Probablemente sea una de las novedades más esperadas de los últimos años en Norteamérica. La nueva generación del Corvette, el Chevrolet Corvette C8, acaba de ser desvelada. Se trata del primer Corvette con motor central trasero en las más de seis décadas de historia de este modelo, por lo que el salto a nivel dinámico debe ser bastante importante. Antes siempre era de motor delantero y propulsión trasera.
Otro cambio que estrena este nuevo modelo es que tampoco estará disponible con una transmisión manual y tres pedales, sino que solo se va a ofrecer ligado a una caja automática; algo que no nos gusta tanto. Como veis en las imágenes, la versión elegida para la presentación oficial del modelo ha sido la Chevrolet Corvette Stingray, por lo que más adelante veremos variantes más dinámicas.
El Chevrolet Corvette ahora quiere ser efectivo
El nuevo Corvette busca posicionarse como un verdadero superdeportivo, un coche de altas prestaciones que sea realmente eficaz y rápido en circuito. Creo que cambiará demasiado respecto a sus predecesores, pues ahora será más sencillo de llevar rápido y menos exigente cuando buscamos los límites debido a, como decía, que el motor está colocado en posición central.
Lo que sí nos ha gustado es que, pese a todo, tras los asientos delanteros se esconde un enorme corazón. Se trata de un motor V8 de 6.2 litros con admisión atmosférica y nada menos que 495 CV y 630 Nm de par. Al parecer, podrá acelerar de 0 a 100 en menos de 3 segundos (sorprendente para un coche propulsión). En parte será gracias a que pesa poco más de 1.500 kilos.
Para quienes busquen el máximo rendimiento en su nuevo Chevrolet Corvette C8, está disponible un Performance Package Z51, el cual consta de una suspensión aún más deportiva, una mejora en el sistema de refrigeración y un escape deportivo. Los neumáticos de este superdeportivo americano corren a cargo de Michelin con los Pilot Sport 4S.
No me quiero olvidar de mencionar que el nuevo modelo también mantiene el techo targa y que deja dos huecos de maletero. Mención aparte merece también el cristal trasero para poder apreciar su V8 desde el exterior, muy al estilo Ferrari. Personalmente, ese detalle es algo que me ha encantado en los superdeportivos desde que tengo uso de razón.
Un interior totalmente actualizado
Por lo que podemos apreciar en las imágenes del interior, el habitáculo es bastante curioso y supone un cambio total respecto al predecesor. Fijaos en que aparece un cuadro de instrumentos totalmente digital, una pantalla principal muy orientada hacia el conductor, un volante prácticamente cuadrado (salvando las distancias), materiales que parecen ser de buena calidad y una fina fila de botones demasiado larga que además está ubicada en una posición muy extraña, al lado derecho y en una posición elevada.