El carnet B1 es un nuevo permiso de conducir aprobado por la DGT (Dirección General de Tráfico) que entra en vigor a partir de 2023. Esta categoría permite circular de forma legal a jóvenes de 16 y 17 años con vehículos ligeros, como cuadriciclos y triciclos, que tengan un peso máximo de 400 kg o de 550 kg si se usan con un fin comercial (transporte de mercancías). Si disponen de un sistema de propulsión eléctrico, el peso de la batería no se incluye en la tara. A continuación, más detalles acerca de este documento.
El permiso de conducir B (convencional) se puede obtener después de cumplir 18 años (mayoría de edad en nuestro país) y superar una evaluación teórica y otra práctica. Con este carnet se puede manejar vehículos diseñados para transportar personas cuya MMA (Masa Máxima Autorizada) no supere los 3.500 kg y cuyo número de plazas no exceda las nueve incluyendo al conductor. Su precio limita la movilidad de muchas personas.
Con el B1, la DGT concede a los mayores de 16 años la posibilidad de conducir coches más económicos con una potencia, una velocidad punta y unas dimensiones limitadas: 20 CV, 90 km/h y dos asientos, respectivamente. Con todo, es el doble de lo autorizado actualmente, ya que, hasta ahora, los menores de edad sólo podían examinarse de los carnet AM y A1 para ciclomotores o motos de baja cilindrada.
Solicitado por varias organizaciones de seguridad vial, se prevé que el nuevo B1 permita un acceso gradual y racional a la conducción de automóviles, pese a que estos sean de pequeño tamaño, con unas prestaciones pobres y un uso orientado a al entorno urbano o interurbano. También se aumenta el volumen de usuarios que transitan las carreteras, lo que se podría traducir en un incremento de la recaudación mediante multas, un motivo por el que quizás la DGT ha valorado positivamente su adopción.
Según este organismo, dependiente del Ministerio del Interior, el carnet B1 supondrá un aumento en cuanto a seguridad, ya que los conocidos como “microcoches” deben de llevar, de manera obligatoria, algunos elementos activos parecidos a los de los turismos “normales”. Por ejemplo, han de contar, por normativa, con un sistema ABS en el equipo de frenado. Además, son mucho más sólidos en comparación con los ciclomotores y motocicletas, pues disponen de una estructura cerrada que protege a los ocupantes en caso de accidente.
Otra de las ventajas que traerá este permiso de conducir es el acceso y el favorecimiento de la movilidad para jóvenes (o no tanto) que viven en zonas campestres o sin mucha población, donde el transporte público es exiguo o, en algunos casos, ni existe. Para conseguirlo, se deberán realizar diferentes pruebas, similares a las del carnet B, tanto teóricas como prácticas. Se estima que cerca de un millón de jóvenes de entre 16 y 18 años obtengan este carnet anualmente.
Fuente – Elaboración propia