargo, su historia es tan extensa y exitosa que pocos pueden hacerle sombra. Ahora, cuando estrena la octava generación sube la apuesta con un mayor nivel tecnológico, calidad y opciones mecánicas.
Pero además de mejorar en todos estos aspectos, ofrece una completa gama de carrocerías para adaptarse a todos los clientes. En primer lugar llegó la versión hatchback con cinco puertas, confirmando lo que todos temíamos, la muerte del tres puertas. Ahora tras un breve paréntesis hace acto de presencia el versátil Volkswagen Golf 8 Variant y su versión más lúdica, el Alltrack. Éste último ya lo conocisteis ayer, porque se filtró antes de tiempo…
La zaga del Volkswgen Golf 8 Variant mejora respecto a su predecesor
A nivel estético, las diferencias que hay entre el Golf 8 hatchback y el Variant se ubican en el lateral y la zaga. El frontal, capó, aletas y formato de las puertas se mantienen hasta llegar al pilar «B». Es a partir de ahí cuando comienzan las diferencias porque la línea del techo toma una mayor inclinación. No obstante no es nada grave, pues el objetivo es no poner en peligro la cota de altura interior para la segunda fila de asientos.
Aquí también podemos apreciar unas líneas de tensión más marcadas, sobre todo en la zona del pilar «C». Este elemento parece más tendido, como pequeña es la tercera ventanilla lateral. Además, tampoco faltarán adornos que aporten alegría al conjunto, sobre todo en esta versión R-Line. Entre los más importantes, el pack negro que recorre llantas, barras de techo, coquillas de retrovisores o lunas tintadas.