Los calentadores de nuestro coche tienen un cometido esencial, calentar el aire de los colectores de admisión. Gracias a esto, la temperatura en el interior del cilindro es superior, lo que ayuda a la compresión del aire en su interior y logra poner en marcha el vehÃculo.
Pero llega un dÃa que nos montamos en el coche, ponemos contacto y esperamos a que se apague el testigo de los calentadores, intentamos arrancar el coche pero tarda un poco más de lo normal. No le damos importancia, estábamos dormidos o con prisa para ir a trabajar, pero dÃas más tarde resulta que tarda todavÃa más en encender, entonces ya empezamos a pensar que el coche tiene un problema.
Probablemente, la averÃa que tiene nuestro coche está en los calentadores. Esta averÃa está más presente por las mañanas y, sobre todo cuando hace frÃo, parece que los ingenieros lo han hecho a idea para hacernos empezar el dÃa con mal humor. Pero los ingenieros, en este caso, son inocentes ya que, al fallar los calentadores, el coche tarda más en encender porque el aire que entra en los cilindros está más frÃo de lo debido.
Una opción que tenemos es sustituir los calentadores por nosotros mismos, una tarea sencilla, aunque dependiendo de qué coche se trate, se puede complicar por falta de espacio. Los calentadores están situados en la culata y, normalmente, muy próximos a los inyectores. Éstos van unidos entre sà con el cable que les da corriente. Desmontaremos este cable con cuidado y luego con una llave quitaremos el calentador viejo de su sitio.
Podemos verificar el estado del calentador viejo fácilmente, pero debemos tener cuidado para no quemarnos. Lo puenteamos y vemos el tiempo que tarda en ponerse la cabeza incandescente. Si tarda mucho tiempo o no se pone, es que el calentador está fallando y debemos cambiarlo. A veces no es necesario sustituir todos, puede ser suficiente sustituir el que está defectuoso. Por último montarlos es sencillo, simplemente seguiremos el proceso inverso.
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