
El mundo del rally-raid vive horas de enorme preocupación tras el gravísimo accidente sufrido por el argentino Juan Cruz Yacopini, una de las figuras emergentes de la disciplina y reciente campeón de la Copa del Mundo de Bajas FIA. El percance, ocurrido en pleno descanso en la provincia de Mendoza, ha tenido consecuencias médicas muy serias y ha provocado su baja inmediata para el próximo Rally Dakar 2026.
El piloto, que se preparaba para afrontar su sexta participación en el Dakar con Toyota Gazoo Racing Sudáfrica, iba a llegar a Arabia Saudí como uno de los nombres a seguir en coches tras firmar un destacado papel la pasada edición. La confirmación de que no tomará la salida en enero supone un duro golpe para su equipo y para el campeonato mundial de rally-raid, donde su progresión le había situado entre los aspirantes a todo.
Un salto al agua con consecuencias trágicas en El Carrizal
El accidente se produjo este viernes en el dique El Carrizal, en la provincia de Mendoza, cuando Yacopini disfrutaba de unos días de descanso con un grupo de amigos antes de viajar a Arabia Saudí. Estaban a bordo de una embarcación recreativa en la zona del camping El Biguá, un área muy frecuentada por locales en jornadas de calor.
Según las primeras reconstrucciones de los hechos, el mendocino se lanzó desde la lancha a un sector del embalse con poca profundidad, sin percatarse de la escasa altura de la lámina de agua. Al zambullirse, impactó violentamente con la cabeza contra el fondo, un banco de arena o zona de lecho poco profundo, lo que le provocó un traumatismo craneoencefálico severo y múltiples lesiones en la zona cervical.
Tras el impacto, sus acompañantes lograron sacarlo del agua y activar el protocolo de emergencias. Los amigos trasladaron al piloto hasta un punto de encuentro en la Ruta Provincial 62, donde aguardaba una ambulancia del Servicio de Emergencias Coordinado (SEC) de Mendoza. Fue en ese tramo cuando la situación se complicó todavía más.
Parada cardiorrespiratoria y diagnóstico de shock medular
Durante el traslado en ambulancia, Yacopini sufrió una parada cardiorrespiratoria. El personal sanitario del SEC le practicó maniobras de reanimación cardiopulmonar de forma inmediata, consiguiendo revertir el paro y estabilizarlo lo suficiente como para continuar el desplazamiento médico de urgencia.
El primer destino fue el Hospital Alfredo Perrupato, en la localidad de San Martín, cercana al embalse. Allí, los médicos le diagnosticaron un politraumatismo grave asociado a shock medular, un cuadro compatible con lesiones importantes en la columna cervical y potencial afectación neurológica severa.
Ante la complejidad del caso, y dado el estado crítico en el que se encontraba el piloto argentino, se optó por derivarlo a la Clínica de Cuyo, en la ciudad de Mendoza, un centro con mayores recursos para este tipo de situaciones. En este hospital permanece ingresado en la unidad de cuidados intensivos, con pronóstico reservado.
Los partes médicos difundidos hasta el momento apuntan a una lesión medular alta, localizada en las vértebras C1 y C2, junto con una importante inflamación en la médula espinal. Ese edema medular obliga a los especialistas a esperar al menos 48 horas para poder realizar una valoración más precisa de las secuelas y decidir los siguientes pasos terapéuticos.
Además de la afectación neurológica, se ha informado de la presencia de líquido en los pulmones y de que varios órganos funcionan con ayuda de soporte mecánico. El piloto se encuentra entubado, con asistencia respiratoria mecánica y bajo estricta vigilancia médica en terapia intensiva, lo que subraya la extrema gravedad del cuadro.
El parte de Toyota y la baja confirmada para el Dakar 2026
La noticia del accidente llegó rápidamente a la estructura deportiva del equipo Toyota Gazoo Racing Sudáfrica, con el que Yacopini tenía previsto disputar el próximo Rally Dakar. Tras recopilar la información disponible sobre el estado del piloto en la Clínica de Cuyo, la escudería emitió un comunicado oficial.
