Desde que el Alfa Romeo 159 desapareciera del mercado, allá por el año 2011, la firma italiana no había contado con una berlina en su catálogo. Para sucederlo, el Grupo FCA creó desde cero el Alfa Romeo Giulia, el modelo que debía poner contra las cuerdas a los Audi A4, BMW Serie 3 o Mercedes-Benz Clase C. Sin embargo, su lanzamiento se ha visto enturbiado por hechos como el declive del segmento o una «marquitis» desmedida en Europa.
El nivel tecnológico del Alfa Romeo Giulia es de los más elevados en el segmento, pero aún así, no se ha librado de las críticas. Las más enconadas se centraban en la calidad de algunos materiales o una habitabilidad en la media. Además, la sonoridad de las mecánicas diésel, en frío, es más elevada que en otros rivales. Por ello, y más, la firma ha sometido a un restyling a una de las berlinas más atractivas e interesantes que hay hoy en el mercado.
La esencia del Alfa Romeo Giulia permanece intacta
Su presentación ha tenido lugar en el Salón del Automóvil de Los Ángeles, plaza importante para el Giulia. Sin embargo, y como era de esperar, la estética es lo que menos cambia en él. La razón es sencilla: sus trazos son atemporales pues, como buen Alfa, es equilibrado y armonioso. Aún así, sus responsables han aplicado algunos cambios, aunque para darse cuenta de ellos, hay que sacar la lupa.
En el frontal, el más importante recae en el Scudetto, que pasa a ser negro. Los grupos ópticos, mantienen la disposición conocida, aunque siguen sin poder incluir tecnología LED. La vista lateral, dependiendo del paquete exterior, incluye taloneras, pasos de rueda y estriberas deportivas. Por último, en la zaga, se mantiene la misma disposición conocida, aunque modifica ligeramente el paragolpes, difusor y grupos ópticos.
Nueva tecnología, seguridad y materiales en el interior
Donde está el gran paso adelante del Alfa Romeo Giulia es en su interior. Aquí, el Grupo FCA ha revisado todos y cada uno de los aspectos que no convencieron a la prensa y público. Por tanto, encontramos nuevos materiales, más mullidos y mejor terminados. Además, el ajuste entre zonas se ha cuidado más, incrementando la percepción de calidad en el conjunto, sobre todo, en zonas bajas como puertas o consola central.
Las líneas básicas que definen el salpicadero no cambian, aunque recibe un nuevo volante, controles y sobre todo, una pantalla central de 8,8 pulgadas. Antes, sólo podía gestionarse a través del control sobre el túnel central, pero ahora también es táctil. El interfaz ha sido actualizado, con nuevas grafías y menús más modernos. Además, cuenta con los protocolos de conectividad Apple CarPlay y Android Auto o radio digital DAB.
Otro de los aspectos que se pone al día son las ayudas activas a la conducción. Gracias a un nuevo paquete de ADAS asciende al nivel dos de conducción autónoma. Para ello, disfruta de elementos como asistente para atascos, asistente de mantenimiento en el carril, aviso de objetos en ángulo muerto, asistencia en carretera o reconocimiento de señales. Se
A EEUU sólo llegarán versiones gasolina turboalimentadas
El escalón de acceso recae sobre el bloque de aluminio 2.0 Turbo con 280 CV de potencia y un par máximo de 415 Nm. En la zona superior, está el motor, con origen Ferrari, que da vida a la versión deportiva Quadrifoglio Verde. Es un 2.9 V6 Bi-Turbo con 510 CV y 600 Nm de par máximo. En ambas versiones está gestionado por una transmisión automática firmada por ZF con 8 relaciones y convertidor de par.
Fuente – Alfa Romeo