El óxido puede comenzar a estar presente en un vehículo, especialmente los que siempre están aparcados fuera. Cuando esto ocurre, no solo genera un aspecto antiestético, también puede dañar la chapa, carrocería y piezas metálicas, lo que es un riesgo. Sin embargo, debes saber que te puedes deshacer del óxido fácilmente.
Solo tienes que seguir estos consejos y pasos para eliminarlo de raíz y mantener tu coche impecable ante este tipo de corrosión tan frecuente y molesta…
¿Qué es el óxido?
Antes de comenzar con los pasos para eliminar el óxido, es importante conocer qué es el óxido y qué lo causa, ya que así podrás combatirlo o prevenirlo.
El óxido es el resultado de una reacción química entre un metal y el oxígeno presente en el aire o en el agua. Este proceso, conocido como oxidación, transforma el metal en un compuesto químico diferente, generalmente un óxido metálico. Cada metal suele tener un óxido con distintos colores, mientras que el hierro y el acero tienen un óxido (herrumbre) color rojizo, otros metales como el cobre tienen un óxido verde (pátina verde), el óxido de aluminio es grisáceo, sulfuro de plata de color negro, etc.
En contacto con el oxígeno del aire, se suele producir oxidación, pero puede acelerarse si hay presencia de humedad, ya que también estarán los átomos de oxígeno del agua, también la presencia de electrolitos como las sales puede acelerarlo, así como la temperatura alta. Por tanto, deberías evitar exponer a tu coche a estos elementos en la medida de lo posible…
La oxidación es un proceso electroquímico en el que el metal pierde electrones y el oxígeno los gana. Este intercambio de electrones provoca un cambio en las propiedades físicas y químicas del metal, y también las del oxígeno, que se reduce al ganar electrones. Por ejemplo, el hierro, cuando se oxida, se transforma en óxido de hierro, comúnmente conocido como herrumbre, y tiende a hacerse polvo, por lo que puede generar roturas, o debilidad en las estructuras.
Ten en cuenta que en la superficie de los átomos de metal se encuentran los electrones orbitando alrededor del núcleo (protones y neutrones). Los electrones tienen carga negativa, como sabrás, y están «atrapados» por el núcleo, aunque su enlace es débil, por lo que se pueden perder o ganar con relativa facilidad para así alcanzar una configuración electrónica más estable (véase electronegatividad). Por otro lado, el oxígeno tiene gran afinidad por los electrones, los gana con mucha facilidad, por lo que la combinación de ambos factores es la que genera la reacción de oxidación. Los electrones saltan literalmente al oxígeno, el metal se oxida, el oxígeno se reduce, y cambian sus propiedades.
Hay que decir que los metales no son los únicos que se pueden oxidar, también algunos compuestos orgánicos se oxidan, como algunos alimentos, además de otros muchos materiales. De hecho, quemar algo es oxidar algo. Cuando se quema un material se produce una oxidación rápida y violenta, provocando una reacción entre el combustible y el oxígeno del aire, por eso una llama se apaga si no tiene oxígeno, ya que no puede seguir la reacción de oxidación. En este tipo de oxidaciones se libera energía en forma de calor y luz.
Procedimiento para eliminar el óxido
Los coches, como sabes, están fabricados en acero, por lo cual nos olvidaremos del resto de metales y sus óxidos. Nos centramos en esta aleación de hierro-carbono, que también se oxida de la misma manera que el hierro puro. Por otro lado, también tienes que conocer las zonas que más propensas son a la oxidación:
- Bajos: son las zonas más expuestas a las salpicaduras de agua, rozamiento, y otros elementos que aceleran la corrosión.
- Tubo de escape: por supuesto, al estar situado debajo y además tener una alta temperatura, se oxidará con mucha facilidad.
- Chasis: algunas zonas del chasis no protegidas que pueden quedar más expuestas, como las estructuras que se ven al abrir las puertas, en los huecos de las ruedas, soldaduras o uniones, etc., pueden también ser víctima de la oxidación.
