Así nos ha ido en la Shell Eco Marathon 2012

Como recordaréis, los días 17, 18 y 19 de mayo estuvimos en Rotterdam compitiendo en la Shell Eco Marathon con el Storm, un Urban Concept de hidrógeno del Instituto Mendizabala de Vitoria. El año pasado también estuvimos en Lausitz (Alemania) donde nos clasificamos décimos en nuestra categoría y quedamos segundos en el concurso de diseño.

Tras regresar de Holanda y sacar un tiempo (y ganas tras lo sucedido) en la apretada agenda hoy vengo a contaros que es lo que hemos hecho este año en Rotterdam. Casi lo podemos resumir en una palabra: Nada. Ha sido una serie de catastróficas desdichas que no es que sea lo más bonito para contaros a los lectores de ActualidadMotor.

Llegamos a Rotterdam el día 16 y nada más llegar al circuito hicimos el Check-In en la competición y preparamos nuestro box. También le pusimos a nuestro querido Storm todas las pegatinas reglamentarias de la competición. Todavía los ánimos estaban muy arriba. Este primer día lo dedicamos a hacer algunos ajustes de carrocería a sellar el chasis y poco más. Estabamos cansados del viaje y pobres de nosotros, confiados que la pila de 2000W iba a ser la caña.

Nuestra confianza no era gratuita, pues la semana antes habíamos estado probando el coche por el patio del instituto y la mejora en aceleración y par con respecto a la antigua pila de hidrógeno 1000W era espectacular, subía bordillos cuando antes se atascaba en adoquines.

Al día siguiente, día 17, ya estabamos listos para ir a la inspección técnica, pero cuando hicimos las comprobaciones de fugas pertinentes con el detector de hidrógeno este no hacía mas que pitar y pitar. Mal asunto, había fugas que superaban con creces los limites establecidos por la competición.

Se comprobaron todas las conexiones del sistema de hidrógeno por si el problema pudiera estar ahí, pero el problema parecía venir de detrás de la pila. Desmontamos la carrocería para poder acceder mejor y comprobamos que la nueva pila de 2000W tenía fugas en una de sus celdas. Genial, la pila estaba defectuosa. Para que os hagais a la idea de la magnitud del defecto, la pila «solo» cuesta 11.000 euros.

Visto el panorama se habló por telefono con el proveedor de la pila y con un ingeniero de la marca Horizon de Milán. Nos dijeron que probasemos a apretar unos tornillos que unen las celdas y a calentar la pila para que esta se dilatase y se minimizasen las fugas. Dentro de lo malo había optimismo por si aquí estaba la solución. Tapamos los tres ventiladores de la pila pero la temperatura a penas subía, así que decidimos calentarla poniendo el motor a rodar y aplicando una ligera presión con el freno. La pila se calentaba, pero todo seguía igual…

Así que pensamos en hacer una admisión y un escape para la pila, sellando la parte trasera de esta con un metacrilato. Eran auténticas chapuzas para algo nuevo que cuesta 11.000 euros pero podía surtir efecto y era lo que otros equipos con iguales problemas estaban haciendo. La cosa mejoró un poco pero seguía muy mal.

Ya en el viernes 18 el tiempo empezaba a apretar. Seguíamos con fugas y siquiera habíamos ido a la inspección. Dedicamos todo el día a intentar mejorar la chapuza antifugas. Fracaso tras fracaso llegamos a llamar al instituto para que nos mandasen por correo urgente para el día siguiente sin falta antes de las 12:00 la pila vieja, que se quedó en Vitoria cuando la idea era haberla llevado a Holanda. Al final desistimos de ese intento porque no nos garantizaban que pudiese llegar a esa hora (como es normal) y el envío costaba muchos Eypos. Llegamos a pasar parte de la inspección hasta que en la parte de fugas nos echaron para atrás.

La idea que daría con la solución de las fugas llegó más tarde, casi al mismo tiempo que descubrimos que el regulador de presión estaba estropeado. Mientras unos se recorrían el paddock en busca de un regulador de presión la otra parte del equipo estábamos sellando la pila, poniéndole a esta dos cajas de cartón, una por encima y otra por debajo con una chimenea al exterior para expulsar las fugas a la atmósfera.

El equipo de Linde Gas vino a visitarnos y ayudar, y de paso a comer jamón ibérico embutido y queso Idiazabal que habíamos llevado desde Vitoria (y menos mal, si no hubiésemos pasado más hambre que un perro pequeño). Tras acabar con el sellado, que nos llevó un buen rato, nos fuimos al hotel, eran ya las 00:00 y ni habiamos comido ni cenado (picábamos de lo que teníamos en el box)

Día 19 y último. A las 8:00 llegó Peter, de Linde Gas con un regulador de presión manual (se abre más o menos caudal a mano). Fue instalarlo e ir rápidamente a pasar la parte de las fugas de la inspección. No sin problemas con el detector de hidrógeno integrado en el vehículo conseguimos pasarla, gracias a la benevolencia de todo el equipo de la inspección.

Bueno, los ánimos subieron un poco y sacamos el coche a pista. El primer piloto dió 6 o 7 vueltas y de repente el coche se paró. De todos modos no íbamos a tiempo, íbamos unos 20 segundos fuera de tiempo por vuelta. Al pararse el coche fuimos rápidamente al box, parecía que se había soltado un cable del potenciómetro del acelerador (anteriormente había pasado). Tras comprobarlo vimos que con el motor en marcha la rueda no giraba. Se había roto el pasador del casquillo del eje de transmisión debido a los esfuerzos a los que fue sometido para calentar la pila (nos pasó el año pasado el dia antes de ir a Alemania algo similar) Rápidamente y de mala manera metimos uno sin desmontar nada y volvimos a sacar el coche a pista. Seguíamos perdiendo tiempo vuelta a vuelta y el coche se quedó sin hidrógeno en la novena vuelta (de 10). Era más el que iba a la atmósfera que el que la pila aprovechaba para generar electricidad, era algo inevitable. Así que como no conseguimos hacer una tanda no llegamos a clasificarnos…

Problema tras problema fuimos avanzando poco a poco a lo largo de los días pero no la suficiente. Con el cansancio haciendo mella, recogimos y pensamos que el año que viene tal vez iría mejor… Tras volver todo sigue igual, aunque afortunadamente Horizon se hará cargo de la pila.

Y un resumen de lo mejor de Rotterdam:


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