En esa nota, Toyota explica que, aunque los datos médicos aún son limitados y se basan en información pública, la situación es “claramente delicada” y de enorme complejidad. En consecuencia, el equipo toma una decisión inevitable: Juan Cruz Yacopini no participará en el Rally Dakar 2026, prueba que abrirá una nueva temporada del Campeonato Mundial de Rally-Raid (W2RC).
El texto de la escudería subraya que, en este momento, las prioridades pasan por la salud del piloto y el apoyo a su entorno cercano. “Nuestros pensamientos están con Juan Cruz, su familia y sus seres queridos”, señala el comunicado, en el que también se transmiten deseos de fuerza y valentía para afrontar este escenario tan complicado.
La estructura sudafricana añade que seguirá de cerca la evolución del estado de Yacopini y que ofrecerá nuevas actualizaciones solamente cuando exista información confirmada y pertinente. Por ahora, el foco está totalmente puesto en la recuperación del mendocino, dejando en segundo plano cuestiones deportivas o de reemplazos para la próxima edición del raid.
Un referente joven del rally-raid internacional
El impacto de la noticia ha sido especialmente fuerte en el paddock del rally-raid porque Yacopini se había consolidado como uno de los grandes talentos jóvenes de la disciplina. Con solo 26 años, el argentino acababa de vivir una de las mejores temporadas de su carrera, completando un calendario intenso tanto en el Mundial W2RC como en la Copa del Mundo de Bajas de la FIA.
En el campeonato de Bajas FIA, el mendocino firmó una campaña prácticamente perfecta: cinco victorias y un segundo puesto en las seis pruebas que disputó, números que le valieron el título mundial junto a su copiloto español Dani Oliveras. Ese éxito fue reconocido en la Gala de la FIA en Tashkent (Uzbekistán), celebrada pocos días antes del accidente, donde ambos subieron al escenario como campeones.
Paralelamente, Yacopini completó todas las citas del Mundial de Rally-Raid (W2RC), con un cuarto puesto en Abu Dabi como mejor resultado parcial y una presencia habitual en el top 10 de la general. Esa regularidad le había situado en el radar como uno de los pilotos con mayor margen de crecimiento en la categoría de coches.
Su progresión se había dejado notar también en el Dakar. Desde su debut en el Rally Dakar 2021, siempre con Toyota Hilux, el argentino pasó de abandonar en su estreno a colarse entre los diez primeros en años sucesivos. En las ediciones de 2023 y 2025 firmó sendos séptimos puestos en la general de coches, convirtiéndose en el mejor clasificado entre las tripulaciones con presencia española gracias al trabajo compartido con Dani Oliveras.
En el seno de Toyota, Yacopini era una de las bazas importantes de la marca. En el último Dakar había sido el tercer mejor piloto de la firma nipona, solo por detrás de los grandes referentes del equipo, lo que reforzaba el rol del argentino dentro de la estructura.
Una historia ligada al Dakar desde la infancia
El vínculo de Juan Cruz con el rally-raid no se entiende sin la figura de su padre, Alejandro Yacopini, también dakariano. Cuando el Dakar desembarcó en Sudamérica en 2009, la familia se involucró de lleno en la prueba, aprovechando el paso de la carrera por territorio mendocino.
De niño, Juan Cruz seguía las etapas del Dakar como espectador, primero desde la cuneta y después acompañando a su padre, que llegó a brillar en la categoría de coches con una destacada undécima posición en 2018. Ese vínculo familiar se trasladó pronto a la competición: el joven piloto dio sus primeros pasos en el Campeonato Argentino de Rally Cross Country (CARCC) y en el Campeonato Argentino de Navegación (CANAV).
En estas series nacionales se forjó como especialista en navegación y resistencia, hasta el punto de proclamarse bicampeón del CANAV en 2018 y 2019. Junto a Alejandro, además, encadenó tres triunfos consecutivos en el South American Rally Race (SARR) en la categoría Autos T1 (2020, 2021 y 2022), una prueba que muchos consideran la gran escuela regional de rally-raid.
