El próximo mes de septiembre se cumplirán tres años del destape del Dieselgate del Grupo Volkswagen. A lo largo de este tiempo el conglomerado alemán ha vivido momentos muy duros pues se han dado dos cambios de CEO´s y un viraje total del plan estratégico hacia la electrificación. Ambas situaciones han dejado como resultado varios cadáveres en forma de modelos que nunca verán la luz, otros que han cesado su venta sin sucesor, así como altos ejecutivos encarcelados.
En Estados Unidos, las investigaciones practicadas dictaminaron que el Grupo Volkswagen debía hacer frente a una multa económica de 4.300 millones de euros. Además de ello, la EPA los obligó a que se hicieran cargo de las correspondientes llamadas a revisión así como a las recompras masivas de los modelos afectados. Con todo, la factura total que el consorcio alemán ha tenido que pagar en el continente americano, por el Dieselgate, ha sido de unos 26 mil millones de euros.
Sin embargo, a esta elevada sanción pecuniaria han de añadir la que ha establecido Alemania. El país natal del Grupo Volkswagen ha decidido que han de hacer frente a una multa económica de 1.000 millones de euros. Esta cifra es infinitamente más baja que la marcada por Estados Unidos, pero también hay que tener en cuenta que la legislación europea es más laxa y que además el culpable una de las mayores empresas del país teutón.
Según ha comunicado el propio Grupo Volkswagen no recurrirán la multa, dando por hecho que aceptan su culpa. Además, aún están pendientes de resolución varias demandas civiles colectivas, por lo que sus cuentas anuales aún podrían resentirse. Con todo, el paso que ha dado el grupo alemán es muy importante, pues sólo asumiendo su responsabilidad y culpa podrán afrontar el futuro.
Otra victoria social en el caso Dieselgate es que el Grupo Volkswagen se ha comprometido ante la Asociación PETA a que no volverán a emplear animales para realizar pruebas de homologaciones en sus motores. Con todo, todavía tienen que revisar hasta 200 versiones diferentes de sus modelos, por lo que aún les queda mucho trabajo para borrar las huellas del Dieselgate.
Fuente – Automotive News