Ningún desplazamiento por carretera, sea en el vehículo que sea, está cien por cien libre de una avería o de un accidente. ¿Alguien te asegura que no sufrirás un pinchazo, una avería mecánica o cualquier otro problema? En estos casos, el protocolo a seguir es claro, pero no del todo seguro. Hay que activar las luces de emergencia, si es posible detener el coche en el arcén, ponernos el chaleco reflectante, coger los triángulos del maletero y colocarlos a unos 50 metros del vehículo. Un proceso largo.
Esto también supone que el conductor debe pasar varios minutos fuera del coche, andar por el arcén y colocar los triángulos de emergencia, los cuales pueden caerse si hace bastante aire. Además, con los nervios habituales en estas situaciones, no siempre son sencillos de montar. Help Flash es un dispositivo luminoso que muy probablemente acabará sustituyendo a los citados triángulos de emergencia. Lo hemos probado y os vamos a contar todos sus secretos, la seguridad que aporta y su sencillez.
Help Flash surge con la única idea de reducir las muertes en carretera, enfocando la seguridad en el conductor y ocupantes de un vehículo averiado en la vía. Cuando se da esta situación hay un elevado riesgo de sufrir un atropello a la hora de sacar y colocar los triángulos y, por supuesto, de que otro conductor impacte contra el vehículo averiado a alta velocidad. El resultado, en ninguno de los dos casos, suele ser leve.
Por otro lado, en las motocicletas no suele caber un kit de triángulos de emergencia (no conozco a ningún motero que lo lleve, sinceramente) y, además, para los conductores con movilidad reducida o discapacidades físicas no siempre es posible colocarlos por razones lógicas. Este nuevo dispositivo también solventa estos problemas, pues no es necesario ni tan siquiera bajarse del coche. Además, al ser muy compacto, es más fácil que los motoristas puedan llevarlo.
En resumen, Help Flash es un dispositivo de señalización luminoso, con una luz “amarillo auto”, que advierte de una emergencia sin tener que salir del vehículo. Podemos llevarlo en la guantera y, de necesitarlo, solo tenemos que encenderlo (funciona con una pila alcalina) y colocarlo en el techo (podemos hacerlo bajando la ventanilla porque se “pega” mediante un imán a la chapa). Solo tardaremos 10 segundos -o incluso menos- en señalizar la situación desde que detenemos por completo el vehículo. Además, su luz se puede apreciar hasta a un kilómetro de distancia y en todas las direcciones.
En modo emergencia tiene unas 2 horas y media de autonomía, funciona sin cables gracias a su pila alcalina, es muy ligero y compacto y su reflector parabólico permite que el resto de usuarios nos vean desde lejos y vengan en la dirección que vengan. Por otro lado, sigue funcionando aunque las condiciones meteorológicas sean adversas, como por ejemplo lluvia, viento o incluso nieve.
Actualmente no es un dispositivo obligatorio y tampoco sustituye a los tradicionales triángulos de emergencia (técnicamente conocidos como señal V-16). La normativa sigue obligando a colocar los citados triángulos, siendo este dispositivo luminoso un opcional que los acompaña. Sin embargo, tras haber visto su sencillez de uso, ligereza y gran alcance, nos ha quedado claro que realmente es un elemento que deberíamos llevar en nuestro coche y, a decir verdad, nos parece que una señal bastante más fácil de ver (y a mucha más distancia) por el resto de usuarios.
Por otro lado, cabe destacar que es un producto realmente barato. En la web oficial puede adquirirse por un precio de 29,95 euros. Creo que “no es dinero” para un producto tan duradero y que realmente mejora la seguridad en caso de una avería o un golpe, especialmente en fuera de la ciudad, durante la noche y en vías con poca o nula iluminación.
Estos dispositivos no son nuevos, ya tienen muchos años de usarse, pero es factible ahora esten modernizados y emitan una luz más fuerte.