- Sujeción de la suspensión: es otra de las zonas más expuestas, y que más humedad o salpicaduras recibe, por lo que también suele ser frecuente que se oxiden.
- Carrocería: lo más habitual es que se oxiden zonas más bajas o con daños en la pintura que actúa como protector.
- Llantas: es otra zona que puede oxidarse fácilmente, especialmente si son de acero común y no tienen tapacubos. No solo están expuestas a suciedad y humedad, también pueden calentarse debido a los frenos.
- Motor: en ocasiones también el bloque motor se puede oxidar, debido a la exposición y alta temperatura.
Pasos para eliminar el óxido del coche
Si tu coche ya tiene óxido y quieres eliminarlo, los pasos son:
- Reparar el metal oxidado:
- Haz la prueba del hielo, con ella se puede determinar la extensión del daño de la zona oxidada. El método consiste simplemente en usar una bolsa de hielo sobre el área oxidada. Si el hielo se derrite rápidamente, indicará que el óxido ha penetrado más profundamente en el metal.
- Ahora debes eliminar el óxido, usando un cepillo de alambre, una lijadora angular, o un taladro con cepillo de alambre. Dependiendo de la accesibilidad de la zona, puede ser mejor uno que otro. También te puedes ayudar de químicos para eliminar el óxido, como los que te recomiendo más adelante.
- Si ves que la zona está hundida o deformada, trata ahora de enderezar la abolladura. Si no se puede, puedes aplicar una masilla para carrocería en las áreas donde sea necesario, y luego lija para dejar un acabado liso y uniforme. Esto también puede servir en caso de que el óxido haya penetrado profundamente y al eliminarlo ha generado una hendidura. En caso de tener roturas o perforaciones, trata de usar un soldador para solucionar el problema. Incluso puedes usar los electrodos para ir rellenando la zona si es necesario. Luego puedes pasar una radial para alisar la zona.
- Enmascarado, imprimación y pintado:
- Ahora prepara la zona para la aplicación de la pintura, usando cinta de carrocero para proteger las zonas que no quieres pintar. Solo deja expuesto la zona de trabajo.
- Aplica una imprimación, que hará que la pintura se adhiera mejor.
- Por último, pinta con el color elegido. Si es un aerosol, agita bien, y rocía manteniendo una distancia de unos 20 cm, en capas finas y uniformes, dejando secar entre capas.
Ahora solo falta retirar la cinta y el trabajo estará hecho…
Cómo prevenir la oxidación de tu vehículo
Por último, para prevenir la oxidación de tu coche o moto, lo mejor es tener en cuenta estos puntos:
- Lava el coche frecuentemente para evitar que se acumulen sustancias que aceleren la corrosión, como las sales, especialmente si vives en una zona de costa. También deberías lavar el coche tras la lluvia, nieve o granizo, ya que estas condiciones climáticas pueden venir con ácidos por la contaminación ambiental que pueden acelerar el daño de la pintura y del metal que hay bajo ella.
- Una vez lavado, pocos se preocupan del secado adecuado, pero es importante secarlo bien para evitar humedad que pueda oxidar el metal, especialmente en juntas de puertas, maletero y capó.
- Encerar la carrocería también puede prevenir el deterioro de la pintura y finalmente la aparición del óxido. Existen ceras con protección contra la humedad y los rayos UV.
- El engrasado también puede servir para proteger algunas zonas mecánicas o de metal que podrían oxidarse fácilmente, al no tener pintura, como las bisagras.
- Guardar el coche en un garaje también puede ser beneficioso, en vez de dejarlo expuesto en exteriores.
- Si sufres un golpe o se deteriora la pintura, debes pintar la zona de forma inmediata para que comience a oxidarse el metal expuesto. La pintura actúa como una capa protectora que evita ese intercambio de electrones.
- En zonas como los bajos, venden productos anticorrosivos que podrías aplicar. El famoso minio puede ser uno de ellos…
- Revisa el motor para evitar fugas, aísla bien las conexiones eléctricas, etc. Usar aceites lubricantes y anticongelantes de calidad también puede prevenir la oxidación.
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