Desde que la carrocería monovolumen de la familia Xsara llegara al mercado allá por el año 1999, el apellido Picasso ha acompañado a todas las versiones, de la firma gala, que iban destinadas al segmento familiar. A medida que ha pasado el tiempo, la franquicia Picasso se ha convertido en un estandarte para Citroën, pues tanto las ventas, como la imagen que revertía sobre la marca era intachable.
Esta situación se dará, según la marca gala, hasta que el Salón del Automóvil de Ginebra abra sus puertas. La razón, es que la familia C4 y Grand C4 Picasso, han visto cómo su ilustre apellido se pierde, por otro, según la firma «más comercial». A partir de abril de este año, los clientes que quieran un monovolumen de la marca, no tendrán que pedir en sus concesionarios oficiales un Picasso, sino un SpaceTourer.
Según Citroën, a partir de ahora, todos los productos de la firma que tengan un enfoque familiar adoptarán la denominación SpaceTourer. Este cambio lo vimos cuando llegó al mercado la última generación del vehículo industrial Jumpy, pues la versión destinada a pasajeros abandonó la denominación Comby o Multispace, para pasarse a la SpaceTourer.
Esta transformación, también la hemos contemplado en otro de los segmentos que Citroën está potenciando en estos momentos, pues toda la familia de modelos todo caminos y SUV´s pasará a estar englobada bajo la denominación «AirCross». Con todo, los cambios que va a recibir la familia C4 y Grand C4 Picasso, perdón, SpaceTourer, no se quedarán en el nombre, pues se producirán cambios técnicos.
En la gama mecánica, llegará el nuevo bloque diésel BlueHDi de nuevo desarrollo con 1.5 litros de cilindrada y una potencia que se desdoblará en 100 y 130 CV. Éste, estará asociado de serie a una caja de cambios de tipo manual con 6 relaciones. Además, también estará disponible en la gama la nueva caja de cambios de tipo automática por convertidor de par EAT8 con 8 relaciones.
Su puesta de largo será en el inminente Salón del Automóvil de Ginebra, por lo que ahí conoceremos más detalles de este cambio de rumbo para uno de los modelos más vendedores de Citroën. Personalmente creo que abandonar el nombre Picasso puede perjudicar las ventas del modelo, pues cuando el nombre supera en popularidad al producto, dar marcha atrás es muy arriesgo.
Fuente – Citroën