Donald Trump ha vuelto a centrar el foco en el sector del automóvil al cargar públicamente contra Jaguar por su última campaña de marca. El presidente de Estados Unidos ha aprovechado el ruido mediático en torno a otros anuncios para señalar a la firma británica, cuyo giro estratégico y de imagen está siendo tan comentado como controvertido. Y lo hace centrándose en hechos que no están, para nada, relacionados con la propia industria del automóvil. De esta forma, polariza a los clientes contra la marca…
El detonante ha sido el spot Copy Nothing, una pieza de identidad en la que Jaguar redefine su personalidad y que ha sido tachada de «Woke» por perfiles conservadores. La polémica ha crecido al hilo de comparaciones con campañas de terceros y de los recientes movimientos en la cúpula directiva del fabricante. Por ejemplo, la marcha de su anterior CEO y la elección de uno nuevo que, a buen seguro, no será del gusto del mandatario yanqui. Te contamos todo lo que ha pasado desde el ya famoso rebranding…
Trump estalla en redes y compara a Jaguar con American Eagle…
En un mensaje en Truth Social Trump elogió el anuncio de American Eagle protagonizado por Sydney Sweeney y, acto seguido, cargó contra Jaguar. Según su valoración, la pieza de la marca británica es «un desastre» por su enfoque ideológico, y se preguntó retóricamente quién querría un coche de la firma tras verla. El contraste entre ambos anuncios fue el eje de su crítica, con un aplauso a la campaña de la cadena textil y un varapalo a la del fabricante de automóviles.
Qué hay detrás del anuncio y del giro de Jaguar…
Copy Nothing es la tarjeta de presentación del nuevo rumbo de Jaguar. La marca británica optó por un spot conceptual en el que no aparece ningún coche, apostando por estética, tipografías y un elenco diverso como guiños de modernidad. El objetivo de Jaguar es mostrar la multiculturalidad para reposicionarse antes de lanzar su futura gama de vehículos eléctricos y romper con inercias del pasado.
La pieza creativa se viralizó con rapidez precisamente por saltarse los códigos habituales del sector y por el debate cultural que encendió. Mientras unos la aplaudieron por arriesgar, otros la reprobaron por su narrativa, lo que colocó a Jaguar en el centro de una conversación que trasciende lo puramente publicitario.
Movimiento en la cúpula: Mardell se va y Balaji toma el timón…
La andanada de Trump coincidió con el relevo en la dirección de Jaguar Land Rover. Adrian Mardell, veterano de la marca con más de tres décadas en el grupo, dejó su cargo tras pilotar una etapa de recuperación del negocio. Durante su mandato defendió que el reposicionamiento de Jaguar no buscaba ser «Woke» y se comprometió a impulsar el cambio, reforzando la estrategia de transformación de la marca.
El testigo pasa a manos del directivo indio P.B. Balaji, hasta ahora responsable financiero de TATA Motors, la matriz de JLR. Con amplia trayectoria en automoción, Balaji ha elogiado el trabajo realizado y se ha comprometido a impulsar la compañía «a cotas aún mayores», subrayando continuidad en la estrategia y ambición de crecimiento.
Nueva Jaguar: lujo eléctrico y próximos modelos…
Jaguar está en plena metamorfosis hacia una gama 100% eléctrica. Con ella busca situarse un peldaño por encima del territorio premium tradicional al que ha aspirado. Su meta es competir con firmas como Porsche, Maserati o Bentley, apostando por exclusividad, tecnología y diseño.
El prototipo Type 00 Concept sirve de carta de intenciones. Un GT de dos puertas totalmente eléctrico que anuncia hasta 770 km de autonomía y cargas rápidas capaces de sumar alrededor de 321 km en 15 minutos. De este ejercicio derivará un GT de cuatro puertas que se presentará este mismo año, con precios por encima de los 100.000 euros para reforzar ese posicionamiento de alto lujo.
La pausa industrial para preparar la nueva hornada ha reducido de forma notable las matriculaciones recientes. Este es el resultado del cese de producción de todos sus modelos. Así sus registros son testimoniales en mercados como el español o en EEUU donde ya no venden modelos. En resumen, es un efecto esperado en una transición de calado, antes de reactivar el volumen.
Un debate que mezcla publicidad, política y estrategia de marca…
El choque dialéctico ilustra cómo la publicidad se ha convertido en terreno de batalla cultural. El anuncio de Jaguar, planteado como un manifiesto de reinvención, ha sido leído por parte del espectro político como una toma de posición ideológica. Y mientras la compañía lo encuadra en su reinicio creativo y comercial. Con todo pese a las críticas Jaguar mantiene el rumbo. Es decir, consolidar el nuevo relato de marca, culminar la electrificación y estrenar modelos que le den más valor.
La llegada de Balaji al frente de JLR y el plan de lanzamientos apuntalan esa hoja de ruta. El impacto de la crítica de Trump ha centrado aún más la atención en el cambio de piel de Jaguar, pero la firma británica continúa con su plan: reubicarse en el lujo eléctrico, respaldada por un relevo ordenado en la dirección y por un calendario de producto que busca justificar el giro creativo que tanto debate ha generado.
Fuente – Automotive News
Imágenes | Jaguar Land Rover