Seguramente ya has leído muchos artículos sobre mantenimiento de coches con motores de combustión, pero aún el mundo de los coches eléctricos es algo nuevo y opaco para muchos. En esta guía podrás conocer algo más sobre el mantenimiento de un coche eléctrico, para que esté siempre a punto y su vida útil sea lo más larga posible.
Así que, vamos a ver qué se le puede hacer a estos vehículos para cuidarlos.
Recomendaciones de revisiones y mantenimiento básico
Como cualquier otro vehículo, el coche eléctrico tiene también un calendario de revisiones y mantenimiento que hay que respetar. Este «calendario», como he comentado anteriormente, podría variar entre unos modelos y otros, pero sea cual sea, hay que respetarlo. Aquí vamos a poner unos plazos más genéricos, y que pueden servir para la mayoría de vehículos de este tipo, al menos a modo de orientación:
- Es importante revisar los líquidos de frenos cada 2 años, y reemplazar si fuese necesario. Recuerda que no por ser un vehículo eléctrico no tiene sistemas mecánicos e hidráulicos, como el de los frenos, que es como el de un coche convencional. Además, si se usa el coche con cargas pesadas o se hace uso más intensivo de los frenos, es recomendable sustituir el líquido de frenos cada 2 años, previo sangrado del circuito.
- Reemplazar el filtro de aire del habitáculo cada 2 años, ya que puede saturarse de partículas y reducir el flujo de aire hacia el interior. Algunos modelos también tienen sistemas de aire acondicionado con bolsa desecante que se necesitará sustituir, en este caso, el periodo suele ser cada 4 años.
- Si te encuentras en zonas frías, donde la nieve es frecuente y las carreteras se rocían con sal durante el invierno, esta sal puede dañar los las pastillas de los frenos. Por ello, en este tipo de climatología, se recomienda limpiar y lubricar estas piezas de freno cada año o cada 20.000 km aproximadamente.
- Si tu modelo usa refrigerante líquido para la batería, en principio no debería ser reemplazado durante la vida útil del coche en la mayoría de casos, salvo que haya alguna fuga.
- Revisa los neumáticos para comprobar que cumplen con la normativa respecto a la profundidad de la banda de rodadura, que deberías ser de 1.6mm como mínimo. Es decir, siempre debe estar por encima de 1.6 milímetros de profundidad. Esto depende del uso que se le de al vehículo, o del tipo de pavimento, ya que unos desgastan más los neumáticos que otros, o de lo exigente que se sea con ellos, como aceleración, frenazos, etc.
- Deberías comprobar de forma eventual el nivel de líquidos del limpiaparabrisas durante el invierno y rellenarlo si es necesario.
- Comprueba también la presión de los neumáticos. Si tu modelo posee sensor de presión, Tire Pressure Monitoring System (TPMS), te indicará el estado de los neumáticos y te notificará si existe algún pinchazo o pérdida de presión. Esto se debería hacer cada vez que se va a utilizar el vehículo. Recuerda que la presión de neumáticos recomendada está indicada en una pegatina en los marcos de las puertas del vehículo.
- También es importante revisar los chivatos del coche, y que no se encienda algún indicador que alerte de cualquier problema técnico.
- Antes de salir en marcha, comprueba siempre el nivel de carga de la batería, un despiste te podría dejar tirado.
- Busca charcos o goteo de líquidos debajo del vehículo. Vuelvo a repetir, aunque sea un coche eléctrico, los modelos tienen sistemas hidráulicos y otros subsistemas basados en fluidos que podrían tener alguna fuga, como sistemas de refrigeración de motores y baterías, etc. Si lo que ves es un pequeño charco de agua en la zona delantera, esto podría ser normal, ya que podría ser simplemente parte del proceso de deshumidificación del aire acondicionado.
- En este tipo de vehículos eléctricos, la electrónica es aún más importante que en los convencionales, basados en más elementos mecánicos. Por ello, es vital mantener el firmware y software actualizado, ya que esto puede traer mejoras de seguridad, rendimiento, corregir problemas, u optimizar el uso de las baterías mediante actualizaciones del sistema de gestión de energía.
- Por supuesto, el estado del sistema de carga también es importante en este tipo de coches, por lo que debes revisar los cables regularmente y los conectores, que no tengan daños visibles, también debes limpiar los conectores, etc. Además, usa siempre elementos originales y evita compatibles que podrían generar problemas.
- Es posible que haya otras cosas que revisar, dependiendo del tipo de tecnología que use tu coche eléctrico, ya que no es lo mismo un 100% enchufable, que un híbrido, o que un coche de pila de combustible de hidrógeno. Por ejemplo, en los híbridos se necesitará también revisar la parte mecánica o ICE, es decir, el motor de combustión interna como harías con un vehículo convencional. En los de hidrógeno, por ejemplo, podría haber algunos detalles extra como:
- Filtros de la pila de combustible que deben reemplazarse periódicamente para un rendimiento óptimo.
- Controlar el nivel de humedad dentro de la pila de combustible, ya que genera agua.
- Vigilar la presión del sistema de almacenamiento de hidrógeno e inspeccionar posibles fugas de forma periódica, ya que el hidrógeno también reacciona con el oxígeno de aire, produciendo una reacción muy violenta.
- Algunos vehículos incluyen compresores de aire para inyectar éste en la pila de combustible para que el oxígeno reaccione con el hidrógeno de forma controlada y así producir electricidad.
En caso de que se produzca un accidente, es importante que un profesional revise todos los sistemas del vehículo, ya que podría haber dañado algunos elementos críticos, especialmente importante es la batería, que si se perfora y el litio reacciona con el oxígeno del aire, se producen incendios violentos.
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