Cuando Ford anunció que eliminaría de su oferta americana todos los turismos y berlinas nos echamos las manos a la cabeza. Con este movimiento estratégico daba prioridad a sus todo caminos, que con el viraje del mercado han ganado mucho peso en su mix de ventas. Además, advirtieron que esta situación no se daría en una de sus firmas más importantes: Lincoln. Sin embargo, parece que han reculado y tomado otra decisión.
A día de hoy, las ventas de Lincoln están dominadas por los Corsair, Aviator y Navigator. Tal es su peso, que el sedán Continental ha perdido importancia como buque insignia. La prueba está en los números que está alcanzando, con 1.845 unidades vendidas durante el pasado ejercicio 2019. Por tanto, era de esperar que Ford diera este paso: eliminarlo de su catálogo para centrar todos sus recursos en crear una gama SUV fuerte y exitosa.
Lincoln vende más Navigator´s que Continental, aún siendo más caros
La desaparición del Lincoln Continental no será la primera, pues hace unos meses supimos que el pequeño MKZ tampoco recibiría un relevo generacional. Y ¿cuál será el camino a seguir por Ford? En un primer momento se habló de que Rivian le cedería su plataforma para vehículos eléctricos. La idea era desarrollar de forma conjunta un nuevo todo camino alimentado por electricidad, pero los planes han sido cancelados.
Tras este anuncio, varias fuentes confirmaron que Lincoln se centrará en renovar al poco agraciado Nautilus. Se espera que adopte la plataforma del último Ford Explorer y por tanto que reciba nuevas mecánicas híbridas e híbridas enchufables. Al mismo tiempo, deberían estar desarrollando una plataforma modular propia con la que dar vida a una nueva generación de modelos Lincoln.
Con todo, se espera que la retirada del Continental tenga lugar a inicios de 2021. Esta fecha es la misma que han elegido firmas rivales, como Buick, para llevar a cabo maniobras similares. En este caso, son los LaCrosse y Regal los que verán su espacio ocupado por sendos SUV´s. La firma premium de Honda, Acura, también seguirá estos pasos, pues ha confirmado que el RLX tampoco recibirá un relevo generacional.
Habrá que ver si esta estrategia pro-SUV les sale bien a largo plazo, porque a corto parece no funcionar. Tanto General Motors como Ford están viendo cómo sus ventas se hunden, pues los clientes están eligiendo modelos de la competencia. Eso sí, el segmento premium parece tener otras reglas de juego, por lo que podrían aguantar el envite. ¿No creéis?
Fuente – Automotive News