Las cosas hay que reconocerlas cuando toca. ¿Quién iba a pensar que Kia podría lanzar al mercado un producto tan redondo y excitante como el Stinger? ¿Le dejará Hyundai el camino libre para que le adelante por la derecha y sin intermitente? Estas y otras cuestiones nos hacen pensar que además de competitividad en el sector del automóvil también hay otras cosas: hacer buenos coches por y para el cliente.
Cierto es que Kia no tiene la mejor imagen del mundo en lo tocante a fabricación de coches premium, pero poco a poco se han reposicionado en el mercado, y lo más importante a nivel marketing, en la mente del consumidor. Por esta razón ha nacido el Stinger, para cautivar a aquellos clientes que aún se resisten a creer en el potencial y calidad que tiene la firma asiática. No obstante la marca aún debe superar un obstáculo importante: conseguir que el Stinger se venda bien y que no se convierta en un bluf (aquellos que entendéis de marketing sabéis de qué hablo).
Esta situación se puede dar perfectamente, pero en vista de las declaraciones de algunos responsables de la marca, parece que el Stinger no sufrirá este fenómeno. Uno de los que se ha pronunciado es Damien Meredith, Director de Operaciones de Kia en Australia. Según Meredith la firma ya está registrando problemas con los pedidos del coche, pues muchos son los clientes que se están acercando a los concesionarios a verlo, probarlo y comprarlo.
De esta forma, las primeras listas de espera ya se están creando obligando a la marca a forzar la producción del coche. En teoría el Kia Stinger no llegará al mercado hasta enero del próximo año, pero las unidades que se habían destinado para todos los mercados podrían variar para atender la demanda y satisfacer los pedidos que ya se han firmado. En todo caso, habrá que estar atentos a cómo evolucionan las ventas del Stinger, pues aunque la marca no pretende que sea un súper ventas, sí que podría marcar un antes y un después para la firma y el sector.
Fuente – Kia