Actualidadmotor viaja a Nürburgring, ahora con videos

Cartel Nurburgring

Tras el pequeño parón navideño, uno se pone a ver las fotos y videos de estos días…e inevitablemente me acuerdo de Nürburgring.

Como ya empecé a contar, aprovechando un viaje a Alemania “nos vimos obligados” a hacer un alto en el camino en el conocido circuito de Nürburgring.

Lo cierto es que las circunstancias no eran las más adecuadas para conocer este circuito. Para empezar, llevaba lloviendo varios días y las temperaturas eran bastante bajas, como corresponde al mes de diciembre. Un asfalto mojado y además cubierto en algunas zonas de hojas muertas acababan de configurar una auténtica pista de patinaje.

Lo siguiente es que nuestro coche no era precisamente un bólido, sino un Seat León 1.6 FSI de 105 CV. El maletero con bastante equipaje no ayudaba tampoco para una conducción deportiva, pero era lo que había…así que allí fuimos.

Tras pasar religiosamente por caja y coger un bono de cuatro vueltas (te sale a un poco más de 16 € la vuelta, más otros 4 o 5 € en gasolina, es decir, unos 20€ la vuelta sin contar neumáticos) recibimos algunas advertencias del encargado de cobrar los tickets: “¿Es vuestra primera vez aquí? ¿Si? Pues hoy el asfalto está muy resbaladizo, así que con cuidado que no queremos sustos…”

No le faltaba razón, pues un BMW Serie 1 se hizo una pequeña excursión por el césped durante la segunda vuelta y también circulaba la ambulancia por el circuito, aunque no sabemos por qué puesto que no vimos ningún accidente.

Una vez pasada la barrera, nos lanzamos a la pista. La primera sensación es que el motor de nuestro León se quedaba muy corto a la hora de recorrer los tramos rectos, pero nada más llegar a la primera curva y ver lo laaaaaaaaaaaaargas que eran las frenadas en ese suelo tan resbaladizo, lo cierto es que me alegré de que el coche no corriera más, pues íbamos a poder disfrutar con más seguridad. Aún así nos permitimos el lujo de pegar una pasada a un Volkswagen Golf Serie IV que andaba de paseo…y también que un Octavia RS y el BMW-taxi del circuito nos despegaran las pegatinas en alguna recta.

Hablando de seguridad, nuestro León venía con ESP, y aunque resulte un poco triste llevarlo conectado en circuito (sobre todo a la salida de las curvas, donde el control de tracción dejaba el coche bastante parado), tras ver los coletazos que pegaba en cuanto frenabas con el volante un poco girado, decidí dejarlo puesto. En más de una ocasión lo agradecí, sobre todo cierta vez que circulando en 4ª a casi 6.000 RPM ahuequé el acelerador demasiado brusco, para atacar el vértice de una curva rápida…inmediatamente el culo se salió de la trayectoria y os aseguro que hacer un pequeño contravolante a esa velocidad y con el suelo mojado no me resultó nada fácil; el ESP pulsaba y se oía con tanta intensidad que parecía que estaba frenando a fondo con ABS. Lo dicho, que la teoría de frenar y reducir hasta el vértice de las curvas como nos enseñaron en el Jarama era poco menos que imposible en estas circunstancias; además, el ESP alargaba las frenadas más de lo deseable para mantener el coche estable, por lo tanto, resultaba mejor frenar siempre con el coche recto.

Aquí dejo algunos videos; la sensación de velocidad es bastante baja en el video, pero si subís el volumen se escucha bien el rugido del motor y el “ggrrrrrrrrrrrr” de las ruedas en las curvas. Vamos, que me esforcé por ir rápido, aunque no lo parezca….

Por cierto, que pese a haberme tragado montones de vídeos de Nurburgring, tanto externos como on-board, una vez sentado en el asiento te das cuenta de que el circuito no te suena casi nada. Incluso el famoso peralte de Karrusel me pilló un poco por sorpresa (“pero…¿ya estoy aquí?”) y eso que estaba deseando pasar por él.

Una experiencia inolvidable, el haber conducido por este “Infierno Verde” pasado por agua. No creo que tarde mucho tiempo en repetir, y a ser posible procuraré que sea en verano, puesto que la gracia de ir a estos sitios no sólo reside en el circuito en sí, sino ver y oír las increíbles máquinas que por allí suelen circular. En un día como el que fui yo, pocos coches de ese estilo había. Un Porsche 996, el BMW Serie 5 del circuito y nada más.

En resumen:

  • Ida y vuelta con Ryanair: 26 €
  • Fianza por un SEAT León: 750 € (reembolsable si no lo siniestras, claro)
  • Correr en Nurburgring: 20 € la vuelta. (aprox.)
  • Emocionarte cada vez que ves los videos y fotos: no tiene precio

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  1.   Topham dijo

    Tiene que ser increíble la experiencia de correr en Nordschleife… ¡Menuda envidia me dais!

  2.   david dijo

    bua menudo piloto,si estaba frenando 1 kilometro antes de llegar a la curba,jajaja.

  3.   luisgaton dijo

    Andaaa David, que se te vé el plumero; apenas se nota que te quedaste con todas las ganas de venir…
    No te preocupes, que cuando quieras puedes demostrarme «lo mucho que apuras la frenada» en los karts, jajaja