El año que viene hará dos décadas que Renault tuvo que ayudar a Nissan a no caer en la más absoluta bancarrota. Por aquellos momentos la firma asiática no vivía uno de sus mejores momentos, pues el público y los números parecían haberles dado la espalda. Fue entonces, cuando la firma gala y la nipona llegaron a un acuerdo: crear la Alianza Renault-Nissan donde la primera tendría un 43 por ciento del capital de la segunda y ésta se conformaría, a su vez, con manejar un 15 por ciento del capital de la primera.
Una de las premisas básicas que se estableció cuando se formó la Alianza Renault-Nissan fue la de mantener, en todo lo que fuera posible, la máxima independencia de las firmas. De esta forma, Renault ha lanzado al mercado internacional a Dacia y ha adquirido Lada. En la parte de Nissan, se ha potenciado el posicionamiento premium de Infiniti y, el último gran movimiento estratégico, la incorporación de Mitsubishi tras adquirir un 34 por ciento de su capital social.
Teniendo en cuenta lo bien que ha funcionado la Alianza, es raro que no se haya procedido a una fusión como «Dios manda». Según los últimos rumores que circulan por la red, existe un informe en el que se confirmaría que la Alianza Renault-Nissan estaría a punto de dar este paso, aunque, eso sí, con matices. Las malas lenguas anuncian que esta fusión se llevaría a cabo con una cesión de acciones y el mantenimiento de las sedes centrales de cada marca donde se encuentran en la actualidad: Francia y Japón.
Los verdaderos motivos que se esconderían tras esta fusión están relacionados con la conducción autónoma, el desarrollo y producción de vehículos eléctricos y el desarrollo de la conducción compartida. De forma que si sólo existe una única empresa, los costes y ganancias de llevar a cabo estas actividades se tratarían de forma unificada y no entre tres empresas, Renault, Nissan y, ahora, Mitsubishi.
De llevarse a cabo esta maniobra la empresa tomaría otro cariz y por tanto mantener la independencia de las marcas que la integran se torna más complejo. Sin embargo, este paso nunca se ha dado porque hay que salvar un problema bastante importante y que tiene que ver con la titularidad del capital y ciertas leyes. Renault cuenta en su consejo de dirección con representación del estado francés, y Nissan, podría ver vetada la alianza por la legislación de su país.
Los rumores dicen que la noticia será confirmada en pocos días. Habrá que ver si es verdad, o no.
Fuente – Autocar