El renacer de Alfa Romeo, el reposicionamiento y éxito que está viviendo Maserati y lo bien que le van las cosas a Ferrari son el mejor ejemplo de que las cosas parecen ir bien en Fiat Chrysler Automóbiles (FCA). Además, Jeep cada vez está mejor posicionada en el mercado, pues sus ventas no dejan de crecer allá donde se lo proponen. El grupo italo-americano está sudando sangre para cuadrar las piezas de su puzzle industrial pues antes de la jubilación de Sergio Marchionne las cosas deben estar rodando solas.
Uno de los puntos más delicados de la situación actual que atraviesa el conglomerado FCA son sus cuentas y sobre todo, su deuda. Este es el punto que más preocupa a los inversores y analistas pues es una de las más altas de todo el sector. Sin embargo, parece que los números (y los astros) se están alineando para que los resultados económicos del grupo vayan tomando forma. Prueba de ello es que el primer trimestre de este año la facturación del grupo creció un 4 por ciento alcanzando los 27,7 mil millones de euros.
El milagro que ha permitido estos números no ha sido otro que los buenos resultados que han cosechado en el mercado europeo. El beneficio antes de impuestos ha alcanzado los 1,5 mil millones de euros (un 11 por ciento más). Todo ello ha sido posible gracias a que se han vendido 1,14 millones de coches lo que representa un 1 por ciento más. Sin embargo, tras la lectura positiva de los resultados obtenidos por FCA toca hablar de la parte negativa.
Según las cuentas del grupo, la deuda del mismo no solo no ha disminuido, sino que ha vuelto a crecer. A finales de 2016 el montante total ascendía a los 4,6 mil millones de euros pero al cierre de marzo alcanzaba los 5,1 mil millones. Otro de los puntos que también se ha resentido es la liquidez de la empresa pues ha pasado de los 24o mil millones de euros a los 210 mil millones. Con todo, a Sergio Marchionne parece no preocuparle pues espera que el cierre de año cumpla sus expectativas y finalice con un beneficio de 3 mil millones de euros y una caída de la deuda de 2,5 mil millones.
El aspecto que más está cambiando FCA para mejorar sus ingresos tiene que ver con la rentabilidad por cada unidad vendida. En el primer trimestre de 2016 sólo ganaban un 3,1 por ciento por unidad matriculada y en este año la ganancia ha crecido hasta el 11,3 por ciento. Además, a excepción del continente americano, en el resto de zonas del mundo las ventas del grupo siguen creciendo por lo que alcanzar los números pronosticados por Marchionne no debería suponer un problema para FCA.
Ya veremos qué pasa cuando 2017 se despida.
Fuente – Fiat Chrysler Automóbiles (FCA)