Quedarse tirado por un pinchazo no debería ser muy habitual. Según fabricantes de neumáticos como Michelin la media oscila en un pinchazo cada 50.000 km recorridos, sin embargo todo el mundo conoce algún conductor que no ha pinchado nunca y alguien a quien se le está escapando el aire de sus neumáticos cada dos por tres. Tanto si eres de los primeros como de los últimos, aquí va un poco de cultura general sobre cómo reparar neumáticos con mechas.
Lo primero y más importante advertiros una vez más que el neumático es lo único que une nuestro coche al suelo por lo que es altamente recomendable que las revisiones y reparaciones las lleve a cabo un profesional.
Lo segundo, tener en cuenta que las reparaciones con mechas, gusanos y otros muchos nombres populares que reciben pueden ser una reparación válida en algunas circunstancias, pero lo más recomendable es SIEMPRE desmontar el neumático y realizar una reparación con parche interno tipo PRP o “seta”.
Esto es debido principalmente a que al reparar el neumático desde la parte interna nos obligamos a desmontarlo y revisarlo por su parte interior ya que pueden existir graves daños interiores inapreciables desde la parte exterior. Por ejemplo si hemos circulado con el neumático parcialmente desinflado posiblemente los flancos estén muy castigados y el neumático sea inservible. En estos casos habitualmente desde el exterior no se observa nada pero por el interior es fácil ver la degradación de los flancos en forma de grietas, goma desprendida y cambios importantes en el color de la goma.
Las mechas pueden ser muy útiles cuando hemos sufrido un pinchazo en un lugar recóndito donde no disponemos de recambios ni posibilidad de desmontar el neumático. El pinchazo “ideal” para ser reparado con mechas es aquel de pequeñas dimensiones que está localizado en la banda de rodadura y mantiene el objeto clavado de tal forma que el neumático no ha perdido aire. Por ejemplo un tornillo clavado, un remache, un clavo, etc. Las reparaciones empiezan a complicarse cuando el agujero es de formas irregulares como por ejemplo el producido por una chapa metálica, una piedra afilada, etc.
Los pinchazos en los flancos no deberían repararse. En ocasiones lo he visto hacer, principalmente en conducción off-road donde los daños en los flancos son habituales, pero dicha reparación debería restringirse a muy bajas velocidades (caminos y pistas) y pensando siempre en sustituir el neumático tan pronto sea posible.
Pasos para reparar un pinchazo con mechas:
- Extraer el objeto observando la trayectoria de entrada del mismo, ya que posteriormente intentaremos insertar la mecha en el mismo ángulo para respetar al máximo la perforación original.
- Agrandar sin miedo el agujero con el útil incluido en el kit, introduciéndolo por el agujero en la dirección del pinchazo inicial, limando el neumático hasta que entre y salga sin mucho esfuerzo.
- Coger una mecha fresca y colocarla en el útil de inserción de tal modo que quede la mitad a cada lado. Es importante que la goma de las mechas se perciba fresca y maleable, puesto que con el tiempo envejecen y endurecen.
- Untar generosamente la mecha con la crema vulcanizante.
- Introducir la mecha por el agujero que previamente hemos realizado en la dirección del pinchazo. No debemos introducirla completamente. Dejaremos que sobresalga un par de centímetros de mecha. Si el neumático mantiene aún algo de presión nos será más fácil de introducir que si está completamente deshinchado.
- Una vez introducido, girar el útil 90º y extraer lentamente, comprobando que la mecha se ha cortado correctamente y ambos extremos permanecen en su lugar, es decir, que no son arrastrados por el útil.
- Cortar los extremos sobrantes y esperar a que vulcanice completamente.
- Hincha el neumático a la presión recomendada por el fabricante y observa el resultado.
- Tu pinchazo ya es historia.