Karma Automotive es una de esas marcas «raras» que está ahí en el limbo del sector del automóvil. Para que nos entiendas, te diremos que significa eso de «rara» y del «limbo». Con rara nos queremos referir a que en sí sus «cimientos» no son los de una marca al uso, sino los de un modelo. El Fisker Karma que Henrik Fisker creó y vendió durante algún tiempo antes de que esa primera marca quebrara por culpa de la crisis y algunos hechos algo raros…
Y con lo de limbo hacemos alusión a que su actividad está ahí, latente, pero nunca hay novedades. El Revero fue el modelo con el que iniciaron su andadura que, en sí, no era más que el Karma de Fisker con sutiles mejoras de diseño y un acabado más elegante y premium. Amén de un motor más enérgico y un sistema eléctrico más potente. Y ahora, sus responsables anuncian al Karma Kaveya como su próximo nuevo deportivo eléctrico de 1.197 CV.
El Karma Kaveya ha sido diseñado por Michelle Christensen…
Para dar forma al nuevo Karma Kaveya los responsables de la marca han apostado por toda una veterana. Sí, es una mujer la que ha creado su carrocería. Se trata de Michelle Christensen diseñadora que ya estuvo en Honda y que trabajó en el rediseño del Acura NSX. En este caso, han por líneas suaves que dan forma a elementos de su carrocería como las ópticas «escamoteables», los pasos de rueda o el sinuoso capó frontal y la línea de cintura.
El frontal destaca por una «pequeña» nariz de tiburón y un paragolpes muy bajo y ancho. En él hay una toma de aire inferior que canaliza el aire y mejora el flujo a través de los pasos de rueda. Tampoco podemos obviar el estilo del techo y su gran acristalado que da paso a una luneta trasera muy tendida con la tercera luz de freno vertical. Ya en la zaga tenemos un alerón retráctil que va oculto en la zona superior de la tapa que da acceso al maletero.
La línea de cintura y cadera se ve exagerada y muy ancha desde la zaga. En ella van unas ópticas Full LED de diseño minimalista que siguen el nervio horizontal y entroncan con el vertical del paragolpes. Este paragolpes luce un difusor deportivo y la tercera luz del freno en posición vertical siguiendo el estilo que ya se ve en la luneta trasera. Por último, el nombre de la marca aparece en letras cromadas en la zona central media entre las ópticas.
Para terminar, saltándonos el orden lógico, debemos revisar su lateral. En él se aprecian con más claridad las líneas y formas que definen su carrocería. Un capó largo y muy bajo, una línea del techo muy marcada y pasos de rueda anchos al más puro estilo de os «muscle car» yanquis. Tampoco podemos obviar que sus puestas prescinden de manillas y tienen apertura de estilo mariposa. Sobre ellas, van unos retrovisores muy finos pero de espejos…
Su nombre significa «Poesía en movimiento» y con 1.197 CV de la versión más potente seguro lo será…
Con todo, lo que más nos interesa del Karma Kaveya es su técnica. Por ahora no se sabe qué plataforma está bajo su carrocería aunque debería ser la última que presentó la marca hace ya un par de años. Aún así en la nota que ha publicado la marca podemos leer una declaración de intenciones…
«Supercupé GT EV que presenta dos versiones con un alcance de más de 250 millas y puertas de mariposa: tracción total, más de 1000 caballos de fuerza, velocidad objetivo de más de 180 mph, disponible en el cuarto trimestre de 2026; y tracción trasera, 536 caballos de fuerza, disponible en el cuarto trimestre de 2025″
Esto es, el Kaveya se ofrecerá en dos versiones. Habrá uno de propulsión con 400 kW (544 CV) que estará a la venta a finales de 2025. Más tarde, en el cuarto trimestre de 2026, llegará uno de tracción total con 880 kW (1.197 CV) que según la marca acelerará de 0 a 100 km/h en menos de 3 segundos. Por su parte la velocidad máxima será de 290 kilómetros por hora y el motor se alimentará de una batería de ion litio de 120 kWh de capacidad.
Gracias a ella ofrecerá una autonomía superior a los 400 CV y una capacidad de carga de 45 minutos en el paso del 10 a 80 por ciento. Todo ello, teniendo en cuenta que el Kaveya pesa en vacío unas 2,4 toneladas. Aunque eso sí, en la marca indica que su carrocería está hecha a base de aleación de aluminio y los paneles exteriores son de fibra de carbono. Veremos si los planes de Karma se cumplen, porque sino, no pasará de ser el zombi que es hoy…
Tiempo al tiempo… ¿No?
Fuente – Karma Automotive