El Ford Edge queda situado como el modelo premium dentro de los SUV de la marca americana, con un diseño exterior y dimensiones propias del otro lado del AtlÔntico. Sus ventas tampoco lo sitúan entre los mÔs demandados por el público europeo. Sea como fuere, ahora introduce un restyling de mitad de ciclo de vida en el que destacan la presencia de un acabado deportivo ST-Line y la llegada de un potente motor diésel biturbo.
Los cambios estéticos son notables, estando presentes mayormente en su frontal. Y es que este lavado de cara incorpora nuevas formas mÔs agresivas en su paragolpes, lo que también condiciona el diseño de la parrilla, de los faros y de la parte inferior del frontal; algo que se aprecia aún mÔs en el acabado deportivo ST-Line. Ya que hablamos del Ford Edge ST-Line, vamos a comprobar qué trae este acabado.
ST-Line, como sabĆ©is, es la forma en que la marca americana del óvalo azul denomina desde hace unos aƱos a sus acabados deportivos. Son coches que no ofrecen prestaciones de deportivos, pero por poco dinero extra obtenemos una imagen exterior muy dinĆ”mica; como hace Seat con los acabados FR, Audi con los S Line o Peugeot con los GT Line. AquĆ, de momento, parece que no llega el Ford Edge ST, por lo que habrĆ” que conformarse con el ST-Line.
El acabado ST-Line del Ford Edge agrega una imagen diferente y mucho mĆ”s pasional a la carrocerĆa, algo que se aprecia en las dinĆ”micas formas de los paragolpes, las gigantescas llantas de 20 pulgadas de serie (21 en opción) o la doble salida de escape con puntas cromadas. En el interior tambiĆ©n se incorporan āaditivos deportivosā, como los pedales en aluminio, el techo negro, volante de cuero, costuras rojas a contraste y unos asientos deportivos en cuero y con reglajes elĆ©ctricos. En el apartado dinĆ”mico tambiĆ©n se reconfigura parcialmente la puesta a punto, para hacer que se sienta mĆ”s dinĆ”mico que en el resto de versiones.
La gama mecÔnica del Ford Edge estarÔ compuesta por dos versiones de 2 litros; una de 150 y otra de 190 CV. La primera recurre a una nueva caja de cambios automÔtica de 8 velocidades y a la tracción delantera, mientras que la mÔs potente equipa un cambio manual de 6 marchas y un sistema de tracción integral inteligente. Pero hay que sumarle un nuevo propulsor, también de 2 litros, pero en este caso biturbo. Desarrolla 238 CV y ha sido convenientemente estudiado y configurado para reducir al mÔximo las vibraciones y sonidos.