Cuando pillaron a Volkswagen, en 2015, falseando las emisiones de sus motores diésel el sector del automóvil estalló. En ese momento, todo el mundo miraba a la firma alemana como única culpable de todos los males que pudieran suceder. Sin embargo, era la tÃpica estrategia que se sigue cuando todos hacen algo mal y todos lo saben: apuntar sólo a quien está bajo el foto. Ahora, cuatro años después, podrÃa repetirse la pesadilla.
El Dieselgate, que es como se llamó esta crisis, llegó de la mano del bloque diésel EA189. También hubo otros, pero el grueso se lo llevó este motor. Para solucionar el problema de falseo, ocasionado por un software trampa, Volkswagen tuvo que investigar casi un año. Además, crearon el motor TDI EA288 que se suponÃa era mejor y sÃ, cumplÃa las normas de emisiones. Eso, hasta ahora pues parece que no está tan claro para las autoridades.
La fiscalÃa alemana ha registrado la sede de Volkswagen

Según ha informado la agencia de noticias Reuters, la fiscalÃa alemana ha registrado la sede de la marca. El edificio, situado en la ciudad de Wolfsburg, es el lugar donde los investigadores tenÃan como objetivo confiscar documentos. Al parecer, las autoridades estarÃan buscando indicios para comprobar la verosimilitud, o no, de las homologaciones que la marca aplica a esta motorización.
Al parecer, en las simulaciones, los vehÃculos con el motor EA288 no indican un fallo en el filtro de diésel. Además, según Volkswagen, cumple con los lÃmites de emisiones y no cuentan con un dispositivo de desactivación ilegal. Por ahora, es lo que ha comunicado la firma. Por último, confirma que están colaborando con las autoridades en todo lo que les están solicitando.
La situación que vive Volkswagen no es única en la industria. Otros fabricantes, como Ford, FCA o Daimler AG se han visto envueltos en problemas similares. El problema radica en que la casa alemana parece no haber aprendido de los errores pasados. Como se suele decir «de aquellos polvos, estos lodos» que, si hacemos memoria, les han costado más de 30 mil millones de euros en sanciones e inversiones en nuevos modelos eléctricos.
Fuente – Reuters
