En varias ocasiones hemos hablado en Actualidad Motor del Kia Stinger. La berlina halo del fabricante asiático llegó al mercado para demostrar de qué eran capaces. Sin embargo, contar con un elevado nivel de ingeniería, técnico, de calidad y de seguridad, no le auguraba un camino de rosas. Tal ha sido así, pues el mercado parece que no ha respondido de la forma que habían previsto sus responsables.
A pesar de que el Kia Stinger se comercializa en casi todos los mercados donde la marca está presente, había dos zonas especialmente importantes. La primera es Estados Unidos, región que tradicionalmente ha acogido este tipo de vehículos con cierto agradecimiento. En segundo lugar está Asia y Oceanía, pues el público de esta región aún creen en el poder de representación de las berlinas grandes.
El Kia Stinger no está alcanzando los niveles de ventas esperados
El problema es que ninguna de las dos zonas mencionadas anteriormente ha respondido como esperaban en Kia. Según caradvice, durante los primeros ocho meses del año, el Stinger ha llegado a 9.435 hogares americanos. Este dato, contrasta con las 11.624 unidades que comercializó durante el mismo periodo de 2018. Es más, para no caer más, la red comercial de Kia ha tenido que ofrecer grandes rebajas, pues el público no estaba receptivo a su modelo.
Con esta evolución en las ventas, los rumores se están cebando con el Kia Stinger. Por ello, Gregory Guillaume, diseñador jefe del estudio de diseño de Kia en Alemania, ha salido para defender su actuación y la del modelo. Según sus palabras,
«Realmente nunca esperábamos hacer volúmenes masivos. Era un auto aureola. Queríamos tener éxito al menos en Estados Unidos, el mercado donde pensamos que existe la posibilidad de que funcione»
Sin embargo, la frase que ha revolucionado a los mentideros es la siguiente:
«Como saben, están sucediendo muchas cosas con la electrificación, por lo que podría ser que el Stinger se convierta en otra cosa. No lo sé. Todavía no estamos allí. Tenemos un poco de tiempo»
Si leemos entre líneas, podemos extraer dos conclusiones. La primera, que si el mercado sigue sin reaccionar al Stinger, puede que finalmente no haya una segunda generación. La segunda, que la deriva eléctrica lo arrastre hacia una transformación al estilo Tesla Model S. Sea como fuere, el mercado debería pensar con la cabeza, pues el Kia Stinger no tiene vergüenza de rivales como Audi, BMW o Mercedes-Benz. El problema es que tal vez sean los clientes los que la sientan al llevar un Kia: más coche, más equipamiento e idéntica calidad a menor precio.
Fuente – caradvice