No, los tĂșneles de viento no son sĂłlo Ăștiles para los FĂłrmula 1. De hecho, los monoplazas buscan en el flujo del aire el rendimiento en curvas rĂĄpidas y la estabilidad en rectas por las que circulan a altas velocidades. Volkswagen no produce monoplazas, pero el viento puede ser muy efectivo a la hora de, por ejemplo, reducir los consumos en un coche de calle.
Es por ello que, ademĂĄs de desarrollar nuevas plataformas que hacen que los nuevos vehĂculos sean menos pesados, siendo asĂ mĂĄs eficientes, tambiĂ©n se busque una buena optimizaciĂłn en cuanto a los coeficientes aerodinĂĄmicos.Â
El nuevo tĂșnel de viento de la marca alemana estĂĄ ubicado en Wolfsburgo, sede central del fabricante, en una planta de 8.800 metros cuadrados. El tunel, que cuenta con un diĂĄmetro de 13 metros, es capaz de reproducir vientos de hasta 250 kilĂłmetros por hora. Esto ofrece a los ingenieros una gran cantidad de datos con los que trabajar para optimizar los coches de cara a su comportamiento y a sus consumos.
El centro de eficiencia no es solo capaz de reproducir vientos a grandes velocidades, sino tambiĂ©n de regular la temperatura. El Volkswagen Golf es uno de los coches mĂĄs vendidos en todo el mundo, lo que significa que tiene que estar diseñado para soportar todas las inclemencias que acontecen en el planeta, desde temperaturas cĂĄlidas hasta las mĂĄs frĂas.
Volkswagen tiene la capacidad de simular temperaturas de entre -30 y +55 grados centĂgrados, lo que otorga a sus ingenieros una gran cantidad de datos que podrĂĄn usar con la finalidad de refinar los coches en estas situaciones tan extremas. AdemĂĄs, el centro tambiĂ©n es capaz de simular nevadas y lluvias.
Como todos sabemos, no hay nada mejor que la vida real para probar los diseños en lugar de los simuladores. Con este nuevo centro de eficiencia, Volkswagen podrå reproducir situaciones que se dan en la vida real, lo que servirå de mucho para la completa renovación de su gama que tienen pensado completar para 2020.