El Futuro del Cambio de Lunas: Innovación y Tecnología

 Cambio lunas coche



Las lunas de los coches, bien sea el parabrisas delantero, las ventanillas laterales o la luneta posterior, llevan muchas décadas en los automóviles. Muchas personas podrán creer que son sólo unos cristales para protegernos del aire, de los mosquitos o de la lluvia, pero su función va mucho más allá.

También habrá quienes piensen que su tecnología es simple y que es un elemento que no ha evolucionado a lo largo de la historia del automóvil. Nada más lejos de la realidad. De hecho, no sólo ha cambiado y mejorado el elemento en sí, incluso el proceso del cambio de lunas se ha ido modificando para, entre otras cosas, mejorar la seguridad vial.

Innovación y Tecnología

Ford T luna parabrisas

En un principio, sí. Las lunas de los coches tenían como función principal aislar y proteger el habitáculo de elementos exteriores, como los citados insectos o de las inclemencias meteorológicas.

Pero pronto cobró un mayor protagonismo y el avance de la tecnología permitió sacarle mucho más partido. Por ejemplo, las lunas de los coches también juegan un papel principal de protección a los ocupantes en caso de accidente.

Y no sólo por el uso de cristales laminados que se convierten en minúsculos cristales cuando se produce un accidente grave, sino porque incluso cobran una gran importancia a la hora de contribuir a la rigidez total del vehículo.

Cómo la tecnología ha revolucionado el proceso de cambio de lunas

Reparación lunas resina

En cuanto a los procesos se refiere, también es importante destacar que las tecnologías actuales no sólo facilitan la retirada y la colocación de una luna nueva de forma más eficiente y eficaz, garantizando de nuevo la seguridad de ocupantes y el aislamiento del habitáculo; sino que han surgido nuevas técnicas que, en ocasiones, evitan tener que cambiar la luna.

Nos referimos al uso de resinas especiales para pequeños impactos. Esta resina se impregna en el cristal y, tras un rápido proceso, sanea por completo la luna. De no utilizar este método y dejar el pequeño desperfecto, es muy probable con cambios de temperatura bruscos o incluso con algún fuerte bache, la luna se agriete por completo.

Tendencias futuras en el cambio de lunas: lo que nos espera

ADAS cambio lunas

Por otro lado, debemos tener en cuenta que los automóviles continúan evolucionando y los procesos de sustitución de lunas deben adaptarse. El ejemplo más claro es que los coches actuales cuentan con varios sensores, cámaras y/o radares ubicados en los cristales delanteros para los ADAS, por lo que ya no se trata sólo de quitar una luna y poner otra.

Y es que, los operarios tienen que ajustar a la perfección el nuevo cristal y, además, cerciorarse de que estos dispositivos quedan a la perfección, realizando posteriormente un recalibrado de los mismos.

La tendencia indica que cada vez veremos más sensores, radares y cámaras en los parabrisas de nuestros coches, por lo que las empresas especializadas en lunas no dejan de evolucionar en sus procesos de reparación y sustitución, así como en desarrollar nuevas técnicas. Ni que decir tiene, que estas novedades no tardarán mucho tiempo en verse en los puntos especializados para cambios de lunas.


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