El Ayuntamiento de Madrid ha decidido conceder un año de respiro a los propietarios de vehículos sin etiqueta ambiental, permitiéndoles seguir circulando durante 2025 sin ser multados. Este anuncio supone un alivio temporal para miles de conductores afectados, especialmente aquellos empadronados en la capital y que dependen de sus coches para sus actividades diarias. Durante este año de transición, los coches que no pueden entrar en la ZBE de Madrid tendrán un respiro que no se traducirá en sanciones económicas.
El objetivo de esta medida, según ha explicado el alcalde José Luis Martínez-Almeida, es dar tiempo a los ciudadanos para adaptarse a las restricciones de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) mientras se mantiene el compromiso con la mejora de la calidad del aire. El delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, también ha destacado que el periodo de aviso permitirá informar a los usuarios y fomentar hábitos más sostenibles en el uso del transporte.
Moratoria para residentes y excepciones clave
El Ayuntamiento ha decidido que los vehículos sin etiqueta empadronados en Madrid sí podrán circular libremente durante 2025 sin recibir multas. Esto incluye a aquellos dados de alta en el Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM). Las cámaras ya instaladas en toda la ciudad identificarán las infracciones, pero las notificaciones enviadas serán exclusivamente de carácter informativo.
Además, se han anunciado una serie de excepciones que permitirán que ciertos vehículos sin etiqueta también puedan circular por Madrid bajo circunstancias específicas. Entre estas excepciones destacan:
- Autónomos mayores de 59 años. Aquellos cuya flota esté compuesta al menos en un 50% por vehículos sin etiqueta de más de 3,5 toneladas podrán seguir accediendo.
- Traslados médicos. Los vehículos sin etiqueta utilizados para llevar a personas a centros hospitalarios podrán obtener permisos temporales.
- Retrasos en la entrega de vehículos nuevos. Las personas que hayan adquirido un coche de bajas emisiones pero no lo hayan recibido debido a problemas de fabricación, podrán usar su coche antiguo mientras tanto.
Estas excepciones deberán tramitarse mediante un procedimiento específico que será detallado por el Ayuntamiento en fechas próximas.
Un año para adaptarse a las nuevas normativas
El periodo de gracia otorgado por el Ayuntamiento no solo busca aliviar las preocupaciones de los propietarios de vehículos sin etiqueta, sino también fomentar la transición hacia una movilidad más sostenible. Durante este tiempo, Madrid continuará impulsando iniciativas como el programa de Ayudas Cambia 360, que facilita la adquisición de vehículos menos contaminantes con subvenciones de hasta 2.000 euros para coches eléctricos, híbridos enchufables o híbridos convencionales.
Esta iniciativa se suma al reciente Plan Mueve Madrid, destinado a ofrecer alternativas de transporte más limpias. Entre las opciones, los ciudadanos pueden optar por cambiar sus coches contaminantes por bicicletas, ciclomotores o incluso bonos de movilidad.
Perspectivas hacia la sostenibilidad
Aunque el Ayuntamiento ha decidido dar este respiro en 2025, las restricciones serán más estrictas a partir de 2026, cuando las multas se aplicarán de manera definitiva. Las sanciones por incumplir la normativa de la ZBE ascienden a 200 euros, que se pueden reducir a la mitad en caso de pronto pago. Según datos municipales, se espera que la eliminación total de los vehículos sin etiqueta en la capital permita cumplir los estándares europeos de calidad del aire establecidos para el 2030.
Por el momento, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha puesto en duda la legalidad de Madrid ZBE debido a la falta de evaluación de impacto económico sobre personas vulnerables. Con todo, el Ayuntamiento está trabajando en una nueva ordenanza de movilidad sostenible que garantice la continuidad de estas políticas. Mientras, los coches que no pueden entrar en la ZBE de Madrid podrán seguir circulando sin ser sancionados económicamente.
Durante el año 2025 Madrid aborda un delicado equilibrio entre la transición hacia la sostenibilidad medioambiental y la adaptación de los ciudadanos a la normativa que afectará a sus hábitos de movilidad. Este periodo servirá no solo para informar a los afectados, sino también para evaluar el impacto de las políticas en curso y explorar nuevas estrategias de implementación para el futuro.
Fuente – Ayuntamiento de Madrid