Ayer os presentábamos el BMW M550d, la versión diésel más potente y dinámica de toda la Serie 5 de BMW y, probablemente, una de las berlinas de gasoil más rápidas del planeta. Hoy venimos a hablaros del tope de gama en la Serie 5, el BMW M5. El BMW M5 ya se encuentra en su sexta generación, habiendo nacido la primera en 1984 y siendo, desde entonces, una de las berlinas de tamaño medio más prestacionales del mundo, si no la que más.
En las cinco anteriores generaciones el BMW M5 había recurrido a la propulsión trasera, algo que le caracterizaba. Sin embargo, BMW acaba de confirmar que esta nueva generación utilizará tracción total. Aunque de primeras pueda ser un disgusto para los más puristas no deberían de alarmarse pues este BMW M5 xDrive, que llegará al mercado durante el presente año, puede ajustar los reglajes del diferencial central en tres posiciones y pudiendo enviar toda la energía al tren posterior, como un auténtico propulsión trasera.
BMW ha buscado un M5 más utilizable y aprovechable para la vida diaria. Con este sistema de tracción integral otorga una mayor nobleza y seguridad, pudiendo salir de una curva mucho más rápido y acelerando mucho antes sin demasiados miedos de perder la trasera por completo. Esto será especialmente ventajoso en condiciones adversas. El conductor dispone de cinco posibles configuraciones de conducción, combinando el sistema de estabilidad DSC y los modos del xDrive.
xDrive con tres modos diferentes, uno de ellos de tracción trasera
Según las preferencias de cada conductor en cada momento tenemos tres modos de funcionamiento del xDrive: 4WD, 4WD Sport y 2WD.