Su salto definitivo al escaparate internacional llegó con su debut en el Rally Dakar 2021, pilotando una Toyota Hilux con historial de lujo, ya que la unidad había sido utilizada previamente por Fernando Alonso. Desde entonces, su curva de rendimiento ha sido ascendente, con resultados sólidos que le abrieron las puertas de un programa más amplio dentro de la estructura de Toyota y de las series mundiales.
Objetivos ambiciosos para un Dakar que no podrá correr
Antes del accidente, Yacopini afrontaba la edición 2026 del Rally Dakar con objetivos elevados. A sus 26 años, y tras encadenar varios resultados entre los diez mejores, su intención era dar un paso más y pelear por posiciones aún más cercanas al podio absoluto en la categoría de coches.
“No hay margen para el error en el Dakar actual, hay que ser muy fino en la navegación y mantener un ritmo alto todo el tiempo”, había explicado el propio piloto en declaraciones al sitio oficial del rally. También subrayaba que su calendario cargado de competiciones le daba un plus de preparación frente a otras tripulaciones, algo que se reflejó en su título mundial de Bajas.
De cara a 2026, la combinación con Dani Oliveras en el asiento de la derecha y el potencial de la Toyota Hilux de la estructura sudafricana situaban a la pareja como una de las duplas más interesantes del plantel. El argentino, además, estaba llamado a ser el único representante de su país en la categoría principal de coches, un detalle que añadía un componente simbólico para la afición argentina y para el propio equipo.
La cancelación de su participación, forzada por las circunstancias médicas, deja a Toyota sin uno de sus puntales y modifica el mapa de aspirantes a los puestos de honor. También supone la primera gran baja confirmada para el próximo Dakar, que volverá a disputarse en Arabia Saudí entre el 3 y el 17 de enero, inaugurando una nueva temporada del Mundial de Rally-Raid.
Reacciones y apoyo desde el automovilismo internacional
La noticia del accidente de Juan Cruz Yacopini ha generado una cascada de reacciones en el entorno del automovilismo, especialmente en el universo del rally-raid. Pilotos, copilotos, equipos y aficionados han llenado las redes sociales con mensajes de ánimo y muestras de cariño hacia el piloto y su familia.
En Argentina, la situación ha tenido una repercusión particularmente intensa en Mendoza, su provincia natal, donde medios y seguidores han seguido minuto a minuto la evolución del estado de salud del piloto. Se han organizado cadenas de oración y numerosos referentes del deporte motor han pedido respeto por la intimidad de la familia en estas horas tan delicadas.
Diferentes medios especializados en España y Europa también se han hecho eco del accidente, subrayando el peso deportivo de Yacopini como campeón mundial de Bajas FIA y valorando el impacto de su ausencia en un Dakar en el que compartía protagonismo con figuras destacadas del continente europeo. Para el aficionado español, además, su vínculo con el copiloto catalán Dani Oliveras hacía de la dupla un referente cercano.
Directamente desde el equipo, Toyota Gazoo Racing Sudáfrica ha reiterado su compromiso de seguir de cerca la situación y de mantener informada a la comunidad del rally-raid únicamente con datos contrastados. El mensaje es unánime: lo deportivo queda en un segundo plano y la prioridad absoluta es que el argentino pueda salir adelante.
En un momento en el que el Dakar y el Mundial de Rally-Raid se preparan para encarar una nueva temporada con proyectos ambiciosos, el accidente de Yacopini ha servido de recordatorio sobre la fragilidad de las trayectorias deportivas. Un salto al agua durante unas vacaciones ha truncado, al menos por ahora, la preparación de uno de los talentos más prometedores del rally-raid internacional y ha dejado al Dakar 2026 sin una de sus figuras emergentes, mientras todo el entorno del motor permanece pendiente de su evolución y se mantiene a la espera de noticias más alentadoras desde Mendoza.
